•Gasolinera•

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Jueves, 17 de mayo
8:42 a.m.

Len POV

Len- Hey, ¿qué haces aquí todavía? Fuera ya -le dije sacudiéndola para que se despertara y se largara de una vez.

Neru- Déjame unos minutos más, Len -balbuceó somnolienta.

Len- Apúrate y vístete -pedí volviendo a sacudirla esta vez más brusco, la quería fuera de mi cama cuanto antes-. Debo salir -inventé.

Neru- No debes salir nada, solo quieres que me vaya.

Suspiré. Vaya, que lista me salió.

Len- ¿Y si lo sabes por qué sigues aquí?

Neru- Tsk, ¿quien te entiende? Ayer no parecías querer que me fuera -refunfuñó molesta mientras se desarropaba y se colocaba las prendas que primero estaban tiradas por el suelo.

[...]

Si piensan que no estoy de buen humor, piensan bien. Solo con abrir los ojos y ya era para odiar este día, eso olvidando que era precisamente un maldito jueves, el peor día de la semana.

Unos odian los lunes, otros el domingo por pasar tan rápido. Yo odio el jodido jueves.

Y he aquí una razón más para odiar este día.

¿No les ha pasado que el motivo de gozo para unos es el mismo motivo de repulsión para ustedes?

A mí me ha pasado, para más decir, me está pasando ahora mismo.

Despertar en tu propia cama, sano y salvo en tu hogar acompañado de una bella mujer suena tentador, ¿no es así?

Es así, admítanlo, dejen salir esos instintos masculinos y pervertidos que intentan guardar. Solo se hacen daño a sí mismos, mejor acéptenlo aquí conmigo, nadie más se enterará.

*Inserten carita de luna pervertida*

Bien, pues para mí todo iba bien hasta que llegamos a la última parte, donde despierto acompañado de una bella mujer.

No soy gay, tranquilos.

Va mucho más allá de eso, hasta cursi me atrevería decir. Si me conociesen hasta les sorprendería tal pensamiento de mí, la cursilería y yo somos como el agua y el aceite.

Pero, ¿qué decirte? Así lo siento, y es grotesco.

¿Cuál es el sentido de compartir la cama con alguien que no significa una mierda para ti?

Quizás por mi crianza correcta, quizás porque vengo de otro planeta y aún no me he enterado, pero así he pensado la vida entera. Y maldigo haber despertado con ella precisamente. No sé cómo sucedió, pero desearía escupirme ahora mismo.

La clave para todo está en no quedarse dormido tras el acto.

Vamos, no creerían que por un pensamiento cursi mantendría abstinencia por veintiún años, ¿o sí?

¡Aléjate!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora