- Oye, ¿es mucho si te pido el celular prestado? Mi amiga debe estar desesperada y solo podré sacar otro mañana.
El chico asintió y me prestó el aparato, marqué el número de mi amiga, el cual sabía de memoria y atendió al segundo tono.
- ¿Hola?
- Lili, soy Lottie...
- Oh por Dios, Lottie, ¡¿qué te paso?! ¡¿estás bien?! ¡¿Necesitas algo?!
- Lili, calma, déjame hablar. - solté una risita y la oí suspirar. - Estoy bien, sufrí un pequeño accidente, nada grave, solo quería avisarte antes de que tomes un avión, mi celular ya es historia, por ello no respondí más.
- ¿Cómo es que sabes que estoy en el aeropuerto? ¿Es un celular tan avanzado que puedes espiarme? - reí y ella igual. - Me alegro que estés bien, iré en unos días a verte y no acepto un no. ¿no necesitas nada?
- No, todo bien, debo colgar, el chico del celular se quedará sin crédito, te llamaré mañana, ¿okay?
- Okay, bye amiga. - dicho eso, colgué y le entregué el móvil.
- Lo siento, es algo dramática. - él se encogió de hombros y me tendió un casco, montamos en la motocicleta y tras decirle mi dirección llegamos en unos quince minutos. - Gracias por traerme, soy Charlotte, por cierto, ya lo debiste escuchar pero aún así. - me saqué el casco, se lo pasé y luego le extendí mi mano.
- Anthony Collins - estrecho mi mano - y no hay de qué, lamento de verdad el incidente. - hice un gesto restandole importancia. Me despedí con la mano y entre a casa, escuché la moto marcharse y solté un suspiro, olía a hospital, ¿cómo uno toma una ducha con esta cosa?
-∆-
- ¿Todo bien? ¿Quieres que te pase algo? ¿No sientes que pica?
- ¿Cómo que no lo vas a denunciar? ¡Es un peligro sobre ruedas!
- ¡¿Acaso te amenazó?!
- ¿Sabes su nombre? Le mandaré unas visitas para que apren...
- ¡Basta! Por todos los cielos, no perdí un miembro, estoy bien, no lo denunciaré por esa misma razón, no, no me amenazó, y no pienso decirte nada a ti, déjalo en paz. - dije en tono cansado señalando a Emmet.
Nunca me sentí tan perdida en mi mesa de siempre, desde que llegué todos me llenaron de preguntas y hasta reproches, estos últimos de mis padres. Evite contarles también el nombre pero papá dijo que merecía una lección. Realmente debo mantenerlo alejado de Emmet, congenian demasiado y eso es letal para mi.
- Si me disculpan, quiero adelantar una tarea, iré a la biblioteca.
- ¿Por qué no se lo das a Bianca?, Ella puede hacerla por ti, ¿cierto Bia? - la chica abrió los ojos y se encontró con la mirada intimidante de Valery, iba a negar pero terminó por asentir. - ¿Ves?
- No es necesario, quiero hacerla yo misma, nos vemos luego. - sonreí y me marché.
Odiaba cuando hacia eso, Bianca era del tipo de chica que quería popularidad a cualquier precio, así que se ofreció para hacer la tarea de todos los de "mi grupo" con tal de andar con nosotros.
No tenía tarea o algo, simplemente ya me cansé de estar con ellos, salí al campus y me senté sobre el césped, bajo la sombra de un frondoso árbol. Tomé el libro que hace tiempo tenía sin leer, pero cuando me dispuse a hacerlo una figura apareció frente a mí e impidió que un balón de fútbol americano se impactara de lleno en mi nariz, chillé con sorpresa.
- Creo que ahora estamos a mano, si bien que los accidentes parecen asecharte. - Me dió una rápida mirada por sobre su hombro antes de devolver el balón a un chico que a lo lejos gritaba una disculpa. Luego simplemente siguió su curso.
Mi corazón está acelerado por el susto nada más, ¿cierto?
ESTÁS LEYENDO
In the silence of the night.
Teen FictionNecesitaron solamente tres piedritas. _________________________________________ Prohibida cualquier copia y/o adaptación por cualquier medio sin previa autorización POR ESCRITO de la autora. Obra protegida. ~Ada Cent.