Cuarenta y uno:

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— ¿JiMin-ssi? —En el salón se escucharon unos pasos resonar a causa de la madera, el omega tembló ante aquel tono de voz bastante fuerte, como si estuviera llamándole la atención por haber hecho algo malo; pero tal vez era el hecho de sentir que una vez más estaba viviendo lo que tanto había querido borrar de su mente, lo que tanto miedo alguna vez le había causado—, oh... lamento haberte asustado, lo siento mucho.




JiMin se encontraba llorando escondiendo su pequeño cuerpo en medio de los cojines del sofá, su cuerpo se encontraba temblando levemente, mientras sus manos no se podían mantener tranquilas. Observó al beta caminar lentamente hacia él y se tensó, tensó todo su cuerpo temiendo de que dijera algo mal, trajera malas noticias o le llegara a hacer algo malo. Sin embargo, solamente se encontró con aquel personaje teniéndole un vaso de agua. Tragó, ruidosamente, saliva, mientras con un asentimiento agarraba el vaso de agua que aquella persona le estaba ofreciendo.




— ¿Te sientes bien? —Y tal vez era tonto preguntarlo, cuando era notable que aquel omega estaba sufriendo, incluso Jungkook podía sentirlo, notaba como el ambiente estaba tan pesado y como a veces a causa del silencio que se encontraba en la casa se podían escuchar los leves aullidos de dolor que soltaba el alfa de JiMin—, ¿quieres hablar un poco? —Se tomó la libertad de sentarse al lado del omega, quien apretó el vaso y se separó con rapidez del cuerpo del beta, quien en ningún momento lo había tocado, simplemente se había sentado a su lado.




— ¡N-no me toques! —Chilló en un momento, mientras las lágrimas volvían a inundar sus ojos y apretaba con más fuerza el vaso de cristal, pero paró al instante al temer reventarlo, quebrar algo ajeno. Aspiró con fuerza tratando de relajar sus hombros—, n-no te acerques, por favor... —Su voz temblaba mediante hablaba—, solo quiero... solo quiero escapar con YoonGi hyung... con mi alfa.




Jungkook asintió mientras lo observaba fijamente y le sonreía—. Te prometo que todo estará bien.





— No eres la primera persona que me dice eso—Sollozó con fuerza, mientras volteaba a ver hacia otro lado, dejando el vaso de agua en la mesa de madera que estaba a su lado izquierdo—: n-no puedo confiar—Negó con un nudo en su garganta.




JiMin sintió como todo su cuerpo estaba tan nervioso, sus manos no paraban de temblar y su lobo rascaba con ansiedad su interior, tratando de llamar y despertar al alfa que estaba tan cerca pero a la vez tan lejos de él; tratando de saber si estaba bien, si necesitaba algo. Si V le había hecho algo. Se tensó con el solo pensamiento de que aquel beta le podía hacer algo a su alfa, y sin querer, un gruñido posesivo salió de su garganta mientras sus ojos se tornaban de otro color. El calor de su cuerpo subió con rapidez, y sintió como su respiración era difícil de controlar, mientras el sudor se pegaba completamente a su piel y sus cabellos se amontonaban en ella.




— Hey, hey... ¿qué pasa? ¿Te sientes bien? —Jungkook se preocupó acercándose más hacia el omega al notar el cambio de ambiente y de actitud que en un momento a otro había sentido, supo que algo iba mal en el momento que aquel omega había empezado a retorcerse sin ser capaz de decir una sola palabra; simplemente gruñendo y cerrando los ojos con desesperación, tratando de decir palabras que nunca salían de él.




Era el celo. Supo que el omega había tenido un celo interrumpido desde el momento que lo recogió, la sensibilidad que el omega estaba teniendo en aquel momento mientras viajaban en el auto era completamente notable, pero la había ignorado por el nerviosismo del momento; además de que pensó, que simplemente por el miedo, el celo de este se suprimiría y se esfumaría. Pero parece que se había equivocado, y al contrario, había venido con más fuerza, rogando su lobo interior por aquel alfa que estaba semi inconsciente; rogándole despertar y venir hacia él, poseerlo, tomarlo, clamarlo.




Finding The Omega ✬ YMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora