𝔄𝔤𝔲𝔞 𝔭𝔞𝔯𝔞 𝔇𝔢𝔪𝔬𝔫𝔦𝔬𝔰

Capítulo 12

—Haremos cosas de chicas. ¡Estoy tan emocionada cariño!— Me dice Juliet entrando al shopping.
Me había arrastrado a varios locales de ropa. Según ella yo  necesitaba un cambio de look. Lo sé mi ropa era un poco pasada de moda y algo tétrica y oscura pero era cómoda.
Mis polleras eran largas, los pocos pantalones que tenía eran holgados y muy cómodas.

Traía 8 bolsas con vestidos y skinnis jeans.  Mis piernas se verían horrible con esos pantalones tan ajustados. Juliet me había comprado anteojos de sol, botas nuevas y hasta zapatos con tacón.
¿En qué momento de mi vida usaría zapatos? Pero ella estaba tan emocionada por esta salida que yo no podía amargarle el día. 

Fuimos a un restaurante, mientras comíamos una ensalada mixta vi pasar a Samanta con Tristán. 
Ellos iban hacia el cine, Reían y parecían estar muy a gusto juntos.
Algo me dolió dentro de mi pecho,
Aun asi me gustó ver  a Samanta sonriendo después de todo lo que ha
pasado

—¿Quieres que  vayamos por un helado? —Preguntó ella después de un momento. 

—Si, claro. —caminamos hasta el puesto de helados. Nos sentamos allí a disfrutar de la compañía de la otra.
Juliet era una gran mujer, ella intentaba ganarse mi amor aún después de tantos años. Yo la quería, obviamente. Ella era un gran pilar, además hacia feliz a John y eso era lo único que importaba.

—¿Cómo va el colegio?— Preguntó ella intentando sonar casual.

—¿Ya te dijeron que me quieren fuera he? —Pregunté mirándola fijo.

—Tienes todo el apoyo del director, solo por favor no les des motivos para  que te expulsen. —

—¿Motivos? ¿Cómo cuáles? —Me estaba ofendiendo.

—Ignora a Samanta y a sus amigas. Ellas son niñas buenas pero se dejan influenciar. — Juliet justificaba a las pequeñas barbies diabolicas.

—Las ignoro pero ellas son horribles conmigo —Digo y doy fin a la conversación.

Llegamos a casa antes del atardecer. Inmediatamente subí a mi habitación y cerré las ventanas con seguro.

Las pesadillas no tardaron en llegar.
Cada noche de cada día los recuerdos me torturaban.
Luna estaba indefensa frente a mi siendo asesinada cruelmente y yo simplemente la dejé morir.
No fui lo suficientemente fuerte para salvarla.

En la mañana estoy con Juliet desayunando, me habla de lo lindo que tengo el cabello y de lo bien que me queda el uniforme del colegio.
Odiaba este maldito uniforme. 
Porque si tenías un gran cuerpo se veía genial pero a mi me quedaba del asco.

Me deja en la entrada y sale con prisa hacia el hospital. Tomo aire y camino como un condenado hacia su ejecución.

—¡Cassy!— Llama Thomas desde su coche donde se encontraba sentado sobre el capot. Trota hacia mí, me saluda con un pequeño abrazo que no esperaba.