Suspiré y me contuve de arrojar mi celular lo más lejos posible, estaba realmente cansada ya que había dormido cuando mucho hora y media. Anthony se fue poco antes de las 5 a.m., y obviamente no nos quedamos hablando, no pensaba que alguien podía tener tanto aguante y hacerme a mi también aguantar.
Me levanté de golpe al percatarme de que ese era el sonido de la última de mis alarmas, volé al baño y salí diez minutos después, lista. Tenía tan solo cinco minutos para llegar a la universidad, por ello opté por ir de auto, Marta aún no llegaba y por ello también me fui sin desayunar. Ignore que el cuerpo entero me dolía porque la razón me agradaba, aunque no debiera.
Llegué a la universidad y tras aparcar me dirigí a mi clase, con suerte y el maestro aún no está.
Luego de algunas horas de clase _el maestro Flynn me dejó pasar con una simple reprimienda, gracias al cielo_ no me encontré con nadie de mi círculo en los pasillos y tampoco con Anthony, lo cual fue un alivio ya que no sé cómo reaccionaría o mejor, como lo haría mi cuerpo ante su presencia.
- Charlotte ¡estás horrible! - fue el primer comentario que recibí de Livia cuando llegué a la mesa. En realidad no podía estar en desacuerdo, como iba apurada no me miré al espejo ni me maquille, pero con lo poco que dormí mis ojeras deben estar por el suelo.
- También me agrada verte. - solté con ironía y abrí un poco mis ojos, esto era nuevo.
- Charlotte, ¿puedo hablarte? - Chase ni me dejó responder ya que me tomó del brazo y me arrastró lejos, antes de que Emmet siquiera pudiera acercarse, de algún modo le agradecí eso.
Me llevó hasta un salón de vídeo que casi no se usaba, me crucé de brazos y lo miré sin entender.
- ¿Qué ocurre? ¿Por qué tanta urgencia de hablarme?
- ¿Traes maquillaje en tu mochila o casillero? - elevé una ceja.
- Ya sé que estoy horrible, pero no necesitas todo este drama para decírmelo, además, es descortés.
- No, idiota, tienes un chupetón en el cuello. - abrí los ojos como platos y recordé cuando me lo hizo. - No fue Emmet, ni intentes decir que sí. - bajé la cabeza, ya me cacharon y me siento del asco.
- Yo..., puedo explicarlo, esto... - alcé nuevamente la cabeza con una mueca y él sonrió con ternura antes de abrazarme con un brazo.
- Char, soy tu mejor amigo, no estoy para juzgarte, sé bien que tu noviazgo con Emmet es cosa de tus padres, que no eres ni mínimamente feliz con él. Pero como tu mejor amigo debo enseñarte a cubrir los rastros, traviesilla... - me pellizco la nariz y sonreí.
- Gracias Chase, no sé qué fue lo que me pasó, pero no quise detenerme, me siento muy mal, pero no precisamente por lo que hice, sino porque estuve a punto de ser pillada, ¿qué tan malo es que sienta eso? Yo no soy del tipo que es infiel, nunca miré a ningún otro estando con Harry e incluso después de él, pero entonces llegó Anthony y... - me cubrí la boca al decir su nombre y fue su turno de abrir los ojos como puertas.
- ¿Anthony? ¿Anthony Collins? ¡Ahora tiene sentido que él también tenga uno! Charlotte Knight.., yo que te creía tan buena... - elevó las cejas sugestivamente y me sonrojé antes de pegarle en el pecho, haciendo que riera.
- ¿Cómo sabes de él? Parece ser que nadie aquí lo conoce, al menos no por nombre, solo escuché algo como: "el nuevo chico rubio candente" - él rió.
- ¿Acaso detecto celos? Señorita yo no tengo ojos para nadie desde Harry.
- Puf, ya quisiera, no me gusta, en ese aspecto al menos... - susurré lo último y él negó sonriendo. - No respondiste.
- Ah, si, jugamos fútbol algunas veces, y en ocasiones eh hablado con él, parece buen sujeto, sin embargo, es algo reservado. Pero al parecer contigo no, ¿desde cuándo están juntos?
- Ehm, esto..., no estamos juntos así que digamos, fue solo una travesura, realmente ni me cae bien, pero al parecer mi cuerpo no está de acuerdo con eso. - desvié mi vista al reloj de pared que había en el lugar. - el receso casi acaba y sabes que no soy de maquillajes en estos lugares, ¡¿qué hago?!
Chase se puso a mirar por todo el lugar hasta que sus ojos detectaron algo a lo lejos, seguí sus pasos hasta que llegó y tomó una clase de trapo, fruncí el ceño.
- Mi hermana siempre usa este tipo de cosas en el cuello, pontelo. - me pasó el trapo y lo analice, no estaba sucio y era suficientemente largo para rodear mi cuello quedando como un pañuelo. Lo doble y me lo puse. - Soy un genio muy genial, admítelo.
- Eres un sopenco, pero has salvado mi moral, te amo. - lo abracé tras mi chillido y él rió devolviéndome el abrazo. Sinceramente, era el único amigo que tenía aquí y no podía ser mejor.
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Multimedia: Chase Gallagher.
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In the silence of the night.
Teen FictionNecesitaron solamente tres piedritas. _________________________________________ Prohibida cualquier copia y/o adaptación por cualquier medio sin previa autorización POR ESCRITO de la autora. Obra protegida. ~Ada Cent.