𝔄𝔤𝔲𝔞 𝔭𝔞𝔯𝔞 𝔇𝔢𝔪𝔬𝔫𝔦𝔬𝔰

Capítulo 17

Debía fingir ser normal.
Debía pretender no estar asustada todo el tiempo, necesitaba que mis John creyera que estaba bien.
Que había dejado mi esquizofrenia atrás y que ya no soñaba con el suicidio como modo de escape pero todo se volvía confuso.
Tenía mis momentos de lucidez, como cuando discutía con Tristán que me sentía yo misma aun cuando temía, por mi vida yo era consiente de que  él era real, y luego llegaban los terrores nocturnos que me hacian ver criaturas que no estaban ahí.
Tenía pesadillas  con la muerte de luna, o con un tipo que dormía a mi lado, despertaba oyendo voces o simplemente veía a mi atacante fuera de mi casa.
Mi cabeza estallaría en cualquier momento.

Al llegar al colegio empezaba mi otro martirio.
Mi problema usaba falda, labial rosa y se llamaba Samanta.

Era tan bella que me daba rabia tener que mirarla. Deseaba poder cambiarme de escuela pero en este triste lugar solo había una sola preparatoria asi que debía convivir con la hermosa perra homicida.

Me mezclo entre los alumnos e ingreso al salon de clases.
Huele a chicle y perfume de varios tíos.
Me molesta demasiado compartir un ambiente tan pequeño con tantas personas pero debía acostumbrarme nuevamente.
Al verme siento su risas idiotas y dos tipos comienzan a silbar.
Llego hasta mi mesa donde Tristán se encuentra apoyado mirando su móvil

—Buenos Días Cassy— se sorprende al verme y sonríe malicioso. —Te ves exquisita con tu sosten rosa— Dice en voz baja poniéndose frente a mi para que nadie más me vea.
Se me había desabrochado la camisa y se me veía el sosten rosa con lunares negros.
Un sosten de niña. La vergüenza se me subió a la cara donde sentí el calor en mis mejillas.
Lo abroché rápidamente sintiéndome tan estúpida mientras me ocultaba tas en enorme cuerpo de Tristán.

—¡Colectamos fondos para comprarle un sosten de adulto a nuestra querida Cassy!— Dice Samanta parándose. Tiene una sonrisa burlona en sus labios. Escucho sus risas y todos me miran.

—Al menos no los deja olvidados en cualquier sitio— Dice Tristán sonriente — Aun tengo el tuyo en mi auto amor.— Agrega. Los demás rien como idiotas.
Yo me había sentado ya, con demasiadas ganas de que la tierra me tragara. Miré a Samanta ella sonríe malvada. Obviamente no perdería una batalla.

— ¡Tristán Black al rescate!  — Ella ríe. Todos miran la escena, el muchacho alto está de pie junto a mi mesa como si nada le importara. — Quien diría que despues de llamarla "la loca del pueblo" ahora son amiguitos —Dice ella. Él me mira un instante pero lo evito, se agacha junto a mi.

— ¿Estás bien?— Pregunta

—No necesito que seas mi héroe ni mi vocero Black. — Dije y comencé a sacar mis libros.

—¡Oh! ¡Su primera pelea! ¡Que tiernos! — Samanta dice mientras siguen llegando alumnos a presenciar mi humillación.
Todos rien.

— ¡Ya cierra la boca zorra malcriada! — Le digo enojada parándome.
Ella abre los ojos sorprendida.
Hubo silencio y antes que pueda contestarme la profesora llega y todos toman asiento. Ella muere por decirme algo ofensivo e hiriente lo veo en sus ojos pero se suaviza y se sienta

Tal vez no debí hablarle asi al único chico que se interesaba por mi bienestar pero me había herido que me llamase de esa forma y aún más sabiendo que se lo dijo a la persona más horrible del planeta. Quien obviamente lo usaria para hacerme sentir mal.

Thomas llega tarde sin estar enterado de el pequeño drama matutino.
Se sienta junto al banco de Samanta y ni siquiera me mira. 

La clase pasa lenta y tortuosa.
Los dos chicos rubios del fondo me miran y me tiran besos mientras se burlan.
Agacho la cabeza y los ignoro.

El timbre suena y huyo del lugar.
Seguramente la perra mayor ya tenía  en mente su venganza contra mi por abrir mi estúpida boca.

—Hola.— Digo llegando junto a Thomas quien estaba apoyado a su casillero hablando animado con un muchacho del equipo. —¿Puedo hablar contigo?— Pregunto tímida. El chico se marcha sin siquiera mirarme.

—Cass. Hola. Si, yo. Lo siento por todo lo que pasó — Dice rápidamente.

—Necesito disculparme primero siento que explotaré si no lo hago. — Digo.

—Todo fue mi culpa, solo estaba celoso del idiota ese y siento que esta ocupando el que era mi lugar. Sé que es estúpido de mi parte hacerte este planteo pero simplemente no entiendo porque pones esa barrera contra mi sin dejar que me pueda acercar a ti y a él se le hace tan facil— Dice largando todo sin si quiera tomar aire.

—Debe ser porque estoy avergonzada de mi misma y de que tu sabes todo lo que pasé. En cambió él esta totalmente ciego de mis problemas y siento que quiere ser mi amigo de verdad. — Respondo bajo.

—¿Vergüenza de ti misma? Cass por favor nos conocemos de niños no me importa una mierda todo lo que pasó, sé quien eres y sé que somos amigos. Te fallé una vez y no lo volveré a hacer pero solo dejame intentarlo. — Me mira con sus hermosos ojos claros y siento que haría lo que él me pidiese sin titubear.

—Si esto es una apuesta, solo te digo que te arrancaré los ojos. No encuentro otra explicación a tu interés hacia mi. — Digo mirándolo fijo.

—Deja de ser tan desconfiada. Ok, se que fui un imbécil pero tu me conoces desde siempre eres lo único real en mi. Todas esas personas tras de mi, intentando ser mis amigos solo por unos pases a conciertos, Por un transporte gratis o solo por el hecho que doy las mejores fiestas... todos ellos no eres tu a quien le agrado por mi estúpida forma de ser— Estaba totalmente perdida en sus ojos.

—Aun asi— Dije tontamente — Pensé que habiamos dejado atrás la niñez. Tu no eres él Thomas que conocí ni yo soy la Cassy estúpida que recuerdas. No somos amigos, no tuvimos contacto por tres años y tu esperas que al regresar las cosas sean como antes y no es asi, Me olvidaste Thomas.

—El primer amor jamás se olvida Cassiell. Juramos amarnos toda la eternidad. ¿Lo recuerdas? — Supongo que estaba roja como un tomate 

—Teníamos 10 años. — Digo con vergüenza.

— Siempre supimos lo que sentíamos. — Se acerca a mi. — Volveremos a ser lo que fuimos. Lo prometo— Me dice sonriente. 

—¿Te mandó Samanta a hacer todo este circo? Recobra la confianza de la estúpida Cassy y luego rompele el corazón asi nos reímos de ella juntos. — Digo.

—¿Qué tan patán crees que soy? ¿Tu en verdad crees que seria capaz de hacerte algo asi de bajo?— Sus ojos me miran de una forma inexplicable.

—No supe nada de ti por años y de pronto te acuerdas que eramos mejores amigos y quieres volver. ¿No se te hace sospechoso?— Pregunté.

—Eres la niña mas desconfiada y paranoica que conozco.  — Me dice negado con la cabeza.
Veo a Samanta acercarse con una mas de sus amigas y se que vienen más problemas pero simplemente pasa junto a mi ignorandonos completamente.  

—¿Volvieron? — Pregunté 

—No. Y jamás lo haremos.  — Responde. Abre su casillero y comienza a sacar un suéter extra y su libro de sociología —¿Quieres sentarte junto a mi en la próxima clase?— Me dice mientras sostengo su mochila para que termine de ponerse el abrigo.

—No. Estoy bien siendo invisible al fondo de todos. — Respondo encogiendome de hombros entregándole sus cosas.

—Junto a Tristán Black. — Comenta
Ruedo los ojos.

—Te veo luego. — Digo y me voy por el pasillo.