Capítulo nueve

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Manhattan - New York
Una semana después.
12:34 p.m

Me desperté con los gritos de Kenzia y Liam peleando en la cocina.

—¡Acaso eres estúpido! ¡No entiendo cómo Mary Jane pudo tener un hijo tan tonto cómo tú, me das jaqueca!— grita Kenzia.

—¡Sólo quería hacer un pastel!— grita Liam.

Entro a la cocina y todo estaba lleno de preparación de pastel.

—Me imagino que no quieres que grite y te mate así que empieza a limpiar este desastre. — digo y los dos me miran. —Y tú Kenzia deja de gritar, me duele la cabeza.

Olfatee comida quemada y miré a Liam.

—¿Que hiciste?— pregunto mirándolo.

—Estaba intentando preparar el almuerzo. — se escoge de hombros.

Camino hasta el horno y había lasaña quemada. Que asco.

—Pero no te preocupes, Kenzia cocinó otra lasaña. — dice Liam señalando la lasaña que estaba a su lado.

Lo miro con el ceño fruncido.

—Esto es raro. — los miro a los dos. —¿Que está pasando aquí?

—Púes... — empezó a decir pero el ruido del elevador sonó.

Salgo de la cocina y me encuentro con Sabrina. Oh mierda.

—Hola. — saluda.

—Espera un segundo. — le digo y vuelvo a la cocina.

—¡Que mierda hace ella aquí!— grito/susurro.

—La invité a almorzar. ¡Sorpresa!— exclama Liam nervioso.

—Te mataré en cuanto ella se vaya, West. — lo señalo y salgo de la cocina para volver a la sala en dónde Sabrina estaba.

Nos miramos de pies a cabeza. Ella estaba bien vestida y yo con mi pijama de unicornios.

—Mira, realmente estoy haciendo un gran esfuerzo por no tirarte desde el balcón así que agradece que todavía éstas viva, le prometí a Liam que intentaría llevarme bien contigo y si llegas a lastimar a mi mejor amigo te aseguro que te quitaré los ojos. — digo mirándola con una mueca.

—Primero, lo siento por lo del otro día, Liam me explicó que tienes un carácter bastante fuerte pero que eres buena persona, segundo, perdón por pensar que gustabas de Liam cuando sólo eran mejores amigos. Prometo portarme bien con él y no hacerle nada, además Liam me gusta. Otra vez lo siento. — dice ella

Asiento con una sonrisa fingida y me fui a mi habitación para vestirme. Me puse un pantalón chantal, una blusa negra por encima del ombligo y mis pantuflas peludas. Voy al baño me lavo los dientes, me peino y vuelvo a la sala dónde Kenzia estaba.

—Bien yo me iré. Adiós Di, Adiós Liam y adiós rubia que abofetee. — se despide mi mejor amiga.

Sube al ascensor y las puertas se cierran. Vuelvo a mirar a Liam y a Sabrina, me acerco a ellos pasando una mano por mi rostro, enserio tenía sueño.

My most precious diamondDonde viven las historias. Descúbrelo ahora