Interlaced Ways

Capítulo 1 - Viejos tiempos

- ¡No me sueltes! - la oí gritar mientras yo la empujaba.
- Vamos, Destiny, tú puedes hacerlo. ¡Anda, pedalea! -la alenté antes de soltar el asiento de su bicicleta.
- ¡Taehyung! -chilló.
- ¡Pedalea, Destiny, pedalea! -grité con mis manos alrededor de mi boca para hacer más fuerte mi voz.

Algo tambaleante, continuó pedaleando mientras yo la animaba a sus espaldas. Era su primera bicicleta, regalo de parte de mi familia.

Éramos los mejores amigos, hacíamos todo juntos. Era espléndido vivir en medio del campo y corretear felices por los verdes y largos pastizales.

Destiny era más pequeña que yo, una leve diferencia de dos años. Sus padres eran muy amigos de los míos y cada fin de semana nos reuníamos en alguno de los dos campos para cenar juntos.

A diferencia de nuestros progenitores, con Destiny nos veíamos todo el tiempo.

- Hola abuela Mary, ¿Podría llamar a Destiny?- pregunté educadamente, como siempre.
- ¡Hola, pequeño Taehyung! -la abuela de Destiny me tenía mucho afecto-, ella se encuentra jugando con el potrillo, ya sabes como es Destiny cuando nacen nuevos animales. -Reí, claro que lo sabía.

Me despedí agitando la mano y corrí hasta el granero. Hacía más o menos una semana, había nacido un potrillo; el padre de mi mejor amiga había prometido que cuando creciera, ella lo montaría. Destiny estaba más que entusiasmada con la idea.

- ¡Tae!- gritó al verme llegar trotando.
- Te tengo una sorpresa, dentro de tres días será tu cumpleaños número ocho, pequeña...
- No soy pequeña. -frunció el ceño a lo que yo reí.
- Déjame terminar...
- Lo siento. -se disculpó y el brillo de sus ojos aumentó.
- Tengo planeado el mejor cumpleaños de tu vida, Destiny. Ya verás, la pasaremos genial.
Ella aplaudió y me abrazó con ternura.
- Solo vine a decirte eso, mamá me espera con la cena. Nos veremos mañana, ¿de acuerdo?- ella asintió.

En el día de su cumpleaños, pedí permiso para poder llevar a Destiny a mi campo.

Mi papá, cuando cumplí los diez años -hacía solo un par de meses-, me enseñó a montar a caballo. Destiny jamás había montado uno y me había parecido una estupenda idea para que no olvidara jamás esa experiencia.
Al ver a mi caballo, ella sonrió de oreja a oreja y sus grises ojos centellaron de felicidad. Papá nos ayudó a los dos a subirnos a mi potro.

- Con cuidado, Taehyung. No estás solo arriba del caballo, ahora llevas una pequeña carga más...-sonrió revolviendo el ondulado cabello de Destiny.
- Lo sé, pa. Tendré cuidado... -prometí tomando con firmeza las riendas.
Ella no soltó mi cintura, sus pequeñas manos me rodeaban con fuerza.
- Con calma Destiny, no me dejas respirar...-reí y ella soltó su agarre enseguida - ¡No me sueltes!, solo... agárrame con menos fuerza...
- ¿A dónde iremos, Tae? -preguntó con su dulce vocecita.
- Sorpresa...- Destiny rió.

Hacía meses que estaba trabajando en eso, mi padre y mis hermanos Jimin y Hoseok me ayudaron, no iba a poder hacerlo solo, por supuesto. Destiny se quedó estupefacta al ver nuestro árbol favorito, "el gran Bob" como ella lo llamaba, con una casita de madera entre sus ramas.

- Taehyung, ¿eso es...?
- Si, es nuestra casa del árbol, Destiny ...-sonreí al ver la alegría impresa en su angelical rostro. Me bajé del caballo y la ayudé a ella a hacer lo mismo.
- ¿Podemos subirnos allí arriba?-señaló hacia lo alto.
- Claro que sí, para eso está...para pasar todo el tiempo que queramos allí arriba. Sonrió ampliamente.

Esa tarde la pasamos en nuestra casa del árbol, mirando por una de sus ventanas el atardecer. No había nada más bello que el atardecer en el campo, los rayos del sol pintaban toda la siembra con su luz.

Los siguientes días nos dedicábamos a pasar tiempo allí, andando a caballo y correteando por los pastos, como siempre.

Llegué a mi casa muy sonriente, ese día con Destiny habíamos salvado un pequeño pájaro. La buena obra del día.

- Taehyung, cariño... debemos hablar... -me miró mi madre señalándome la silla.
- ¿Qué sucede?
- Hijo... Destiny y sus padres se mudarán a la cuidad...

Sentí como el perfecto mundo de un niño de diez años, se derrumbaba.

- ¿Qué? - la presión en mi garganta empezaba a aumentar y mis ojos necesitaban sacar las lágrimas que comenzaban a acumularse en ellos.
- Lo siento...la abuela Mary se quedará, el campo está a su nombre, pero el Sr. y la Sra. Novotny se irán a vivir a la ciudad por una excelente propuesta de trabajo.
- ¿Destiny no se puede quedar con Mary? -las gotas saladas mojaban mis enrojecidas mejillas.
- No, cariño. Ella debe irse con sus padres. -noté la angustia de mi madre en sus ojos.

Limpió con su dedo pulgar las lágrimas que recorrían mi rostro y besó mi frente, para luego envolverme entre sus brazos.

Arrugué su vestido con mis manos y hundí mi rostro en su cuello para llorar desconsoladamente, mientras ella besaba mi cabellera.

- ¿La volveré a ver? -dije luego de sorber por la nariz.
- No lo sé...

Más lágrimas. Me solté de mi madre y corrí hasta la puerta para continuar trotando hasta la casa de ella.