Viernes, 5 de octubre
12:21 p.m.Len POV
Rin- No puedo Len . -Su voz típicamente grosera y hostil se había derrumbado, ahora solo quedaban restos de fragilidad y conmoción, y eso, me desesperaba más.
Len- Sí puedes, solo confía. -Apreté mis ojos mientras pasaba mis manos por su espalda para reafirmar el abrazo. Estaba ansioso por escucharla.
Rin- ¡No puedo Len! ¡Vete!- gritó intentando zafarse de mi agarre.
Len- Ya te lo dije Rin. Permaneceré clavado en tu entrada si es necesario. No me iré rubia, no hasta que hables -contesté manteniendo nuestra posición, sin alejarme un centímetro de ella.
Mi tono, al contrario de mis adentros y hasta los de Rin, era sumamente neutral. Podía sentir mi garganta vibrar por el esfuerzo de calmar mi voz, y el pecho cerrarse al actuar opuestamente a como realmente me sentía. Pero no importaba. Era necesario. Si Rin estaba tan desolada, compartir la desesperación solo lo empeoraría más. Tranquilidad, refugio. Eso es lo único que podía ofrecerle en estos momentos.
Vaya Len, no sabía que eras capaz de realizar un pensamiento prudente y caballero.
Sin embargo, comencé a dudar si había cumplido mi objetivo, pues Rin había comenzado a descender suavemente llevándome consigo hasta quedar sentados en el suelo. Temblaba. Y los sollozos comenzaron a escaparse.
Yo odiaba a las niñas lloronas, sí. Pero más odiaba verla a ella llorar.
Y me odiaba a mí, por haber sido el culpable de esas lágrimas.
Rin- ¿Por qué...?- susurró.
...
Rin- ¿Por qué...?- su tono se elevó- ¡Dime por qué!
Y gritó mientras daba puños exasperados en mi pecho, yo solo continuaba abrazándola mientras mantenía mis ojos cerrados al sentir un tremendo ardor apoderarse de ellos.
Rin- No quiero confiar en ti, no quiero. Solo aléjate... -Me pedía suplicante, pero yo, por más cruel y egoísta que me sintiera, era incapaz de cumplir su petición. Pronto su frente se recargó en mi pecho, y entre tanto silencio se podían escuchar sus continuos sollozos.
Len- No lo haré -susurré con una dolida sonrisa en mi rostro y tomé su barbilla, para elevarla y obligarla a verme-.No lo haré -repetí mirándola esta vez directo a los ojos, esos ojos tan rojizos que me hacían borrar en mí toda intención de molestarla.
Su carácter retorcido y su vocabulario grosero me provocaba demasiadas cosas. Entre ellas, intriga, y entre muchas más de ellas, un interés curiosamente adictivo, hasta al punto de divertirme. Ella había corrompido totalmente la imagen tan repulsiva y atroz que tenía sobre las de su sexo, y me había atraído justo como el imán atrae al metal. De una forma tan natural y fluida que ni siquiera te das cuenta.
Y en efecto, antes de notarlo ya estaba aquí, comprometido por algún sentimiento que me hacía correr cuadras sin un maldito gramo de azúcar en mi sistema ni una maldita onza de agua. Algún sentimiento que ahora no me permitía ignorar sus ojos llorosos y algún sentimiento que hacía que olvidara por completo quién era yo y el motivo de mis imprudentes e impulsivos actos.
ESTÁS LEYENDO
¡Aléjate!
FanfictionQué irónico sería juntar a esos dos rubios, él odiando a las mujeres, y a ella repugnándole los hombres. Ambos retorcidos, groseros y malhumorados. Sin duda, una pareja peculiar y abominable. -Nunca hemos hecho una buena combinación, ¿pero acaso n...