- ¿Qué hay? Chica mimada. - dijo apenas me acerqué a él, lo miré indignada.
- No puedes venir y actuar así de relajado conmigo después... - miré a algunas personas que nos miraban, les sonreí y volvieron a sus asuntos. Me acerqué más a él. - Me robaste un beso y te largaste, ¿sabes que tengo novio?
- Ni siquiera tú parecías saberlo. - se encogió de hombros y eso sólo hizo que me enfadara más.
- No te vuelvas a acercar a mi, ¿okay?
- ¿Por qué? - dió un paso más cerca y yo aguanté la respiración cuando se inclinó. - ¿No confías en que puedas detener tus impulsos por ser quién quieras si estás cerca de mi? - el aliento mentolado que poseía junto a su perfume estaba haciendo estragos en mi mente.
Se fue acercando y no podía detenerlo..., en realidad, no quería detenerlo, sé lo mal que está esto, pero no me importa.
Cerré los ojos pero sus labios sólo se quedaron al lado de los míos, besó la comisura.
- Hay demasiados ojos, adiós. - acto seguido se subió a su motocicleta y se marchó en un santiamén.
Es la segunda vez que me deja parada como pasmarote por una acción tan inesperada.
Caracoles hervidos, este tipo es un reverendo idiota.
—∆—
- Cuando Lilian me dijo que eras bonita esperaba un nivel más bajo, tu eres preciosa dulzura, ¿dónde te habías escondido? - sonreí algo avergonzada, Esteban, el fotógrafo de la tía de Lili me estaba halagando desde que me vió, hace como quince minutos. - No necesitas ninguna prueba, ya pasaste sólo de estar aquí.
- Me gustaría hacerla de todas formas, no quiero quedar como consentida o algo frente a las demás, quiero que sea justo, hasta porque en mi opinión, no soy fotogénica.
- ¡Tonterias! Te ponemos una bolsa de basura e igualmente saldrás bien, pero tienes razón, seamos justos, no puedo dejar que mi enamoramiento precoz hacia ti opaque mi profesionalismo, si no tuviera novio... - se pasó una mano por la cara y suspiró soñadoramente, haciéndome reír.
Luego de un par de fotos, algunas preguntas, demandas, acuerdos y demás papeleo quede aceptada junto a otras dos chicas, una pelirroja sumamente esbelta, y una morena despampanante, como le gusta decir a Lili.
Vendría dos veces a la semana regularmente durante tres horas, también habían eventos extras pero dijeron que me los marcarían con antecedencia para no interferir en mis estudios.
Luego de eso llegué a mi casa, que como siempre sólo contaba con la presencia de Marta.
- Señorita Charlotte, su novio vino más temprano a preguntar por usted, cómo no sabía su paradero me dijo que lo llamara en cuanto llegara. - bufé pero luego sonreí con agradecimiento.
- De acuerdo, gracias Marta.
- ¿Qué quiere para cenar?
- Lasagna. - dije con una enorme sonrisa, el ama de llaves me sonrió con complicidad, mamá nunca me dejaba comer nada que no sea saludable, así que aprovechaba su ausencia para darme esos lujos y Marta era mi cómplice.
- La llamaré en cuanto esté lista, con permiso. - asentí y ella volvió a la cocina, yo subí a mi habitación. Arrojé mi mochila por algún lado y me metí a darme una ducha, estaba cansada y sudorosa.
Cuando tuve mi pijama puesto miré mi celular y después de mucho pensar, decidí hacer lo que me pidió. Después de todo si no actuaba como una buena novia le vendría con el cuento a papá y él no es muy bueno cuando las cosas no son de su gusto.
- Charlotte, ¿qué significa eso de que no voy un día y ya me pones los cuernos? No me gusta que estén todos hablando de mí por la espalda a menos que sea para decir lo asombroso que soy. - pisqué varias veces asimilando toda esa acusación.
- ¿De qué rayos estás hablando, Emmet?
- No te hagas la desentendida, me enviaron una foto de ti con ese sujeto que no sé quién es, pero claramente no está a nuestra altura. No me gusta que mi chica me falle así Charlotte, respeta nuestra relación.
Jesús, este hombre está loco o es un maniático del poder.
- Ehm, primero, a mí no me hablas así, oíste, cuida tu tonito que yo no soy como las demás con las qué sueles estar; segundo, no te estoy engañando, debieron sacar la foto de un ángulo erróneo justamente para hacerte pensar cosas que no son; y tercero, no hay alturas, Emmet, somos todos iguales, deja de creerte el dueño del mundo, es fastidioso.
- Yo te hablo como quiera, eres mi novia así que tengo ese derecho, y deja también tú de intentar rebajarme al nivel de esos mediocres, tu padre estaría decepcionado de esa actitud tan altruista que aparentas tener, actúa como la Knight que eres, respeta tu linaje. Bueno, no tengo más nada que decir, solo que cuidado, no te acerques a otro hombre, ¿me escuchas? Buenas noches, nena. Pon cara de arrepentimiento mañana para que pueda perdonarte. Adiós. - y colgó, despegue el celular de mi oído y me lo quedé mirando incrédula.
O sea, ¿qué?
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In the silence of the night.
Teen FictionNecesitaron solamente tres piedritas. _________________________________________ Prohibida cualquier copia y/o adaptación por cualquier medio sin previa autorización POR ESCRITO de la autora. Obra protegida. ~Ada Cent.