Capítulo 22 - Planes: Primera Fase

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Nuevo día y era el momento de poner en marcha mis planes. Me levanté de un salto y fui al baño para afeitarme y echarme colonia.

Desayuné, rápido como de costumbre y me puse una musculosa blanca con una camisa roja a cuadros.

No iría de traje esta vez. Me calcé los jeans y los zapatos. Antes de salir me miré en el espejo y sonreí, esto sería muy divertido.

Procuré practicar un poco por la calle, a cada chica que pasaba le dediqué una mirada algo seductora, en algunas producía efecto ya que se me quedaban mirando con una sonrisa cómplice.

Me sentía con la autoestima alta, sentía que ese día conseguiría cualquier mujer que me propusiera, pero sólo una estaba en mi interés.

Entré al edificio bajo la mirada vigilante del guardaespaldas y saludé a la recepcionista.

— Buenos días, Taehyung—me saludó Amanda mirándome detenidamente.
— Hola—sonreí y me acerque hasta pegar mis labios en su mejilla, lentamente, invadiéndola con mi colonia— ¿cómo estás?
— E-eh, m-muy bien, ¿y t-tú?—sonreí victorioso.
— Espléndido—intenté que mi voz sonara melodiosa y envolvente—. Debo reunirme con Destiny, suerte…
— A-adiós—saludó unos cuantos segundos después. La había dejado petrificada.

Subí las escaleras y suspiré, no debía ponerme nervioso, lograría que Destiny cayera a mis pies, digo, lo había hecho antes, ¿no?

Luego de su “pasa, Taehyung” entré en la oficina mirándola detenidamente.

Destiny bajó sus lentes por el puente de su nariz y me miró.

— Estás…—aclaró su garganta— ¿debería temer por mi vida, Taehyung?

Apreté los labios para no sonreír y mantener mi faceta de seductor.

— No, claro que no…—articulé lenta y sensualmente, mirándola con deseo.

Hacía muchísimo que no la veía con esas falditas de abogada…

Alto, alto, yo tenía que seducirla, hacerla retorcer de deseo, no al revés. Me levanté de la silla y caminé hasta su lado, apoyándome contra el escritorio, con mis brazos cruzados en el pecho.

— ¿Q-qué haces?—bingo.
— Sólo… te miro. —me agaché un poco, hasta acercar mi rostro al suyo.
— ¿No estás enojado por lo de ayer?
— Hmm…—gemí— furioso, no tienes idea…—susurré tomándole la nuca y rozando mis labios en su mandíbula— Pero te advertí que no me haría a un lado.
— Taehyung…estoy con Bobby…
— No lo estás ahora…—la enredé con palabras.

Un quejido se escapó de entre sus rosados labios y dejó caer la carpetita que tenía entre sus manos.

Sonreí sobre su epidermis. En un abrir y cerrar de ojos, con mi antebrazo tiré todo lo que había en el escritorio bajo su mirada de desconcierto. La alcé en brazos y la acosté en la superficie de
madera.

— T-Tae…
— Calla—expresé devorándole la boca.

De acuerdo, no había costado tanto, ya la tenía servida en la bandeja.

Pero no iba a disfrutar del platillo, aquí era cuando mi plan entraba en acción. Acaricié cada milímetro de su anatomía, colando mis manos en lugares que antes no me había atrevido.

El rodete de Destiny se había vuelto un lío y decidí quitarlo, de un tirón solté la gomita que lo mantenía en su lugar y pronto su largo, castaño y brilloso cabello se desparramó por su espalda.

Demonios, estaba perdiendo el control, tenía que concentrarme.

Respiré hondo y cerré los ojos para acomodar un poco mis ideas, pero Destiny no ayudó en nada ya que me rodeó con sus piernas mientras sus manos acariciaban el botón de mi pantalón.

Sólo es un juego, Taehyung, sólo es un juego. Concéntrate. Me repetía en mi fuero interno. Abrí su camisa donde me encontré con su sensual sostén negro. ¿Cómo iba a usar sostén negro con una camisa blanca encima? Pues, mira quien es traviesa también…

Era evidente que quería que el sostén se trasluciera a través de esa camisita sexy. Con mis manos abarqué sus pechos y me tragué sus gemidos besándola.

Alborotó mi cabello y tironeó desesperada de mi camisa, besó mi clavícula, mi pecho, ¡estaba volviéndome loco!

Si quería que mi plan saliera bien, debía mantener la cordura.

Luego de besarla, acariciarla en su totalidad, y morder su cuello, me dediqué a levantar su falda, dejando descubiertos sus muslos, los lisonjeé y apretujé unos minutos a medida que Destiny se encargaba de hacerme un lavaje bucal con su lengua.

Me descubrí envistiéndola y fue ahí cuando reaccioné.

Me alejé de ella, abroché el botón de mis jeans y los de mi camisa. Traté de parecer calmado y no un hombre en llamas. Acomodé un poco mi cabello y miré a mi descolocada compañera.

Estaba que estallaba, su camisa abierta dejaba poco a la imaginación, sus piernas entreabiertas, esperándome. Su cabello revuelto y sus labios hinchados y brillosos. No sé cómo logré mantenerme en mi postura. Me acerqué a ella, tomé su nuca y la arrastré hasta mi boca para concluir con un beso.

— Nos vemos, linda…—la saludé y me encaminé hacia la puerta.
— ¿M-me…me dejarás así?—reaccionó incorporándose del escritorio y bajándose la pollera que había quedado a la altura de su cintura.

Giré sobre mis pies para enfrentarla.

— Mmm…—fingí cavilar— Sí—sentencié antes de sonreírle seductor e irme.

Antes de llegar a planta baja, hice una parada en el baño para mojarme la nuca con agua helada. Agradecí a Dios mi enorme fuerza de voluntad, era muy caprichoso, si quería lograr algo, si quería algo, lo tendría.

Inhalé y exhalé varias veces hasta que el calor que me estaba consumiendo disminuyera.

Me miré al espejo y comencé a reír.

— Esta semana será genial…—dije mirándome al espejo, agitando la cabeza.

Bajé los dos pisos que quedaban y me despedí de Amanda agitando la mano.

Al fin aire fresco, todavía mi temperatura no se normalizaba. Al llegar al departamento, suspiré de alivio. Fase uno completada.

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