NUESTRO MUNDO; Uzumaki Naruto. ✓

Capítulo 47: El camino de Sasuke.

Naruto.

Miraba al pequeño niño que se encontraba aferrándose a las piernas de ___.

Su rostro se me hacía conocido, pero no sabía muy bien de dónde.

—¿Quién es el pequeño niño, ___-chan? —pregunté curioso.

—Vaya. No perdieron el tiempo. —decía Kakashi-sensei. —Son idénticos.

—¿Eh? ¿De que habla, Kakashi-sensei? —pregunté curioso a lo que él se golpeo levemente el rostro con su palma. —¿Me dirán que sucede?

—El niño debe de tener frío. —habló Yamato-san. —Mientras ustedes hablan nosotros nos encargaremos de él.

—¿De verdad? —dijo ___ a lo que ambos asintieron y entonces Kakashi-sensei se acercó al pequeño niño y lo tomó en sus brazos. —Gracias.

—Conversen tranquilamente. —dijo Kakashi-sensei.

Los tres comenzaron a irse y yo miré nuevamente a ___, la cual me miraba con una expresión de nerviosismo.

—Ante de decirte todo. Quiero que sepas que yo te quiero mucho, Naruto. —confesó formando una sonrisa. —Y pase lo que pase eso no cambiará.

—Yo también te quiero, ___-chan. Pero sigo sin entender que sucede.

Ella inhaló y exhalo para luego verme con seriedad.

—Ese niño...es mi hijo. —me dijo haciéndome sorprender. —Su nombre es Ryota.

—¿Eh?

Me quedé choqueado ante lo que me dijo.

¿Cómo que un hijo?

—Hace un año nació Ryota, pero Orochimaru y Kabuto me habían dicho que había muerto. —comentó con tristeza. —Sasuke lo encontró. Yo no pude dejar atrás a Ryota y tuve que ir por él.

—Sasuke y tú...—digo aún sin creérmelo comenzando así a retroceder un poco. —Ustedes...un hijo...

Me quedé unos minutos sin decir nada.

—No te preocupes. No te obligaré a quedarte conmigo si no quieres.

Ella pasó por mi lado, yo me quedé viendo a la nada aún tratando de asimilar todo lo que me había confesado.

Di un suspiro para luego comenzar a entrar a la cabaña, al entrar vi a ___ jugando con Ryota y ella al verme inmediatamente bajó la mirada.

—¡Ah! ¡Eso no es un juguete! —exclamó Yamato-san. Yo lo miré viendo, así como Ryota intentaba colgarse de la madera que Yamato-san estaba sacando. —Te crearé un juguete, pero suelta la madera.

—¡Bee! ¡Bee!

No pude evitar soltar una pequeña risita al ver al pequeño golpear el aíre, él me vio y entonces comenzó a caminar hasta donde me encontraba, lanzándose así a mis brazos.

—¿E-Eh? —digo confundido al tenerlo en mis brazos. —¿Q-Qué debería hacer?

—¡Bee! —exclamaba él con una gran sonrisa.

Ryota posicionó sus pequeñas manos en mi cara y comenzó a tirar de mis mejillas.

—Así que te gusta tirar de mis mejillas. —digo arqueando una ceja y entonces comencé a hacerle cosquillas. —¡Nadie le gana al gran Uzumaki Naruto!

—¡Nanuto! —exclamó Ryota entre risas. —¡Nanuto!

—Iré a vigilar. —nos dijo Kakashi-sensei. —Avisaré cualquier cosa.