NUESTRO MUNDO; Uzumaki Naruto. ✓

Epílogo.

Unos meses habían pasado desde que ___ y yo nos casamos, ahora ambos vivíamos en una casa que habíamos logrado conseguir gracias al arduo trabajo de ambos.

En estos momentos me encuentro leyendo unos papeles, Kakashi-sensei me encargó verlos para mi entrenamiento como futuro Hokage y era algo que me emocionaba, el volverme Hokage ha sido siempre mi sueño.

—Estás haciendo un gran trabajo, Naruto.

—¿Usted cree, Kakashi-sensei? —pregunté viéndolo. Él estaba mirándome desde la puerta y en sus manos traía más papeles. —¿Esos también son mi trabajo?

—No. —decía colocando los papeles en la mesa para luego quitarme los míos. —Creo que deberías dejar esto por ahora.

—¿Eh? ¿Por qué?

—Supe de Ino que ___ fue urgente al hospital. Deberías ir a ver.

—¡¿Qué le sucedió a ___-chan?! —pregunté alarmado mientras lo tomaba de los hombros. —¡¿Qué sucedió?!

—Es por eso por lo que te digo que vayas a ver. —decía mareado. Yo lo estaba sacudiendo. —Estoy seguro de que no es nada grave.

—¡Iré ahora mismo!

Me acerqué a la ventana, la abrí y salí de ella para saltar así a un techo; comencé a correr con toda la velocidad que pude y llegué al hospital de konoha en unos minutos, entré apresurado buscando a una enfermera.

—¡Enfermera! —me acerqué a una de las enfermeras y ella al verme se sonrojó. —¡Dígame donde se encuentra Uzumaki ___!

—Yo no tengo esa información. —decía avergonzada. —P-Pero si quiere puedo buscársela.

—¡Por favor!

—No es necesario. —la voz de ___ llegó a mis oídos, me giré encontrándola junto a Ino. —¿Qué haces aquí, Naruto?

—Me enteré por Kakashi-sensei que te encontrabas aquí. —me acerqué a ella y comencé a examinarla. —¿Te encuentras bien?

—Solo tuve un desmayo.

—¡¿Un desmayo?! —exclamé alarmado. —No me digas que no has comido nada. ¡Iremos por ramen en estos momentos!

Tomé su mano para irnos, pero ella no se movió y la miré confundido.

—E-Es por otra cosa...—decía levemente sonrojada. —Si vamos por Ramen en estos momentos estoy segura de que lo vomitaría.

—¡Lo sabía! ¡Estás así por que no has comido nada!

—Ya te he dicho que no es eso.

—¿Entonces qué es?

—Naruto yo...—ella tomó mi mano, podía sentir que su mano se encontraba temblando y entonces mi mano la posicionó en su vientre. —Estoy embarazada.

—¿Eh?

Mi cerebro tardó en procesar la información, yo la miraba a ella y luego a su vientre.

—Ahí...—digo apuntando a su vientre. —¿Hay un bebé?

—Sí. —decía con una sonrisa tímida. —Es nuestro bebé.

—¿Seré padre? —pregunté aún sin creérmelo. Ella asintió e inmediatamente la abracé comenzando a girar con ella. —¡Seré padre! ¡Seré padre!

—¡N-Naruto-kun! —exclamó avergonzada. —T-Todos nos están mirando.

—¡Que importa! —digo con una gran sonrisa. —¡Esta es la mejor noticia de todas! ¡Que se entere el mundo entero!