Capítulo 20

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Es sábado por la mañana y John desayuna junto a nosotras.
Le veía sus ojos brillar feliz al verme otra vez siendo su niña "normal".
Juliet es simplemente maravillosa, cuanto amor nos ha entregado sin pedir nada a cambió, sin importarle que tan rotos estábamos ella se quedó, se mantuvo aqui.
Siento no poder devolverles todo el amor que me entregan. Quiero ser quien ellos esperan que sea, Quiero mejorar por ellos.
Estoy completamente segura que no los merezco. John podría haber seguido su vida pero dejó todo para cuidarme y protegerme.

Eva trae mas café caliente y el aroma me llena el alma. 
Luego de eso estoy tratando de ser lo mas cordial y simpática que puedo.
John me observa sonriente. 

—¿Quieres que salgamos cenar fuera? ¿crees que seria buena idea?— Pregunta

—¡Si salgamos! ¡Debemos celebrar la vuelta de Cassy y de lo mucho que ha mejorado.

¡Oh dios no!

Yo no quería pasar la noche fuera de la seguridad de mi hogar.
No quería estar en la inmensidad de la noche lejos de mi cama.

—Me encantaría. —Miento y finjo una sonrisa.

Estaba muy sorprendida al ver como mi rosedal estaba cubierto de flores, creia que ya no tenía caso pero al parecer necesitaba de amor como dijo Thomas.
Thomas...
Su cara preciosa vino a mi mente.
El niño tierno había quedado atrás y ahora se había convertido en este hermoso chico.
Totalmente Inalcanzable para mi.
Me gustaba Thomas igual que siempre, me daba celos verlo con Samanta y me dolía no poder tener esa conexión de cuando chicos.
Quería volver a ese tiempo en donde pasábamos los sábados en el lago o jugando en el bosque, cuando mirábamos películas y reíamos por idioteces. Pero habiamos crecido.
Habíamos elegido caminos diferentes y eso no cambiaria.

—¡Cassy! ¿Me oyes cariño?— Pregunta  Juliet mirándome dudosa desde la puerta.

—Lo siento. No te oí. ¿Qué pasa? — Pregunté.

—Te decía que podrías ponerte el vestido rosa que compramos. Te verías aun mas hermosa. — Me regala una sonrisa y se marcha.

En mi habitación ya lista me miro al espejo e intento verme normal.
Mi reflejo no muestra lo dañada que estoy por dentro, a simple vista parezco una chica como cualquier otra pero  no es asi.
Estoy enferma y quiero dejar de estarlo.
Toco mi brazo, aun llevo la marca de Tristán en mi piel. Creo que jamás se irá y aunque parezca loco me gusta saber que tengo algo de él conmigo.

Me agradaba Tristán pero obviamente ocultaba algo siniestro, los chicos como él no son amigos de chicas como yo. Él era guapo, jodidamente guapo. Gracioso, popular y tenía un carisma inigualable.
Todos lo observan y mueren por ser sus amigos pero él simplemente intenta que crea que entre todos los alumnos y chicos de este pueblito él quiere tenerme a mi de amiga.
Yo no soy ni graciosa ni divertida, no soy bonita, no tengo ningún poder especial como las niñas de los libros, no se mantener una buena charla, ni siquiera me gusta que me toquen...
¿Qué podría aportar yo a nuestra supuesta amistad? ¿Porqué me elegiría a mi? ¿Porqué tenía que cuestionar todo? ¿Porqué no podía disfrutar de tener un amigo guapo y divertido? ¿Porqué era tan estúpida, cobarde e incapaz de ser feliz?
 
Cuando llegamos al único restaurante caro y mas elegante que había en el pueblo nos sentamos intentando parecer una familia normal.
Siento que traman algo, John mira a Juliet nervioso y como esperando el momento para hacer o decir algo.
Después de pedir la comida están aun más incómodos de lo usual.

—¿Me dirán que sucede?— Pregunté mirándolos fijo. Intercambian miradas.

—Tenemos algo que decirte cariño — Dice Juliet. Ella se veía tan bella con sus labios pintados de color vino. Su sonrisa la hacia lucir tan hermosa. 

𝔄𝔤𝔲𝔞 𝔭𝔞𝔯𝔞 𝔇𝔢𝔪𝔬𝔫𝔦𝔬𝔰 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora