Finding The Omega ✬ YM

➳ Veintisiete.

            Odio la escuela,
realmente desearía no ir,
pero tengo que ir solo porque
extrañaría a mis amigos 😣.
¿A ustedes les gusta? ¿Cómo les
va, son alumnas aplicadas?

¡Hola, no me he perdido,
solo que no puedo actualizar
en la semana por la escuela!
Esta es la crueldad y la realidad
de tener una responsabilidad
educativa. ¿Alguien me da
tutorías de matemática?

Espero que disfruten el capítulo~
las amooooo, cualquier duda me la
dejan en los comentarios. Cualquier
carta de amor para mi por el 14 de febrero,
también ocupen los comentarios! 🤣

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Había pasado una semana desde que se encontraba encerrado en aquel lugar misterioso para él, los días pasaban y las noches se avecinaban, sin embargo ¿qué más daba? Todo, a la hora que abría de nuevo los ojos, era exactamente igual que antes de haberlos cerrado. Había cambiado toda su vida drásticamente; un día fue el hijo del presidente que tenía bastantes cosas materiales a su poder, que aunque nunca las toleró o le gustaron demasiado, aun así las apreciaba ahí, al otro se convirtió en un chico omega secuestrado y al siguiente, en alguien encerrado por haber sido comprado por un alfa poderoso.

No pensó que iba a vivir de una manera tranquila por una semana, se había acostumbrado al ritmo agitado que había vivido en aquel otro lugar, se había acostumbrado a las duchas diarias donde las betas lo observaban y hablaban sobre él, insinuando obscenidades sobre su cuerpo; se había acostumbrado a estar vigilado cada segundo de su vida, y sobre todo, al maltrato. No era como si lo extrañase, porque la verdad era que se sentía bastante aliviado de no estar más en aquella fase de su vida: sin embargo, odiaba el vivir con miedo, porque sentía que en cualquier momento cuando la puerta se abriese iba a venir alguien a golpearlo.

Jackson Wang, como se había presentado el alfa que lo había comprado, parecía ser un hombre bastante ocupado y muy trabajador (sea cual sea su extraño trabajo). Salía de casa desde muy temprano y regresaba hasta la madrugada, él mismo le había dicho a Jimin que podía utilizar el baño cuantas veces quisiera y que tenía que cocinar para él. Aquello, se sentía tan estúpidamente tranquilizador que por un momento se asustó de haberlo estado soñando todo, y no quiso despertar aunque fuese uno.

Pero la soledad es tan dañina... la soledad estaba corrompiendo su mente con cada segundo que pasaba. Bien dicen algunas personas que la soledad es tu mejor amiga, pero en este momento, para Jimin era su peor enemiga, cuando se encontraba solo, los pensamientos se venían a su mente como si fuese una ráfaga de viento de tormenta. Se amontonaban sus recuerdos y lo hacían entrar en un trance de varios minutos, donde lo único que podía hacer era despreciarse a sí mismo.

Lo extrañaba, y dolía más saber que efectivamente ya no podía vivir sin su alfa. Y lo odiaba, pero odiaba más el hecho de saber que no lo hacía. Porque su lobo lo obligaba a rechazar todo tipo de pensamiento en contra de Suga, porque su lobo era tan estúpido que perdonaba a cualquier persona de haberlos dañado; y claramente su alfa no era cualquier persona. Porque ChimChim estaba tan jodidamente ilusionado con que, al menos, Suga había intentado evitar su ida.

Secó con rapidez sus lágrimas y arregló su cabello al escuchar como una puerta de muchas en ese lugar se abría. Claro, podrían pensar que en cualquier momento, al estar solo, tenía la oportunidad de escapar, pero no. Nada era como parecía. Habían más de cinco puertas y cada una te llevaba a un lugar distinto, todo era como un laberinto tan bien formado que únicamente el que lo creó sabe cómo llegar hasta la salida.