Abrí los ojos lentamente sintiéndome como nueva, mi abultada panza comenzaba a moverse como si me llamara diciendo «Comida», volteo a ver a mi esposo y me quedo embobada viendo cada una de sus facciones, el era el hombre de mi vida, sin importar que, volvería una y otra vez si el destino así lo quisiera.
Y por un momento lo pensé, ¿que hubiera pasado si Kate no hubiera enfermado ese día?, descarte la idea de que ella hubiera sido la señora grey por parte de Christian, a mi cincuenta no le gustan las rubias así que lo descarte al instante.
Y seguí pensando, tal vez ahorita estuviera en un gran apartamento, sola y con miles de libros rodeándome.Por eso agradezco que Kate enfermara esa mañana y que Christian fuera a Clayton's con la excusa de comprar las bridas y cintas que inocentemente pensé que eran para una remodelación, sonreí inconscientemente.
-Te amo mi cincuenta- dije lentamente.
-Y yo a tí nena.-la voz de Christian me hizo dar un respingo.
-¿Estabas despierto?-le pregunto roja.
-Si, desde que te levantaste y te perdiste en ¿quien sabe donde?-dice con una sonrisa burlona, miro el despertador de noche y abro los ojos alarmada, son las 7:30 y no eh ido a despertar a teddy.
-Christian ya es tarde y teddy no a ido al colegio- me levanto encarrerada y un fuerte mareó me ataca, me sostengo de un mueble y mi esposo se levanta asustado.
-Ana, no vuelvas a levantarte así, ¿sabes lo irresponsable que fuiste al hacer ese movimiento brusco?, hoy es sábado Anastasia.- me reprende molesto y lágrimas comienza a caer por mis ojos.
-¡Entonces por que sigues a mi lado!- le digo llorando a chorros y su mirada se suavisa.
-Mi amor, no quise que pensaras eso, Sigo a tu lado por que te amo y no hay nadie mas con la que quiera compartir mi vida.-dice y lloro aun más.
-entonces si hubiera alguien más, ¿me dejarías por que estoy gorda?.- salgo y le cierro la puerta, bajo las escaleras llorando por que no vino por mi.
-Hola Gail- la saludo y quita los rastros de lágrimas de mis mejillas.
-Hola hija- su voz suena como la de una madre amorosa, que por cierto nunca tuve- no debes pensar mal cada vez que El señor Grey se molesta.
-Ya lo se, pero no puedo evitarlo, lloro por todo y me alimento demasiado- me ayuda a sentarme en la cocinera y sonrió feliz por la gran tarta de chocolate que me espera.
-Es por el embarazo Ana - me sirve un poco y le doy las gracias, ahora estoy feliz y olvide todo lo que había pasado, después de unos cuantos minutos mi esposo viene bajando por las escaleras con mi hijo en brazos.
-Mira amor, Gail preparo la tarta que tanto amas-le digo feliz y sonríe colocando a teddy a un lado mio.
-Lo se cielo, hoy en la tarde vendrán mis padres y tendremos que organizar la vida y la fiesta de mi campeón- mi pequeño aplaude emocionado.
-En ese caso prepararemos un festín, mi vida ve poniendo la parrilla.
-A la orden Señora Grey.- Hace un saludo militar y sale al jardín.
-Ted, tu ve acomodando el área de juegos- le ordeno y imita a Christian.
-A la orden Mamá.-sale corriendo hacia su cuarto.
Comienza a timbrar el teléfono y Gail iba directo a contestar, pero la detengo antes, le digo que no se preocupe y contesto yo.
Numero desconocido...
-¿Como esta Señora Grey?-esa escalofriante voz, mi mano va directo a mi boca y la tapo asustada para no soltar un grito.
-J-j-a-c-k-deletreo asustada y lágrimas salen sin control....
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El engaño de Christian Grey. (Editando)
Fanfiction-¡Nunca cambiaste Christian Grey! -le grité histérica. -¡Así es como soy Ana! Sin corazón y sin sentimientos- su rostro luce su antigua, fría y dura expresión. -Me dijiste que habías cambiado. Que ya no necesitabas tu antigua vida ¡eres un bastardo...