NUESTRO MUNDO; Uzumaki Naruto. ✓

Capítulo 38: Tú y Yo.

Mi padre sostenía mi brazo con fuerza, yo miraba como mi pequeña hermana se encontraba en el suelo.

—Espero que estés contento ahora. —digo de manera hosca.

Él estaba haciendo más presión por lo que comencé a concentrar chakra en mi otra mano e iba a golpearlo de no ser por Neji, quien me había sostenido mi brazo evitando que golpeara a mi padre.

—No debería de hacer esto, ___-sama.

—No te metas.

—Lleva a Hanabi a su cuarto y que la revisen, Neji. —dijo mi padre. —Yo me encargaré de ___.

Neji me había soltado, se acercó a Hanabi para cargarla y luego comenzó a irse sin decir ninguna palabra.

—No te preocupes. No le he hecho nada grave a tu hija favorita. —me solté bruscamente de su agarre para luego verlo de manera sombría. —He controlado mis movimientos contra ella. Aquello no la matará.

—¿Qué clase de entrenamiento has llevado a cabo?

—Eso no importa.

—Hablaremos en la sala.

—No hablaré nada con usted.

Comencé a caminar para irme de aquella casa, cuando iba saliendo una de las sirvientas me miró asustada a lo que no le tomé importancia y seguí mi camino.

Seguí caminando tratando de pensar en otra cosa, pero en mi mente solo aparecía la expresión dolorosa que hizo Hanabi cuando recibió todos mis golpes; en ese momento me sentía molesta y me desquité con ella.

—Cuidado.

No me había dado cuenta por donde estaba caminando, casi chocaba con un poste sino fuera porque Naruto me había detenido.

—Naruto...

—¿Sucedió algo? —preguntó posicionando sus manos en mis hombros. —Te noto triste.

—Acabo de hacer algo terrible. —confesé posicionando mi cara en su pecho. —Lastimé a Hanabi.

—¿Eh?

—¿Qué clase de hermana soy?

Naruto me abrazó.

—¿Ese era el desafió que planeo tu padre? —preguntó a lo que asentí. —Poner a sus dos hijas a pelear. ¿Qué clase de padre es ese?

Nos quedamos un buen rato en esa posición y entonces nos miramos, Naruto comenzó a acercar su cara, pero entonces en mi mente apareció la imagen de Sasuke por lo que me separé rápidamente.

Naruto me miró confundido.

—Yo no puedo...—murmuré.

—¿___-chan?

Presioné mis puños para comenzar a irme con rapidez, Naruto comenzó a gritar mi nombre por lo que decidí saltar por los techos para alejarme de él.

Mi mente era todo un lio.

❇❇❇

Me encontraba sobre un techo viendo a unos pájaros volar, luego activé mi byakugan comenzando a ver todo a mi alrededor y me detuve al ver a mis compañeros.

Ellos estaban riendo junto a Miyuki, comencé a recordar todos los momentos que pasamos juntos, las veces que peleábamos y reíamos; cuando nos juntábamos en el local favorito de Kurenai-sensei a comer Dangos.

Kurenai-sensei, ella siempre me había apoyado y siempre me sonreía de forma gentil, he estado siempre evitando el ir donde se encontraba, ya que supe que está embarazada y me daba miedo el como me vería.

Yo había abandonado todo, pero el ver como me estaban tratando me hacía querer volver a los viejos tiempos y retractarme de mi decisión.

"Juntos nos volveremos más fuertes"

Las palabras de Sasuke resonaban en mi cabeza, toqué mi cuello recordando cuando él casi me mata y también las palabras que me dijo.

¿Qué quería decir con que todo este tiempo había sido mi familia?

—Si siempre estás escapando no conseguirás nada.

Desactivé mi byakugan para ver así a Shikamaru, él había llegado hasta donde me encontraba y miraba el cielo fijamente.

—¿Qué haces aquí?

—Bueno he decidido hacerte un poco de compañía. —dijo con una sonrisa sin quitarle la vista al cielo. —Hoy las nubes están calmadas.

—No necesito de tu compañía. —digo de manera hosca. —No necesito la de nadie.

—Dices eso, pero piensas lo contrario.

—¿Eh?

—Siempre estás huyendo. —me dijo. —Tú tienes miedo.

—¿Qué? —digo frunciendo el ceño. —¿Qué sabes tú?

Shikamaru me miró con una sonrisa para luego levantarse, colocó sus manos en sus bolsillos y miró a otra dirección.

—No huyas más. Él no lo soportaría.

Miré a la dirección donde estaba mirando, viendo, así como Naruto buscaba desesperadamente a alguien y ese alguien era yo.

—Ya entiendo. —digo soltando una pequeña risita.

Yo siempre estuve huyendo, me fui de esta aldea huyendo de mi padre y de mi clan, yéndome con la excusa que me haría más fuerte.

Me volví más fuerte, pero aún seguía siendo débil...débil por dentro.

—¡___-chan! —Naruto me llamaba desesperadamente. Yo me levanté haciendo que él me viera y entonces se acercó rápidamente. —¡No vuelvas a irte así!

—Lo siento, Naruto-kun.

Naruto me miró sorprendido a lo que yo lo miré confundida.

—Me dijiste Naruto-kun...—decía sin creérselo. Él me abrazó de improvisto. —Creí que nunca más volvería a oír eso.

Shikamaru al vernos me sonrió para luego comenzar a irse, yo correspondí al abrazo de Naruto y posicioné mi cara en su cuello, sintiendo así su aroma.

—No volveré a huir.

—Sonríe, ___-chan. —Naruto se separó un poco para posicionar sus manos en mi cara. —Sonríe.

Sonreí dulcemente.

—No sé muy bien que es lo que haces, pero siempre haces que todo lo malo se vaya. —reí. —Eres una persona extraordinaria.

—Bueno yo tampoco sé muy bien que hago. —rio. —A veces hago cosas sin pensarlo.

Reí ante lo que dijo.

—Gracias por estar a mi lado, Naruto-kun.

—Siempre estaré a tu lado. —dijo juntando nuestras frentes. —Siempre...

Naruto comenzó a acercar su cara lentamente, yo lo veía atentamente y entonces no dudé más.

Nosotros nos besamos.