Interlaced Ways

Capítulo 18 - Las dos palabras que te alegran el día

- Lo sé, solo me agrada ver tu expresión... de sólo pensar que se te vienen incómodos flashes a la mente, me siento victoriosa...-sonrió.

Carcajeé y luego miré a mi alrededor, había olvidado de presentar a Destiny, pero ella estaba ocupada saludando a Jimin.

- Oh... ¿qué es lo que huelo?... No tienes idea del hambre que tengo... podría comerme una vaca entera...-comentó Noe, haciendo que vuelva mi vista a ella.

Reí otra vez.

- ¿Dónde está Leo?-pregunté.
- Se quedó dormido en la camioneta, ve a buscarlo, le hará feliz verte...

Sonreí, a mí también me haría feliz verlo. Era un niño muy inteligente y simpático.

Corrí rápidamente a la camioneta, y allí estaba, durmiendo como un ángel.

Lo alcé en brazos y comencé a volver hacia la casa, pero pronto el pequeño despertó.

- Hola, campeón...-lo saludé, él me abrazó con más fuerzas- ¡cuánto has crecido!
- Hola, Tiíto...-me saludó con su voz dulce como la miel.
- Estás hecho todo un hombre, Leo... ¿cuántos años tienes ya?

El niño me contestó levantando cuatro de sus dedos.

- Cuato...-dijo con orgullo.

Carcajeé.

- Pues vaya, sí que estás grande...-besé su frente y entramos a la casa.
Leo se rehusó a soltarme, así que me acerqué a Destiny con el niño a cuestas.

- Destiny, te presento a mi sobrino, Leo...-le sonreí y ella me correspondió.
- Hola, precioso...-le dedicó una blanca y perfecta sonrisa al pequeño, que también le sonrió.
- Mmm, creo que le gustas...-le susurré a Destiny, ella carcajeó.
- Es muy lindo niño...
- Se parece muchísimo a Jimin cuando era pequeño... no más que Leo tiene los ojos apenas un poco más claros, además de tener los ojos grandes y expresivos de Noe, claro...- besé la frente de mi sobrino, maravillado. No podía ser tan adorable el mocoso.
- Con que ahí está mi gladiador...-se acercó Noe con una tostada en la mano.
- Noe, ella es Destiny...es...- ¿Qué era Destiny?... ¿Mi novia? ¿Mi amiga?
Noe lo cazó al vuelo. Sonrió.
- Hola Destiny... ¡vaya que eres linda!... ya puedo imaginarme la perfecta combinación de Taehyung contigo en un lindo bebé...-comenzó a parlotear.
- Noe...
- ¿Te lo imaginas? con el cabellito castaño y tus ojos grises... ¡Oh, Dios! Que niño sería...
- ¡Noe!-la llamé por segunda vez.
- Ya, ya... buscaré más provisiones... soy un pozo sin fondo...-ni bien terminó la oración, desapareció.
- Rayos, sería un lindo hijo el nuestro...-me quedé con aquel pensamiento rondando en mi mente.

Destiny se puso nerviosa y se ruborizó en menos de dos segundos.

- ¿No te gustaría?-pregunté apoyando mi mejilla en la cabecita de Leo.

Su rostro se suavizó y sus ojos chispearon.

- Me encantaría...-sentenció.

En ese momento, sentí que el pecho se me expandía, que en cualquier minuto el corazón se me saldría del pecho para ponerse a bailar y a cantar como loco.

Clavé mi mirada en ella, suspiré y con un tono súper acaramelado y lleno de amor, le confesé:

- Te amo, Destiny...

Ella estaba distraída, por lo que volvió su mirada a mí totalmente perturbada por mi declaración de amor.

Abrió la boca para decir algo, pero la abuela anunció que Hoseok acababa de llegar.

Salvada por la campana. Las cosas no quedarían así.

- Sentimos llegar tarde-comenzó a disculparse mi hermano trayendo consigo un diminuto bulto rosa entre sus brazos- tuvimos que parar varias veces para cambiar a las niñas...

Detrás de él, entró su esposa con otro pequeño bulto entre sus brazos. Me acerqué para saludarlos a ambos, abrazarlos y saludar a mis sobrinas que se encontraban dormidas.

- Extrañamente no lloraron demasiado las niñas... creo que les agrada viajar...-nos contó Ali, la esposa de Hoseok mientras tomaba asiento en la mesa familiar.
- El ronroneo del auto, quizás...-agregó Hoseok desde la otra esquina, acostando a Macy en su moisés al lado de su hermana para luego tomar asiento junto a su esposa.

Estuvimos charlando, más bien, ellos charlaron, yo solo escuché atentamente sin soltar la mano de mi Destiny... sí, ella era mía.

Al rato llegaron mis padres, por supuesto que estuvieron un rato malcriando a su nieto, lo hubieran hecho también con las gemelas, pero ellas estaban muy tranquilas durmiendo después de un largo viaje.

Luego me descubrí mirando a mi hermano, Jimin, junto a su esposa, tan enamorados, formando una familia.

Jimin se encontraba acariciando el hinchado vientre de mi cuñada mientras le hacía muecas raras a Leo que estaba en su falda, para que riera.

Noe los miraba y reía junto al niño. Ella no paraba de comer.
Reí y luego suspiré.

Yo quería eso, quería formar una familia con Destiny, quería verla con aquella panza, anidando a nuestro bebé...

Me encogí en mi asiento y apreté más la mano de ella.

- ¿Estás bien?-preguntó ante mi acción.

Asentí.

- Solo... nada, olvídalo...-le dediqué una sonrisa torcida que ella correspondió.

La miré, había cambiado tanto en esos días, estaba tan radiante, tan feliz.

- Lamento haberte incomodado con lo que te dije hace rato...
- No me incomodó en absoluto...-trató de sonreírme.
- ¿Entonces?
- Solo me tomó por sorpresa.
- ¿Y?...-quería que lo dijera, ¿tanto le costaba?
- Y...-alzó una ceja, no nos estábamos entendiendo.
- Destiny... te amo-repetí.

Otra vez la sangre le huyó del rostro. Quedó pálida como fantasma.
Rodeé los ojos.

- Destiny, respira-le ordené con fastidio.

Al rato se calmó.

¿Cómo podía hacerme eso? mi autoestima no lo soportaría más, necesitaba un poco de amor yo también...

- También te amo...-confesó luego de suspirar.

Una sonrisa ocupó todo mi rostro.

- ¿De veras?
- Si...-asintió sonriendo.
- ¡La cena está lista!-anunció la abuela.