𝔄𝔤𝔲𝔞 𝔭𝔞𝔯𝔞 𝔇𝔢𝔪𝔬𝔫𝔦𝔬𝔰

Capítulo 11

Viernes por la mañana John me lleva al colegio y se despide los próximos dos días estaría trabajando, generalmente cubria guardias de 24hs pero en algunos casos se quedaba hasta 3 días fuera.
Ví a Samanta entrar al colegio con prisa. Sus ojos rojizos de tanto llorar pobre chica había perdido a su mejor amiga y ahora su novio había cortado con ella.

Había varios padres reunidos en la entrada junto a ellos tambien un par de maestros. Parecían discutir cuando me vieron la tensión cortaba el aire.

—Si la chica Biell sigue en el colegio— Me apuntó con su dedo una señora de pelo negro —Mi hija no vendrá al clases. —Me puse de todos los colores, tenía tanta vergüenza. Seguí caminando rápidamente hasta que pasé las puertas de la entrada, podía seguir escuchando como discutían, ví al Director caminando serio hasta la entrada.

—Señor yo. —intenté decir pero él estaba demasiado apurado

—-Luego Cassy. —Me dice y sale en busca de los problemáticos padres. Ellos no me querian aquí yo era una amenaza para la seguridad de sus hijos.

Caminé lentamente hacia el salón de clases, Intentando ser invisible como siempre.

Tristán esta ya instalado en su lugar.

—¡Hey Cass! —Dice en modo de saludo.

—Hola. —Respondí tímidamente, los demás  alumnos me intimidan, todos me miraban de una forma horrible.

Thomas llegó y se sentó en su lugar sin mirar a ningún lado. En el descanzo me encierro en el baño, no quiero estar cerca de nadie, odio como me juzgan, odio saber que ellos dicen cosas de mi que no son reales.

Alguien ocupa el cubículo de al lado y se pone a llorar. Yo había pasado por ello muchísimas  veces y realmente no se lo deseaba a nadie.

—¿Estás bien? —Pregunté. Hubo un silencio, escuché abrir el cubículo y de pronto la puerta del mío tambien se abrió.

—Eres tan psicópata. —Me acusa Samanta, ella era la chica que lloraba.

—Lo siento, solo quería saber si estabas bien. —Dije aun sentada sobre la tapa abrazando mis piernas.

—Que psicópata eres. Todo esto es tú culpa Cassiell, yo era feliz tenía una vida perfecta y tú me robaste todo. A mi madre, a Luna y ahora vuelves y me quitas mi mejor amiga y mi novio. ¿Qué mas quieres de mi?

—Yo no he hecho nada Sam, Jamás te quité nada. Tú lo tienes todo.

—Thomas siempre te amó a ti, siempre lo supe. Él estaba tan preocupado por tí cuando estuviste encerrada. Cada semana te mandaba una carta, no me arrepiento de haber quemado cada una de ellas. Habías matado a Luna y aun así él te prefería a tí.

—¿Thomas me escribia cartas? ¿Porqué no me las diste Sam? Eran lo único que tenía.

—Eres una enferma mental y una asesina. Siempre lo serás —Me acusa con asco.

—Y tú eres una perra sin corazón, despues de todo eres tú quien me da lastima. —Me paré haciendole frente. No ocuparía el lugar de víctima nunca mas.
—Y yo no maté a Luna. —Dije con odio empujando para salir. Ella quedó allí sin saber que decir o hacer.

Despues de una clase más estoy en la mesa del comedor, Tristán ríe junto a Samanta y sus amigos. Los atletas y las niñas bien estaban allí. Me dolió saber que Tristán prefería a Sam después de todo.

—Esta tarde comienzo a entrenar nuevamente. —Me cuenta Thomas tomando asiento a mi lado. Trae su charola de comida.

—Eso, eso es genial Thomas.-Doy otro mordisco a mi sandwich.