Dicen que los muros dividen y los puentes acercan. Yo, amurallada, sólo puedo ver el cielo oscuro, pero sé que el puente al que me dirijo me acercará a la verdad y la redención.
A veces, las cosas son buenas y malas a la vez.
Brenda
El cielo nocturno nos hacía de manta protectora. Aquella noche, la luna no quiso hacer acto de presencia para poder movernos muchísimo mejor en el campo que mejor conocíamos de la vida: la oscuridad.
A mi lado, yacía una sangrante y pálida Araña. Tuve que mirar a otro lado y apretar los dientes, ya que mi primer impulso fue taparla con algo que le diera algo de calor.
Me odié a mi misma por tener esos pensamientos hacia ella, cuando había sido pasto de sus mentiras, engaños y le habíamos entregado tanto Lolo como yo, todo nuestro cariño y calidez cuando entró nueva al hotel.
Mis pensamientos se disiparon con el freno de mano que el Zar había puesto. Se giró y miró primero mi pistola y luego intensificó su mirada en mí.
Ya no sabía qué pensar. ¿Debería acabar con todos?, ¿cuándo es que comencé a dudar hasta de mí misma?
-Hemos llegado-se limitó a decir cuando le aparté la mirada algo tensa.
A lo lejos y con dificultad, ya que no estaba muy bien iluminado, se veía un antiguo y pequeño puente. Debajo de éste corría un pequeño riachuelo de las incesantes lluvias de los días pasados.
No se veía a nadie.
-¿Le llamas para que aparezca?-pregunté algo más calmada a la traidora que estaba manchando el coche en el que estábamos.
-N-No -contestó mientras intentaba mirar hacia el puente y sus alrededores- siempre está ahí, aunque no le vea.
Asentí sin ganas de seguir la conversación. Todo me irritaba, todo me dolía, todo apestaba. A penas me reconocía. Pasé toda mi vida escondiendo mis sentimientos y pensando que cada paso que daba, cada pequeño detalle en el que me esforzaba, me acercaba un poco más a donde quería llegar, pero me equivocaba.
Me dibujé unas alas que no eran más que eso, un mero boceto para continuar pensando que no me arrastraba cual serpiente por la vida a cambio de respirar un día más. Aunque fuera falso, era mi pintura, era en lo que yo creía y hacía que siguiera teniendo unos valores.
Valores que se fueron a la mierda cuando entré dentro de la boca del lobo y vi la realidad.
No iba a ser un final feliz, pero iba a ser un final después de todo.
-Ahí está, Brenda. -el comentario del Zar me volvió a la realidad- prepárate para lo que pueda suceder y no te separes de mí.
A lo lejos, en lo que pareció un instante, se pudo ver un hombre con un abrigo largo saliendo de su escondrijo para ver mejor. Miré mi reloj y vi que pasaba un minuto tan sólo de lo acordado.
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No te enamores del Zar [WATTYS 2019]
RomanceUn club nocturno, varias mujeres, un hombre misterioso y una elegida. Para los desconocidos soy Scarleth, para el Zar algo más que una mera puta. Tenemos un pacto, un contrato que va más allá de la ley. Las personas que más brillan vienen a esconder...