Rupert no estaba cuando desperté. Suspiré y me levanté para acercarme al armario.
Lo abrí con cuidado y saqué el vestido amarillo que le gustaba a Madeleine.
A pesar de mis dudas, me quedaba perfectamente. Me peiné un poco. Era un día especial para los niños, tenía que verme bien.
Salí de la habitación y me encontré a Madeleine en el pasillo. Aún tenía su pijama.
-Preciosa, tienes que vestirte, tengo que llevarte a ti y a Jack a la entrevista en la nueva escuela.
Ella me miró con sueño y se dio un golpe en la frente.
-Cierto.
Reí.
-Te queda el vestido.-Celebró sonriendo.-Puedo ponerme el que me compré ayer para estar a tono.
-Claro, pero date prisa.
Esperé a que se cambiara y la ayudé a atarse el cabello. Luego la tomé en brazos para bajar las escaleras.
Rupert estaba leyendo el periódico mientras desayunaba, y Jack simplemente comía todo lo que estaba a su alcance.
Mi hijo sonrió al vernos y codeó a su padre. Él alzó su vista hacia nosotras y se atragantó con el chocolate caliente, tosiendo y escupiendo el contenido sobre el periódico.
Me miró fijamente de una forma tan intensa que mis rodillas temblaron de forma patética.
Traté de no sonrojarme.
-Papá, qué asco.-Protestó Madeleine acercándose a él.
Rupert rió, su barbilla chorreando leche.
-Eres peor que los niños.-Dije tomando una servilleta para limpiarlo.
De reojo, vi que a Jack también le chorreaba miel por la barbilla y reí.
-Mis dos pequeños.-Bromeé limpiando a mi hijo con una servilleta limpia.
-¿Cómo nos vemos, papá?-Preguntó Madeleine dando una vuelta.
Rupert le sonrió.
-Estás preciosa.
Ella aplaudió entusiasmada y se sentó muy erguida en su silla, junto a Jack.
-Tú también te ves...-Comenzó Rupert mirándome.-Es decir... Estás...
Mis mejillas ardieron y él tomó suavemente mis manos.
-Preciosa no es la palabra que yo usaría.-Murmuró distraídamente.
-¿Pasada de moda?-Ayudé.
Reímos.
-No.-Dijo él negando con la cabeza.-Te ves perfecta.
Mis piernas se convirtieron en mantequilla y casi tropiezo. Tuve que sostenerme de él y fue realmente vergonzoso.
Sonrió y me acarició suavemente el rostro.
-Había olvidado lo bien que te queda este vestido.
Me sonrojé otra vez.
-Gracias, Rupert.
Me senté junto a él y bebí un poco de leche fresca para ver si así lograba quitarme la sensación abrasadora que su mirada había despertado en mí.
Tomé un trozo de panqueque y Rupert hizo un puchero.
-Es el último. Se acabaron muy rápido. Debes hacer más. Por mí, ¿puedes?
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Reencuentro [Grintson]
Fanfic"¿Quién es la bebé de la fotografía, mamá?" Estaba bastante segura de que no volvería a verlo. Rupert Grint era mi novio en la Universidad. Íbamos a casarnos y todo marchaba de maravilla. Pero tuvimos un problema y peleamos. Fue una pelea muy fuerte...