In the silence of the night.

🍃 C7 🍃

- Charlotte, necesito que te vistas con la ropa más presentable que tengas, tendremos visita para cenar. - dijo mi madre entrando a mi habitación como si nada, la miré de reojo ya que estaba haciendo la tarea.

- ¿Puedo saber de quién se trata?

- Es el dueño de un Emporio de modas. - respondió simplemente, fruncí el ceño pero no me dejó replicar, se retiró cerrando la puerta.

Suspiré y terminada la tarea me di una ducha, salí con una bata y una toalla en la cabeza, abrí mi clóset y recorrí mis ropas con la vista. Di con un vestido color jade, ceñido hasta la cintura, suelto hasta pocos dedos arriba de las rodillas, con un cinturón de diamantes, me puse un collar y aretes a juego con el cinturón. Tacones negros con incrustaciones.

Eran de las cosas más caras que mi padre me regaló, aunque lejos estaba de ser lo más caro.

Me saque la toalla del pelo, sequé mi cabello y le hice rulos en las puntas, me puse una diadema y planche mi flequillo. De maquillaje opté solo por rimel, blush y un labial Matte rosa claro. Perfume y estaba lista.

Papá me gritó que bajara y gruñi, pero lo hice. Descendí lentamente y escuché voces desde el comedor, me paralice, caracoles, era quien pensé.

- Leandro, déjame te presento a mi hija, Charlotte, cariño, este es el dueño del emporio Lancaster. - el padre de mi queridísimo amigo me pasó la mano y forcé mi mejor sonrisa al estrecharla.

- Eh oído mucho de ti querida, es un placer finalmente conocer a la chica que ilumina los ojos de mi hijo. - la forma en la cual logré controlarme para no reír en su cara fue magistral.

- Espero que haya hablado bien. - fue lo primero que se me ocurrió decir.

- Cómo no tienes idea.

El siguiente en saludar fue Emmet, con un demorado beso en la mejilla, de reojo vi la sonrisa de nuestros padres, tuve que tragarme todas las maldiciones que pasaron por mi mente.

La cena transcurrió con normalidad, no hablaron tanto de negocios, solo se dedicaron a conocerse. Hasta que el señor Lancaster le hizo una seña con la cabeza a su hijo, quien se encontraba sentado a mi lado, Emmet asintió y carraspeo para llamar la atención.

- Bueno, opino que esta noche es la oportunidad perfecta para hacer lo que he querido hace tanto. - se paró y me miró, me abstuve de cerrar los ojos con fuerza. - Señor Knight, me gustaría pedirle su aprobación para hacer de su hija, mi novia.

Miré a papá con la esperanza de que viera el desespero en mis ojos, pero obviamente fue inútil, se paró, y sonrió.

- Me resulta una excelente idea, pero debes saber que ella es mi mayor bien, necesito que prometas que la vas a cuidar como a tu vida, que la respetarás y honraras a todo momento. ¿Puedo confiar en que será así, muchacho?

- No lo dude en ningún momento señor, su hija me conquistó desde el primer momento en que posé mis ojos en ella, la trataré como la reina que es.

- En dicho caso, te doy mi autorización, puedes salir con Charlotte. - mi vista ya se había perdido hace tiempo, dejé de mirar tanto a mi padre como a Emmet, quise mirar a mi madre, pero sabía que ella estaba encantada con la idea y no me serviría de nada. Papá carraspeo y levanté la vista hasta él, me hizo una seña para que mirara al que ahora era mi novio, respiré profundo y sonreí mientras me paré.

- Te quiero mucho, Charlotte. - miró a mi padre y acto seguido, unió nuestros labios. Yo simplemente le seguí el beso pero me separé casi al instante, bajé la cabeza y sonreí, había aprendido a fungir vergüenza o inocencia, así que usé eso a mí favor.

Brindamos y tras algunas horas, se marcharon, Emmet prometió venir al día siguiente para llevarme a una cita. Después pedí permiso para retirarme alegando que tenía muchas emociones que me dejaron exhausta, pues sabiendo como son mis padres me impondrían un montón de cosas y no quería ser grosera con ellos.

Me saqué la ropa y desmaquillé, todo con una calma impresionante, cuando me recosté tomé un cojín y lo empecé a golpear, con toda la fuerza del mundo intentando contener el llanto, y de alguna manera, me dormí.