Y de pronto me di cuenta de que el monstruo al que tanto temía, ese que se escondía bajo mi cama, sólo intentaba protegerme.
Scarleth
Caminé por el iluminado pasillo que daba a la sala de reuniones y fui disfrutando de la exquisita decoración de esa planta, parecía haberla decorado otra persona.
Oí la disputa que tenían Diablo y el Zar por mi demora. Había llegado bastante antes a propósito y le había pedido al chico que nos recibió, un rato para poder estar en los jardines traseros por dos motivos muy evidentes: Eran preciosos y quería llevar al límite a Alessandro antes de mi aparición.
Sólo se oían mis tacones golpeando firmemente el suelo cuando llegué a la puerta y entré reparando en la copa y el espectáculo que tenían cerca de la silla que supuse, era mi asiento.
En la cara de Alessandro podía ver todo lo que pasaba a través de su mente. Por una vez, la cara de póker le había fallado.
Miré hacia la silla que desentonaba con todas las demás y me senté mientras bebía de la copa del que ahora era mi rival. Apreté sutilmente mis labios contra el vidrio de ésta para dejar mi huella.
Sonreí internamente.
—Brenda, ¿qué haces aquí? —dijo como si aún no hubiera atado cabos.
Me levanté de la que ahora era mi silla y puse mi maletín encima de la mesa. Llegó el momento de salir a la luz habiendo estado tanto tiempo en la oscuridad siendo para gente como él, una simple puta sin aspiraciones en la vida.
Había trabajado durante un año sin cesar, había aprendido a llevar las cuentas del negocio partiendo de cero viviendo con lo justo para ahorrar más.
Mis clientes jamás volvieron a ser al azar, estudiaba a cada cliente que entraba y les sacaba información verdaderamente útil en momentos en los que ellos querían ser escuchados por alguien, y allí estaba yo.
Diablo decidió darme la mitad de las acciones del negocio al ver como prosperaba éste. El dinero instantáneo puede ser la perdición para muchas personas, pero no para mí.
Había sido paciente, como una araña después de tejer su tela cuidadosamente y por fin la presa había caído en mis redes.
Miré directamente a Alessandro y le extendí la mano lentamente.
—Por fin nos conocemos, Alessandro. Mi nombre es Brenda Salazar, codirectora del hotel Pleasure.
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No te enamores del Zar [WATTYS 2019]
RomanceUn club nocturno, varias mujeres, un hombre misterioso y una elegida. Para los desconocidos soy Scarleth, para el Zar algo más que una mera puta. Tenemos un pacto, un contrato que va más allá de la ley. Las personas que más brillan vienen a esconder...