☣ATENCIÓN:☣
Este capítulo contiene escenas fuertes de violencia, recomiendo leer con discreción.
-∆-
- Emmet, por favor.., detente.., soy... virgen... - atiné a decir cuando finalmente logré separarlo un poco de mis labios.
- Nena, eso lo hará aún mejor... - susurró y me sacó la remera, solté un leve gritito ante tal gesto y me cubrí, él tomó mis manos y las llevó sobre mi cabeza, esto sería tan Cincuenta sombras si no estuviera al borde del llanto y la repulsión. Mi cabello se movió justo al momento que se iba en dirección a mi cuello, me soltó las manos y ladeó mi cara. - ¡¿Qué es esto?! ¡No eres virgen maldita zorra! ¡¿Quién es el jodido imbécil que se atrevió a meterse con lo mío?! ¡Dímelo! - gritó a centímetros de mi cara, hasta me escupió. Iug.
- Alguien mejor que tú, claramente. - dije con la valentía fluyendo por mis poros, al fin la fragilidad se había ido y aunque realmente fuera una hormiga a su lado no me dejaría pisotear más, me llamó zorra, por todos los cielos.
Nuevamente sentí mi mejilla arder, pero no sólo eso, la esquina de mi labio empezó a sangrar, ahora me había dado un puñetazo.
- Aprenderás a respetarme por las buenas, o por las malas, Charlotte Knight, conmigo nadie se pasa de listo, mucho menos una mujer. - levantó de nuevo la mano pero conseguí desviarme, no soy buena en defensa personal, pero al menos tengo algunos reflejos. Empecé a moverme por el departamento pero antes de que pueda llegar a la puerta del baño para encerrarme ahí, me alcanzó.
Jalo mi cabello haciéndome caer sentada y solté un chillido ante ambos dolores, se puso sobre mí a horcajadas. Me tomó nuevamente de mis mejillas con sus dedos e hizo que lo mirara.
- ¡Dime quien es el maldito!
- Nunca. - dije firme. Empujó mi cabeza contra el suelo y gemí por el dolor, nuevamente me golpeó pero conseguí sacarlo de encima con ayuda de mi rodilla. Cuando llegué a la puerta principal me apresó entre ella y su cuerpo, nuevamente estiró mi cabello al punto de sentir que me dejaría calva. Me arrojó contra una de las paredes y me sacó el short que traía.
- Te enseñaré que nadie será mejor que yo. - metió una de sus manos en el interior de mi braga y chillé, puse mis manos en su pecho pero las retuvo ahí, metió dos dedos y ahogue un jadeo, su boca se fue al borde de mi sujetador y con sus dientes lo movió dejando uno de mis senos libres, lo metió en su boca y me sarandeé, pero al hacerlo sólo aumento sus movimientos en mi intimidad. No resistí y las lágrimas salieron.
Atacó el otro pecho y aceleró el movimiento de sus dedos, gemí sin querer entre el llanto.
- Vente para mí. - susurró a centímetros de mis labios, y a pesar de no querer, sucedió lo que dijo, sacó sus dedos y se los llevo a la boca. - Sabrosa. - desvié la vista y sollocé.
Se sacó el pantalón junto con los boxers y me giró, dejando mi mejilla pegada a la pared.
- Mira las marcas que tienes, ramera de cuarta. - dijo con la voz cargada de ira antes de darme un azote en el trasero, di un respingo.
- Para, por favor... - pedí en un susurró, pero eso no lo inmutó, sentí como pasaba su miembro por mi trasero, empezó a penetrarme y nuevamente quise vomitar, estaba a punto de penetrarme por completo cuando tocaron la puerta. - ¡Auxilio! - alcancé a decir antes que su mano cubriera mi boca.
- ¡Largo! - gritó él saliendo, gruñí y mordí su mano.
- ¡Ayud...! - me apretó más a la pared hasta que mi voz se apagó.
Por suerte la puerta empezó a ser golpeada, Emmet gruñó y se subió el pantalón. La puerta se abrió y un atónito Chase ingresó, me cubrí los pechos y corrí hacia él.
- ¡Sacame de aquí! - susurré pero él no dejó que lo abrazara, lo cual no comprendí pero no iba a averiguarlo en este momento.
- No. Ella se queda, tú te largas, y no viste nada aquí. - Se separó de mí y caminó hasta el sofá, bajo la atenta mirada de Emmet, tomó mi celular junto con mis ropas y volvió hasta mí. Me las dio y me las puse rápidamente.
- Nunca más le pondrás un dedo encima, Lancaster. - dijo con parsimonia, pero su voz salió tan grave que hasta me dio escalofríos. Señaló con la cabeza el exterior y salí antes que él.
- He dicho que no se va. - Emmet se lanzó sobre Chase y yo solté un grito, mi amigo era mucho menor que ese mastodonte y no me lo perdonaria jamás si llega a pasarle algo por mi culpa.
Pero para mi sorpresa el rubio se lo sacó de encima con un movimiento algo parecido a los que usan en la UFC, le hizo una llave, luego se paró y le dió un golpe en la cabeza dejándolo inconsciente.
Espero que solo inconsciente.
- Descuida, solo lo noqueé, vámonos antes que despierte, pequeña. - dijo al notar mi cara de pánico, es un imbécil, pero no quiero tener un cargo de conciencia por ser culpable de un asesinato y mucho menos volver a mi mejor amigo un asesino.
Me llevó hasta el estacionamiento y me hizo entrar en mi auto, cuando subió de piloto tomó su celular y marco.
- Quiero denunciar un intento de violación.., si, tengo a la víctima aquí presente.., la dirección es... - le dió unas cuantas indicaciones y colgó. - Debemos ir al hospital, tienes que hacerte el examen de cuerpo de delito. Siento no haberte dejado abrazarme, pero eres evidencia, no puedo tocarte.
Asentí comprendiendo y tragué saliva, nunca me había sentido tan humillada.
- Gracias... de verdad, no sé qué pudo haber pasado si tú... - susurre cuando se puso en marcha y tragué en seco mientras contuve el llanto.
- No hay de qué, sabes que siempre estaré para ti, Char, eres como mi hermana menor y mejor amiga, ese hijo de puta no volverá a molestarte, te lo prometo, o dejo de llamarme Chase Gallagher. - me guiñó un ojo y sonreí débilmente.
Como le dije a Lili, Chase no se ubica entre amistades simplemente, él es como la familia que necesito, es mi hermano, no de sangre, pero si es necesario le daré el mío.
Sinceramente, me arrancaría el corazón latiendo para dárselo.
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In the silence of the night.
Ficção AdolescenteNecesitaron solamente tres piedritas. _________________________________________ Prohibida cualquier copia y/o adaptación por cualquier medio sin previa autorización POR ESCRITO de la autora. Obra protegida. ~Ada Cent.