Reencuentro [Grintson]

¿Te gusta mamá?

-Mamá. Despierta.

-Mmm... ¿Qué pasa, hijo?-Preguntó la voz somnolienta de Rupert.

-Necesito hablar con mamá.

-Está durmiendo. ¿Qué necesitas?

-De verdad tengo que hablarle.

Iba a abrir los ojos, pero me sorprendió una caricia en la mejilla que acomodó un poco mi cabello.

-Mamá se ve muy linda cuando duerme.-Murmuró Rupert en tono soñador.

-¿Te gusta verla dormir? Es terriblemente aburrido.

-Claro que no. Se ve pacífica y tranquila y siento que puedo hacer cualquier cosa para mantenerla a salvo.

Mi corazón se aceleró y tuve que contener una sonrisa para que no notaran que estaba oyendo todo.

-¿Amas a mamá?

Contuve la respiración. Sentí que Rupert se inclinaba sobre mi rostro y me besaba la frente.

-Bueno... Es complicado.

-No tiene nada de complicado, maldita sea.-Dijo Jack.

Rupert me rodeó con sus brazos.

-Sí, hijo. Mamá es muy importante para mí. Pero tienes que entender que haría cualquier cosa porque sea feliz. Aunque su felicidad no me incluya.

-Eso es amor.

No hubo respuesta.

-¿De qué querías hablar con ella?

-No puedo decírtelo.

Rupert suspiró.

-Papá, acéptalo. Estás enamorado de ella.

Sentía el corazón a mil, acelerado como si hubiera corrido una maratón de cuarenta y cinco kilómetros en veinte minutos.

-No, yo...

Rupert se detuvo y tomó mi rostro con cuidado.

Ese "no" había lastimado gravemente mis sentimientos.

-Bueno...-Murmuró.-Quizás...

¿Quizás qué diablos?

-A mi edad es difícil reconocer el amor de otras cosas... El deseo... El cariño... El respeto... La nostalgia... La necesidad... No creía en el amor hasta que conocí a Emma. Cuando rompimos dejé de creer en él... ¿Qué se supone que haga ahora?

-Pensé que era obvio. Aceptar que la amas.

-Yo no estoy enamorado de tu madre...

Me acurruqué contra su pecho, rodeando su torso desnudo con mi brazo y tratando de ignorar el dolor que me estaban provocando sus palabras.

-Pero...-Siguió Rupert abrazándome.-Admito que... Sólo un poco... Me gusta.

-¿Te gusta mamá?-Preguntó Jack con un tono de voz levemente más elevado del que solía usar.

-¡Lo sabía!-Oí la voz de Madeleine uniéndose a la conversación.

-Ustedes dos, chist. Van a despertarla y lograrán que se ría de mí. No me gusta...

-Te gusta mamá, te gusta mamá, te gusta mamá...-Canturrearon los mellizos.

-No me gusta. Me expresé mal. Es imposible hablar con ustedes dos. Me refería a que la quiero mucho y que me encantaría que fuera feliz.

-En especial si lo es contigo.

-No puedo acaparar a su madre para mí. Ella no me pertenece y es libre de hacer lo que quiera. Sólo es cuestión de tiempo antes de que se aburra de mí y me deje. No puedo enamorarme. Aunque Emma sea... La única mujer en mi vida.