Un buen día para Jack

1.2K 81 80
                                    

Bostecé y me acurruqué entre las mantas. Me gustaban los domingos. Nada de oficina, ni escuela de los niños, ni actividades extra. Nada de nada. Sólo holgazanear antes de una semana intensa de trabajo.

Abrí lentamente los ojos y casi grito del susto.

De alguna forma, durante la noche, me había volteado y estaba mirando a Rupert fijamente a los ojos.

-Buenos días.-Saludó, sus manos firmes sujetando mi espalda contra sí.

-Buenos días.-Dije.-¿Qué hora es?

-Eso no importa.-Murmuró.-No tienes que trabajar hoy.

Me acurruqué contra su pecho y oí los latidos acelerados de su corazón.

-Te ves bonita por la mañana.

Alcé mis ojos hacia los suyos y sentí un escalofrío delicioso que me sacudió desde la coronilla hasta la punta de mis pies.

-Emma.-Dijo poniéndose serio de repente.-Yo... Sé que han pasado años y que probablemente me creas un loco por lo que voy a decirte, pero...

-Mamá.-Alguien tocaba la puerta de nuestra habitación.

Era la voz de Jack. Suspiré mientras Rupert me soltaba.

-Pasa.

Mi hijo entró, descalzo y con una sonrisa activa de domingo por la mañana.

-Estoy listo.-Dijo.

Recién entonces noté que estaba vestido completamente. Fruncí el ceño.

-¿Listo para qué?

-Mamá, lo olvidaste.-Protestó él.-Mi torneo de tenis.

-El torneo. Cierto. Lo lamento, cielo. Me visto y te llevo.

-Yo quiero ir a verlo.-Dijo Rupert.

Jack pareció ilusionarse mucho ante la idea, por eso me sentí realmente terrible cuando dije:

-Lo siento, pero papá no puede levantarse por esta semana y quizás una o dos más.

Los dos pusieron exactamente la misma expresión de decepción.

-Ven aquí.-Pedí.

Jack se acercó arrastrando los pies. De repente no parecía tan contento por ir a su torneo, y yo me sentía de la peor forma posible.

-A ver... Mis dos chicos favoritos.-Besé la frente de ambos y los atraje hacia mi pecho.-Lo lamento mucho, pero es necesario que Rupert repose por estas horas para que se ponga mejor.

-Mamá tiene razón, campeón.-Dijo Rupert con pesar.-¿Cuándo es el siguiente torneo?

-En un mes.-Respondió mi hijo.

-Oye, hasta coincide con la fecha en que debo comenzar a caminar.

Él abrazó con fuerza a Jack y le frotó la melena pelirroja con cariño.

-Pero llegué a la final esta vez.-Protestó nuestro hijo.-Es muy difícil de lograr...

-No te preocupes. Estaré ahí la próxima. Te lo prometo.-Dijo Rupert rodeándolo con sus brazos.-¿De acuerdo?

Jack asintió.

-Está bien.

-Además, mamá puede ir a verte.

-Mamá me ha visto miles de veces.

-Puedo llevar a Maddie esta vez.

Él negó con la cabeza.

Reencuentro [Grintson]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora