My most precious diamond

Capítulo veintidós

Acabamos de llegar a L.A con Jane y Liam, sí, Liam vino a "ayudarnos". Hoy en la noche viene Kenz y todos los demás.

Bajo del avión junto con Liam y Jame, subimos a la Range Rover negra y Finn, el chofer comienza a manejar hasta nuestro destino.

Mi celular vibra y lo saco de mi bolso. Lo enciendo y veo el mensaje, era Lucas.

Lucas💕: Baby, ¿cómo estás? ¿Llegaste sana y salva? Te amo.

Yo: Hey, estoy bien. Te amo más♡

Guardé mi celular y miré a Liam. Estaba dormido en mi hombro. El muy imbecil se durmió a las siete a.m ayer y está muerto de sueño.

Subo la ventanilla que separa la parte trasera de la camioneta con la delantera para que pueda dormir más tranquilo y sin tanto ruido. Empiezo a acariciar su cabello y siento su respiración en mi cuello.

¿Por qué siento tantas cosas por él? Cosas que ni siquiera debería sentir.

(...)

—Fueron los cuarenta y nueve minutos más largos de mi vida. — digo bajando de la camioneta. —Me duele el trasero.

—Te ayudo. — dice Liam mirándome pícaro.

—Llamaré a la policía. — le advierto.

Él rueda los ojos y me acerco a la entrada de la mansión. Abro la puerta e ingresamos.

Extrañaba tanto estar esta casa. Me la regaló mi padre hace un año con muebles y todo pero no quería alejarme de él así que hacía sólo fiestas aquí.

—Diamond, creo que me enamoré de tu casa. — dice Liam mirando todo el lugar. —Aquí puedes cojer sin molestar a nadie.

Yo y Mary Jane rodamos los ojos.

—Tú sólo piensas con el pene, chico. — digo.

—Se llama Thor. — dice señalando a su pene.

Frunzo el ceño y niego con la cabeza.

—Bien, Mindy llegará en una hora para empezar los preparativos de todo. — avisa Jane mientras guarda su celular.

—Genial. — digo sonriendo.

(...)

—¡Liam, imbécil, estúpido, idiota, deja de arrojar esas malditas toallas!— gritó enojada. —Dijiste que vendrías a ayudar, no a estar acostado en una jodida reposera.

Se quita los lentes de sol.

—Deja de gritar, mujer. Quiero relajarme. — dice tranquilo mientras vuelve a ponerse los lentes.

Entrecierro los ojos. Me acerco hasta dónde está y lo empujo haciendo que se caiga a la piscina.

—Disfruta del agua, cariño. — digo sonriendo falsamente.

Sale a la superficie y me mira mal.

Jane se ríe mientras ayuda a Mindy en las mesas dónde pondrán los dulces.

—¡Mamá!— exclama enfadado mientras sale del agua.

Jane lo mira.

—¿Qué? Te lo merecías. — dice ella. —Y es divertido.

Me río junto a ella y vuelvo a ayudarlas.

—Ya le dije a mi equipo que encargue los cupcakes para mañana en la mañana. — dice Mindy.

Nosotras asentimos con la cabeza y seguimos acomodando las demás cosas para estar listos para mañana al mediodía.

Realmente estoy emocionada. Ya le dije a Kenzia sobre la fiesta y me agradeció del fondo de su corazón, me dijo que era la mejor tía del mundo para ese bebé y que ambos me amaban. Sí, soy demasiado impaciente.