➳ Veintiocho.

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Digamos que en tres
meses probablemente la
historia llegue a su final😲

¿Notaron que estoy actualizando
únicamente los fines de semana?
La escuela me trae locaaa, lo peor
es que me tengo que quedar algunas veces
por las tardes y eso lo hace más tedioso. Ugh!
(Si leyeron esto, les regalo una flor 🍄).

Bueno, este capítulo se me
hizo muy emotivo. Y les prometo
que en cuanto menos se lo esperen
tendrán su capítulo lleno de fluff. ¿A
quienes les gusta el fluff? ¡A mí me encanta!

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Eran altas horas de la madrugada, sin embargo, aún no se encontraba dormido y tampoco podía hacerlo. Su llanto se combinaba con todo el dolor que estaba sintiendo en ese momento, su corazón probablemente ya no resistía todo el drama que había y en una de esas, simplemente iba a cansarse y dejar de luchar contra todo el sufrimiento que tenía totalmente en él. Sus sollozos eran repetitivos y en un volumen alto, desde que había entrado a la habitación no había parado de llorar, y aunque tuviese su ropa puesta: no podía evitar sentir como el frío hacía crujir sus huesos de manera casi desquiciada.

Se encontraba en una esquina de la habitación, sentado ahí, sintiendo como el frío piso le daba una bienvenida. Lloró más, tratando de imaginarse que pronto por todo lo que estaba sufriendo se iba a ir e iba a iniciar una nueva historia con un final feliz. Su cuerpo no dejaba de temblar, mientras sus brazos abrazaban descuidadamente sus piernas y las atraía más hacia su pecho. Al menos si se abrazaba a sí mismo no iba a pasar tanto frío como el que definitivamente estaba invadiendo la habitación. Sus lágrimas bajaban por sus mejillas, y cuando alzaba su mirada, podía sentir como el frío paseaba por sus mejillas; tratando de congelar sus lágrimas.

— S-Suga... —Llamó débilmente a la única persona que deseaba a su lado en ese momento, sollozó, porque por más que lo llamara, sabía que él nunca se iba a aparecer por esos lugares y menos para salvarlo. ¡Lo había dejado ir como si no significara nada para alguien! Como si solo fuese una persona no deseada más—, por favor...

Le lloraba a la nada, le rogaba a nadie, se humillaba solo. Lastimosamente su llanto no paraba de crearse, y ahora que tenía el nombre de otro hombre en su boca, el ritmo de sus sollozos había aumentado y se encontraba lamentándose a sí mismo por no haberle rogado a su alfa para que lo mantuviese a su lado y no lo dejara ir. Su corazón en ese momento se encontraba herido, mientras su nariz sorbía sus mocos y podía apostar que esta se encontraba de un color rojizo.

— ¡Por favor, ven por mí! —No solo él se encontraba llorando en ese momento, su lobo aullaba inquietamente mientras trataba de llamar a su lobo sin importarle la lejanía. Lo llamaba por medio de aullidos, tratando de atraer su atención, sin embargo, era algo imposible que llegase a escuchar sus gritos. Gritó lo más que pudo, lo más que dio su garganta, mientras se sentía enfermo por las manos de otro hombre en su cuerpo—: ¡n-no quiero estar en este lugar!


Negó reiteradas veces su cabeza, mientras su garganta ardía y dolía a causa de los gritos; nunca era bueno gritar cuando tu garganta se encontraba seca. Sollozó fuertemente, mientras dejaba de abrazar sus piernas y pasaba sus manos por su cara, tratando de evitar que sus lágrimas se acumularan en su rostro; limpió unas cuantas y sorbió una vez más sus mocos. Sintiéndose repugnante, sintiéndose una basura. ¿Por qué siempre era él quien salía lastimado?


Finding The Omega ✬ YMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora