Narra Anthony:
Me senté en la borda de una fuente, al lado de una estatua de dragón rara, pase mis manos por mi cara y respire profundo, ¡contrólate viejo!
Estoy algo estresado desde que me levante, supongo que el acostumbrarme a tener a Charlotte a mi lado cada mañana es lo que me deja de buen humor, sin embargo, hoy amaneció abrazada a Liam, no a mí.
Sé que es su mejor amigo, sé que se conocen hace más tiempo y que tienen una conexión que yo realmente no entiendo mucho, inumeras fueron las veces en las que ella dijo que debía llamarlo y en el mismo instante entra una llamada suya, a veces dice que extraña pasar tiempo con él y por arte de magia toca el timbre, incluso se completan las frases, en verdad, hasta me asustan.
Como sea, entiendo todo eso, pero algo dentro de mi se siente raro al verlos siempre abrazados o cuando él la carga y ríen a carcajadas de chistes internos que no entiendo o me parecen sin gracia, ella es completamente libre con él, yo diría que si por ellos fuera andarían desnudos con total tranquilidad frente al otro.
Nunca fui alguien celoso, cuando estuve con Valery era la relación más tranquila del mundo, pero así también ella no tenía amigos tan allegados. Siempre dije que no me importaba porque creía que era verdad y no le prestaba atención a la pequeña puntada que me daba cuando ella estaba conmigo pero lo dejaba porque él la llamaba, si lo hacía era porque era importante.
Pero esta mañana más temprano al verlos dormir en el sofá con ella rodeandolo por completo y él con la mano en la parte libre de su espalda que dejaba el vestido quedé de malas, cuando Peter empezó a hacer comentarios ridículos me dejaba peor, pero nada se comparó a cuando apareció el chico ese a sacarles una foto a mis padres alegando que su pasatiempo era pintar el amor, muy poético, hasta que fuimos a ver el retrato que hizo de mis padres, no fue lindo ver que el cuadro que estaba frente a todos los demás sea uno de Charlotte con William y rodeado de pequeños corazones flotando alrededor.
Los dos se miraban y sonreían, además como siempre él la estaba cargando. No me gusta sentirme así, no me gusta verla con él y no me gusta que no me guste eso porque es posesivo y egoísta, pero así también no lo puedo evitar.
Mis padres me reprendieron en mas de una ocasión por estar tan pensativo y con el ceño fruncido casi todo el camino, y por darle zapes constantes a mi hermano, es que el zopenco no para de molestar.
- Anthony, ¿qué te ocurre? Estabas super bien pero exclusivamente el día que salimos como familia tienes esa cara de flabuache aplastado. - mire a Dylan frente a mi y luego giré la cabeza levemente con curiosidad.
- ¿Fla qué?
- No lo sé, lo dicen en una caricatura, pero no me cambies el asunto. - se sentó a mi lado pero luego se me pegó un poco más al ver al dragón, de verdad esa cosa era fea, sonreí. - Tengo 12 pero todos sabemos que soy más maduro que tu incluso, y eres como un maestro budista en cuanto a sabiduría y madurez. - ahora si reí de verdad, Dylan era quién siempre sabía sacarme una risa con sus comentarios repletos de perspicacia.
- Bueno señor monje del monte Paoz, sólo desperté con el pie izquierdo y aunque quiera no puedo estar de buenas.
- Me gusta la referencia a Dragón Ball, significa que el buen gusto no lo perdiste, como sea, ese mal humor se debe a que mi hermosísima cuñada durmió con el sobreprotector hermano de mi futura novia y no contigo, ¿cierto? - lo mire y me encogí de hombros. - Cierto, pero qué con eso, ¿estás celoso? ¿no confías en ella?
- Claro que confío. - dije sin chistar. - Y ni siquiera puedo decir que es en él en quién no confío porque también lo hago, lo que no confío es en mí, siento que ellos tienen algo que yo nunca podré entender o igualar, no sé, es raro, son cosas de mi cabeza, no te preocupes hermanito.
ESTÁS LEYENDO
In the silence of the night.
Teen FictionNecesitaron solamente tres piedritas. _________________________________________ Prohibida cualquier copia y/o adaptación por cualquier medio sin previa autorización POR ESCRITO de la autora. Obra protegida. ~Ada Cent.