Capítulo 19 - Estar Enamorado

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Todos rodeamos la mesa en cuestión de segundos, bendecimos los alimentos y comenzamos a comer.

La abuela tenía ese talento culinario especial que todas las abuelas tienen, es increíble que cocine de esa forma. Pronto, todos quedamos satisfechos, Leo se durmió sobre la panza de su madre, y las niñas de Hoseok continuaban en el noveno sueño.

Ya siendo casi las dos de la madrugada, todos comenzaron a despedirse para meterse a la cama.

- Buenas noches, hermano-me deseó Jimin rodeándome con un brazo, ya que en el otro lo tenía a Leo durmiendo.
- Que duermas bien...-le dije- tú también, linda con panza...-expresé en tono de broma a Noe.
- Igualmente...lindo con...-trató de pensar- ¡ah! No tengo imaginación, cariño, el sueño me impide pensar...
- ¿Y cuál es tu excusa cuando no tienes sueño?

Me fulminó con la mirada, luego una sonrisa se dibujó en su cansado rostro.

- Eres un tonto... un lindo tonto...-acarició mi mejilla y se metió a la habitación con su marido.

Largué una risa quedada. Adoraba a mi cuñada.

Saludé a Hoseok y a su esposa, que estaban igual de cansados.

- Gracias por traerme a mis sobrinas, viejo...
- No agradezcas, Taehyung... Buenas noches...-me abrazó Hoseok, luego Ali me besó en la mejilla y me dedicó una última sonrisa antes de entrar a la habitación.

Volví al comedor y allí estaba mi preciosa Destiny, sentada de brazos cruzados, con sus ojos cerrándose por el cansancio.

- Oye, linda... ¿Vamos a dormir?
- ¿Vamos?-preguntó algo adormilada.
- No hay más camas, y como nosotros... bueno tú sabes... pensé que podríamos dormir en la misma cama, pero si no quieres no hay problema, puedo dormir en el sillón...

Iba a seguir con mis posibilidades, pero Destiny me calló con un dulce beso en mis labios.

- Quiero dormir contigo, Taehyung...
Nunca había sonado tan bien aquella oración.

Se colgó de mi cuello y hundió su rostro allí, para luego aspirar mi perfume.

La rodeé por la cintura y besé su hombro descubierto.

- No tienes idea de lo sexy que te ves en ese vestido, linda...-la halagué rozando mi lengua en el bretel de la prenda.

Ella se estremeció en mis brazos.

- No empieces...-me retó.
- Yo no empecé nada, de ser por mí todo el día estaría mimándote...
- ¿Lamiéndome?

Largué una carcajada.

- No es mala idea... ¿Es algo que te agradaría?
- Quizás...-me iluminó con su blanca sonrisa para luego unir nuestros labios en un beso.

Alcé a Destiny en brazos y me encaminé hasta nuestra habitación, al entrar, como haciendo malabares, logré trabar la puerta. En el proceso casi me caí, pero logré cerrarla.

Creí que el tema del equilibrio lo había superado, pero algo distraído choqué contra los pies de la cama y ambos caímos en el suave colchón. A Destiny le había agarrado un ataque de risa incontrolable, me lancé sobre ella y le tapé la boca con la diestra mientras yo trataba de controlar mis carcajadas.

- Shh-mascullé- nos descubrirán...

Ella continuaba riendo, hasta que en un momento, quedó en silencio, clavándome sus grises ojos. Yo continuaba con mi mano cubriendo su boca, Destiny la tomó para luego juguetear con mis dedos, y después llevarse mi índice hacia su boca.

Sentí una explosión al sentir su lengua húmeda rozar mi extremidad.

Cerré los ojos y proferí un gemido algo extraño que provocó su risa.

Guió a mi mano desde su cuello hasta sus senos, donde no dudé en quedarme allí.

En un movimiento rápido, me acomodé entre sus piernas y las obligué a quedarse firmes en mi cadera. Quité mi camisa y remera en un santiamén y aplasté mi cuerpo en el de ella, hundiéndonos a ambos en el colchón.

Mordí su mandíbula y cuello, y besé la loma de sus pechos, obligando al vestido a descender a medida que bajaba con mis besos hacia su abdomen. Al llegar a su bajo vientre, rocé con mi lengua su ropa interior y ella se retorció debajo de mí manifestando leves gemidos de placer.

Volví a su boca, mordiéndola, saboreándola. Llevé una de mis manos hacia su bajo vientre, colándola entre su ropa interior. Fue allí cuando Destiny arqueó la espalda y clavó violentamente las uñas en mi espalda. Esas caricias fueron las que la activaron por completo. Me obligó a colocarme debajo de ella, tomó mi rostro con ambas manos y mordió mi boca con deseo.

La yema de sus dedos dibujaban formas abstractas en mi pecho, bajando por mi abdomen, y me alarmé cuando atrevidamente se metieron por dentro de mi pantalón.

- Esto es un juego de a dos, Tae...-susurró en mi oído mientras se dedicaba a lisonjear una de las partes más sensibles de mi cuerpo.

Sus labios en ningún momento se despegaron de los míos, era un juego de caricias y amor, mucho amor.

Ahora, ya en el perfecto clímax, saqué de un tirón su vestido con una maliciosa sonrisa en mi rostro. Ella me ayudó a quitarme el pantalón a medida que imprimía en mi abdomen mortíferos besos.

Cuando ambos estuvimos listos, me acomodé entre sus piernas y comencé a moverme rítmicamente a medida que la situación se tornaba más excitante. Dentro de todo tratamos de ser lo más silenciosos posible, teníamos visita y no sería nada lindo despertar al otro día con varios pares de ojos clavados en la nuca.

Interlaced WaysDonde viven las historias. Descúbrelo ahora