•Acosador•

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Lunes, 13 de agosto
6: 30 a.m.

Rin POV

Mi alarma sonó, indicándome que mis vacaciones habían terminado y debía madrugar para ir a la universidad. Este verano, a diferencia de otros, había sido más activo, pues alguien más se había añadido a la lista. Normalmente solo iba a casa de Gumi, o ella a la mía, sonará aburrido pero se pasa mil veces mejor que en una playa...detestamos el agua salada y el molesto sol. Pero esta vez había compartido con la peliverde, había coincidido con el cochino por las canciones para mi mala suerte y por si fuera poco, mi mejor amiga ahora menos se cansa de fastidiarme al respecto.

Hice la rutina diaria y, asegurándome de desayunar (desde aquella vergüenza garantizo no omitir ninguna comida) me monté en mi moto para llegar a la uni.

~•~•~•~•

Gumi- ¡Y la rubia de farmacia llegó!

Rin- ¡He vuelto bitches! Espera, ey, soy de nacimiento envidiosa.

Gumi- Si si, escucha bien esto. ¡Nos han tocado en 4 clases juntas!- dijo sacudiéndome los hombros por la emoción.

Rin- Eso amerita un Rumi- le dije sonriendo pícaramente.

Como mi amiga y yo somos igual de retrasadas, la sociedad tiende rechazarnos. A cambio, nos gusta jugarles siempre la misma broma; el primer día caminamos con los brazos cruzados para que la gente saque conclusiones que no son. Era realmente hilarante, ver las caras de sorpresa y repulsión de los demás.

Gumi- Oh no mi niña, ya no más.

Rin- Idiota, me cortaré si incluso mi mejor amiga me rechaza.

Gumi- Lo siento querida, este año hay buena matrícula, no quiero espantarlos.

Rin- Iugh, que necesitada.

Gumi- Mejor necesitada que agria.

Rin- Lo dice la que tiene cabeza de limón.

~•~•~•~•

El timbre sonó y rápidamente quise reservar mi silla, la que esta junto a la ventana. Sí, la cliché de las chicas antisociales, esa era yo. La profesora comenzó a hablar sobre cosas irrelevantes, o al menos para mí. Ya saben, la misma estupidez de todos los años: la bienvenida, el programa, las clases, el prontuario, bla, bla, bla. Luego de unos 10 minutos desperdiciados de mi vida, pude oír a lo lejos como decía que dos integrantes nuevos se unirían a nuestra clase.

Rin- Menuda mierda...- suspiré y coloqué mis audífonos, me impacientaba llegar y ver a los maestros perdiendo tiempo con la misma estupidez.

Me quedé observando la ventana mientras me dejaba llevar por la música en mis oídos hasta que escuché un grito...un grito hacia mi claro estaba.

Profesora- KAMINE RIN.

Rin- ¿Eh? Presente.

Profesora- No estoy pasando asistencia.

Rin- ¿Y qué quiere?

Profesora- Siéntese en esta silla por favor, si no me atenderá al menos no le dejaré la ventana para que se entretenga.- señaló una silla y con toda la paz del mundo me dirigí hacia ella. Bien, no con toda la paz, estaba malditamente enfadada, y yo que había madrugado para reservar mi silla.

Mas cuando me acerqué al lugar asignado casi me da un paro cardiaco.

Rin- ¿QUÉ DEMONIOS HACES TÚ AQUÍ?- dije gritando, por el alto volumen de mi música también pero más por la sorpresa.

¡Aléjate!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora