36: « Rayos, rayos, rayos »
Solté un pequeño bufido, mamá me había dicho que todavía no estaba lo suficiente recuperada para ir a la escuela, pero yo quería ir. El director me iba a permitir que tomara los exámenes que falte el otro mes, estaba teniendo consideración luego que se enteró lo del accidente.
—Pero, cariño —mamá insistió nuevamente—. Solo espera una semana, y podrás ir.
—Bien... bien, lo haré.
Mamá asintió y deje mis cosas en el suelo.
Por lo menos la casa estaba casi vacía. Los idiotas —excepto Hank— se habían ido a trabajar, así que todo estaba tranquilo, solo estábamos mamá, Salem y yo. Me senté en el sofá a ver la televisión, mientras mamá estaba horneando en la cocina.
—Tu hermano traerá a alguien esta noche —comento mamá—. Estoy segura que oficialmente nos presentar a Penélope como su novia.
Rodé los ojos... ¿para qué iba a traerla? En esa casa todo es un desastre, y su novia saldrá huyendo de aquí cuando sienta la intensidad que hay. Pero igual iba a portarme bien en la cena, no iba a hacer que Penélope se sintiera mal en venganza por el trato que Frank me estaba dando.
—Qué bueno...
En ese momento, escuche un ruido arriba, de inmediato fruncí el ceño.
—¿Qué fue eso? —pregunto mamá.
Mi corazón se aceleró. Algo me decía que era Justin.
—¡Creo que fue Salem! Iré a ver.
Mire al gato en mi regazo, y corrí hacia las escaleras antes que mamá lo viera. Cuando llegue a la segunda planta, deje que el gato volviera a bajar luego de unos segundos para que creyera mi mentira. Abrí la puerta de mi habitación y pude verlo ahí sentado en mi cama con flores.
—Hey, hola.
Cerré la puerta detrás de mí, y suspire.
—Justin, ¿qué haces aquí?
—Dije que volvería, y te traje flores.
Tomo el ramo de margaritas y me las extendió con una sonrisa brillante. Rayos... ¡él no puede hacerme esto! Estoy intentando desaparecer de su vida, y él viene aquí con su estúpida sonrisa, y sus bonitas flores para seguir conquistándome cuando debería estar feliz de liberarse de mí.
—También te traje chocolate.
Y detrás suyo una caja de corazón con bombones.
—¿No tienes trabajo hoy...? —pregunte, para desviar el romanticismo.
—Renuncie al taller.
Mis cejas se alzaron al escucharlo, ¿renuncio al taller? Eso lo entendía perfectamente. ¿Cómo él podría seguir trabajando cuando Frank, Hank y Thomas están ahí también? Estaba segura que no deseaba más problemas con ellos, supongo que esa había sido una buena y mala decisión.
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Inocente
Fanfiction« No huyas de mí, bebé » © 2017 baexkiss. #26 en Humor » 17 de Junio, 2018. #55 en Humor » 05 de Junio, 2018. #67 en Humor » 27 de Mayo, 2018. #140 en Fanfic » 25 de Febrero, 2018. #279 en Fanfic » 03 de Diciembre, 2017. #418 en Fanfic » 13 de Novi...