Finding The Omega ✬ YM

➳ Veinticuatro.

En este capítulo vamos a ver
escenas muy distintas (que llegan a complementarse, en algún punto), aquí
se desatan muchas cosas que veremos
más adelante, así que presten atención;
las pistas yo ya las di, si es que les
da curiosidad sobre de qué va la historia ^^

Recuerden apoyar la historia~ !
Llevamos a los 60k de leídas y eso
me trae muy muy contenta, estoy realmente
agradecida con todos ustedes.

He estado pensando y tal veeeez mañana
actualice, así puedo compensar que no lo
he hecho últimamente y que además ya
entraré a clases (el lunes), y estaré muy
distraída :-( mátenme. Realmente esta historia
saca el lado serio y maduro de mi, eso me trae
bastante sorprendida porque cuando escribo
un capítulo me siento como una adulta que
realmente ha pasado por esa situación.
Lo que escribo no es más de lo que oigo día a día.

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Día nuevo, posibles nuevas oportunidades para comenzar una vida mejor. El viento sopla, como nunca lo ha dejado de hacer, y el sol brilla en intensidad, no hay sospecha de tormenta por lo que será un buen día. No hay necesidad de esperar al año nuevo para cambiar de personalidad o para creerte una nueva persona, los cambios suceden día a día, las nuevas metas comienzan cada segundo y no hay nadie que las detenga, porque el ser humano funciona con algo que lo motive, con algo que lo haga vivir y necesitar lograr, mostrar que puede y es suficiente para salir adelante.

Vivir en la ciudad más famosa del país era un problema y eso todo el mundo lo podía notar, altos preciosos, muchos extranjeros, muchas tiendas con mucho personal, todo parece más abrumador, todo parece tan grande que puede llegar a comerte de un solo bocado, y aquello lo había comprobado la señora Jeon Sun Hee, quien siendo madre soltera se había tomado la libertad de mudarse a una nueva ciudad, sin saber que... lastimosamente, nada saldría como lo había pensado. Al menos su hijo había conseguido un trabajo digno y no era como ella, no era una maldita madre sin trabajo y sin poder mantener una familia firme.

Todo era difícil y esa era la parte más complicada que ocultar, el no poder desahogarte o desocuparte un momento para poder llorar con calma era un desastre. No había momento en el que pudieras simplemente ser un humano más con sentimientos y dejar de ser una madre que lucha día a día con un problema económico, con el rechazo hacia su persona en cada local que visitaba... que no soportaba las vistas llenas de desaprobación cuando entraba en una nueva tienda y solicitaba un puesto vacante. ¿Qué hacía esa señora tan vieja ahí? ¿Por qué su cabello estaba tan maltratado? ¿Y esa ropa? ¿De qué año es?

Malditos y benditos estereotipos que perjudican día a día a una mujer... a una o un omega, inclusive, a algunos alfas. Esos estereotipos que cuando naciste nadie te explicaba lo difícil y perjudicial que iban a resultar para tu vida y lo podrido que iba a resultar ser el mundo por dejarse llevar por aquella definición irrelevante. ¿Era eso en lo que se basaba el mundo para encontrar a una persona perfecta? Porque si era así... lo único que creaban eran copias y más copias, porque una persona no es perfecta por su físico, ni siquiera por su personalidad... solo hay que ser tú mismo y sobrevivir la batalla. La gran batalla.

— B-buenos días—Día nuevo, nuevo rechazo. Era así el juego que vivía cada vez que despertaba y se repetía una y otra vez. Había escuchado rumores de que abrieron una nueva tienda ropa, seguramente de una marca carísima que no reconocía, y que buscaban personal calificado y con la experiencia necesaria. No perdía nada yendo a ver qué conseguía, aunque estaba segura de que iban a rechazarla—, mi nombre es Jeon Sun Hee.