Cuando llegué a recoger a Madeleine de la escuela, varios días después, me encontré con que estaba llorando a mares.
Se metió al coche sin decir una palabra.
-Tesoro, ¿qué pasa?-Pregunté dándome vuelta en el asiento.
-Nada.
No podía ir a casa con mi pequeña en ese estado. Me pasé al asiento de atrás y la rodeé con mis brazos.
-Amor...
-Estoy bien.-Dijo sollozando.
-Eso se nota.-Dije secando sus lágrimas, haciendo que se echara a reír.
Me abrazó con fuerza.
-Las niñas de mi clase me dijeron cosas muy feas.
-Oh, tesoro, pero es que no es para que llores... ¿Qué te dijeron?
Ella sollozó contra mi pecho.
-Cosas sobre ti y papá... Cosas muy, muy feas.
Acaricié su nuca con suavidad.
-No te preocupes por eso, a mí me tiene sin cuidado lo que digan de mí.
-Pero... Me llamaron... Me dijeron que era hija de... De una zorra... Y cosas peores...
-Corazón, están celosas de ti porque tú eres increíble y la mejor niña en el mundo, y ellas no lo son. Papá y yo te amamos de verdad y lo sabes.
-Pero... Ustedes no querían que Jack y yo... Naciéramos... Fuimos accidentes...
-Sí. Y, ¿sabes algo? Me da igual. Eres mi hija.
La rodeé con mi brazo y le sonreí.
-Eres mi hija y te amo. El día en que tú y Jack nacieron, fue el segundo día más feliz de mi vida.-Susurré besando su frente.
-¿El segundo?
-Solía ser el primero.-Acaricié su rostro.-Pero el primero es ahora el día en que me reencontré contigo. Estoy orgullosa de que seas mi hija, y no me importa qué te digan unas niñas celosas. Eres muy especial en mi vida. Para mí eres realmente importante.
-¿En serio?
Sus ojos, iguales a los de Rupert, brillaron con esperanza.
-Claro que es en serio.-Dije besando su frente con amor.
Madeleine me abrazó con fuerza.
-Te amo, mamá.
Sentí un agradable calor en el pecho.
-Y yo a ti.
Sequé sus lágrimas con cuidado.
-Voy a llamar a papá.-Dije.-Para avisarle que él y Jack tendrán que cenar solos hoy. Tendremos un día de chicas. ¿Qué te parece?
Ella me abrazó de nuevo.
-¡Me encantaría!
Revolví cariñosamente su cabello y saqué mi móvil.
-¿Hola?
-Hola, Rupert.
-Nunca llamas. ¿Todo está en orden?
Sonreí a mi pesar, y apoyé mi mano sobre la de mi hija.
-Más o menos. Después te explico. ¿Crees poder arreglarte sólo con Jack hoy? Maddie tuvo un mal día, así que ella y yo iremos de compras.
-Son las siete de la tarde. Los negocios cierran dentro de poco.
-No importa. Por favor, Rupert.
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Reencuentro [Grintson]
Fanfic"¿Quién es la bebé de la fotografía, mamá?" Estaba bastante segura de que no volvería a verlo. Rupert Grint era mi novio en la Universidad. Íbamos a casarnos y todo marchaba de maravilla. Pero tuvimos un problema y peleamos. Fue una pelea muy fuerte...