Adiós

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El adiós no se lo doy ni a los muertos. Bien que existen historias de fantasmas, zombies y reencarnaciones.

Lo último que se pierde es la esperanza y lo último que se da es el adiós.

Lolo

Era un día cálido

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Era un día cálido. Los días se alargaban y las noches se acortaban poco a poco. La brisa que entraba por la ventana acariciaba el rostro de Brenda, que yacía con una vía pero con mucho mejor aspecto que los días anteriores.

Había pasado más de una semana del asesinato de Lolo. El cuerpo de ésta fue devuelto a su familia, su madre adoptiva y los dos hijos que tenía y que celosamente había guardado para sí. Sólo Gael conocía la verdad y Brenda.

—Hoy es el entierro, siento que no puedas asistir— dije en voz alta mientras contemplaba los labios aún pálidos de Brenda —pero podrás rendir homenaje cuando quieras.

Araña había ido con Gael y el inspector Luca. La venganza estaba a punto de servirse, pero todo tiene su momento y hoy, era el de Lolo y sus seres queridos.

  —Pobre Alessandro, hablándole a una zorra en coma. Se rumorea que estás ablandándote.

—Aún no te has muerto con tu propio veneno, ¿Teresa? 

  —Parece que te joderé un poco más, pero no debería ser así, esposo mío...

El dedo de Teresa pasó por mi espalda y apoyó sus pechos contra mí. De puertas para fuera tenía una reputación que mantener si no quería que vinieran a por mí y los míos.

  —Espérame en la habitación de invitados, ahora voy. —sentencié con resignación.

  —¿Por qué no en la tuya?

—La mía es de Brenda, no lo vuelvas a preguntar.

—¡Esa puta no tiene cabida en nuestras vidas, ahora eres mío!

—Jamás seré de nadie, Teresa y menos tuyo. No me hagas callarte la boca. El trato ya lo tengo cerrado, sea casado o... viudo.

  —Te arrepentirás de eso último que has dicho. A esto podemos jugar los dos, Zar.

Salió dando un portazo  y dejándonos de nuevo a solas. Abrí el libro que llevaba siempre encima y seguí con la historia, dejando al margen la guerra que estaba a punto de comenzar también en la realidad.

 Abrí el libro que llevaba siempre encima y seguí con la historia, dejando al margen la guerra que estaba a punto de comenzar también en la realidad

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No te enamores del Zar [WATTYS 2019]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora