Necesitaron solamente tres piedritas.
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Prohibida cualquier copia y/o adaptación por cualquier medio sin previa autorización POR ESCRITO de la autora. Obra protegida.
~Ada Cent.
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- Entonces, dices que tienes un chico misteriosamente guapo en tu vida, ¡qué emocionante! - exclamó Lili a mi lado en la cama.
- ¡Calla! Te van a oír y sabes que no puedo hablar de chicos. - ella se cubrió la boca con las manos pero pronto empezamos a reír.
Lili vino a visitarme, como lo había prometido, se quedaría una semana ya que tiene una especie de vacaciones de la universidad, aunque siendo sincera, creo que simplemente le dió por faltar ese tiempo, tiene las mejores notas, puede permitirse este tipo de comportamiento.
- Pero, ¿te gusta? - alcé una ceja negando con la cabeza de forma instantánea. - ¿segura?
- Lo conozco hace menos de un mes, sabes que no me intereso por nadie desde Harry, y esta no es la excepción. - dije sincera, mi amiga asintió comprendiendo.
Harry fue mi primer novio, era hijo del socio de papá y yo estaba loquita por él, le dí todo, sin embargo, él no sentía lo mismo por mi, me confesó que estaba enamorado de su mejor amiga y que por mí solo tenía cariño, pero como su padre le había pedido que saliera conmigo para ganar la simpatía del gran Mark Knight. Me destrozó escuchar eso, pero no lo culpaba, dijo que en su tiempo llegué a gustarle, por ello era bueno conmigo, sin embargo, nunca olvidó a su amiga.
Me pidió perdón pero le reste importancia, sólo me dediqué a pensar en una manera para dejarlo libre sin que alguno de nuestros padres terminara enfadado, así que dije que me gustaba otro. Su padre se desempeñó bien y consiguió más acciones, así que no le reclamó nada a Harry, ahora él y su amiga son novios, hace unos tres años.
Desde entonces no me relacioné con nadie, no porque tenga el corazón de hielo o cualquier babosada de esas, simplemente nadie logró mover mi mundo como él lo hizo en su momento y a mí no me gusta tener amores a media.
- Pero por como lo describes, parece ser muy diferente de todos los que conociste, así que yo no descartaría la idea de un romance futuro. - elevó las cejas sugestivamente.
- No lo creo, no es mi tipo, hablamos un par de veces y aunque parece ser buena gente, es demasiado prepotente en cierto modo. Juzgó a todo mi círculo solo por la impresión que le dió, y tiene esa actitud de dueño de la razón y el mundo. Sinceramente, no me cae... - hice una mueca y ella rió.
- Si tú lo dices, acostumbras tener razón en tu percepción de las personas y raras veces te relacionas con quién no te cae a la primera, las únicas que se libran son Valery, Livia, Emmet y Chase, aunque este último no entra en eso. - asentí y bufé. - ¿Cuándo piensas dejarte llevar por quién eres y no por quién tus padres quieren? ¿Cuándo piensas tener más amigos verdaderos?
- Sólo te necesito a ti Lili. - respondí con una sonrisa sincera.
- Pero yo no puedo estar físicamente, te apoyaré siempre, y cuando me necesites estaré, pero ambas sabemos que tenemos responsabilidades en diferentes lugares, no puedo abrazarte cada que necesites, no puedo estar siempre a tu lado, y todos necesitamos a alguien así.
- Y para esos momentos está Chase. Él es mi apoyo de ese tipo, aunque sabes que no me gusta realmente revelar todos mis sentimientos o aflicciones, mi abuela siempre me dijo que no le dé armas a la gente para poder herirme, la única que sabe cada cosa de mi eres tú. - ella me sonrió con cariño y me dió un apretón en la mano, luego se inclinó a abrazarme.
