Amor Ciego Y Cruel - Chensung NCT

ChenSung 2

—¿¡ESTÁS LOCO!?—Me dió un tortazo en la cara, por su cara había reconocido el olor— ¿Cómo se te ocurre fumar?— dijo gritando histérica mi madre.

—Pero no he sido...— antes de acabarlo mi madre se puso a gritar otra vez.

—Cállate, y no interrumpas a tu madre, mentiroso! —Me pegó otro tortazo—¿Cuánta más gente ves aquí?— me preguntó mi padre.

—¿Dónde está el nuevo?— preguntó mi madre. Mi hermano estaba boquiabierto y vi como subia a su cuarto, por alguna razón debió de cancelarse sus clases o algo.

— Se ha ido...— le dije.

—Normal. ¿¡Cómo se te ocurre!? ¿Cuándo te hemos enseñado a romper las normas?—me preguntó gritando todavía.

—Pero mamá, no he sido...— insistí intentando explicarle lo que había pasado pero fue en vano.

Mi madre me pegó otro tortazo y vi su cara de decepción. Me daba mucha rabia que no me escucharan, yo no era el que había hecho todo eso... Me entraron ganas de llorar así que fui corriendo a mi habitación. Lo que más me dolió fue ver la cara que tenía mi hermano mayor Taeyong. Me sentía fatal, como si fuera el culpable de verdad. Escuché como mis padres gritaban por todo mientras estaba tumbado en la cama llorando.

—¿Por qué lo has hecho?— preguntó mi hermano.

Taeyong había entrado en mi habitación sin darme cuenta. Levanté mi cara de la almohada.

—No he sido yo.— le dije.

—¿Cómo que no has sido tú?— preguntó.

—Cuando empezamos el instituto, conocí al nuevo y supe que fumaba. Sabía que era una mala influencia, pero no hice nada al respecto. Alguna que otra vez me insulta llamándome niñita, pero lo de hoy ha sido pasarse. — le expliqué.

Empecé a llorar más.

—Mamá me ha obligado a invitarle. ¿Sabes que Renjun y Mark siempre son puntuales, no?— le pregunté.

— Si— afirmo Taeyong.

—Pues no sé porqué pero hoy no han venido. El que ha venido a sido el nuevo. Y él ha llamado a unos amigos suyos, y cuando han venido han empezado a fumar y beber alcohol. Pero yo no he sido, te lo juro. ¿Me ves capaz de hacer eso?— le pregunté después de explicarle todo.

—Claro que no, yo te creo a ti.— me dijo mi hermano.

Me levanté y abracé a Taeyong.

—¿Tu has fumado?— me preguntó.

—Me ha obligado, a fumar una calada.— le admití.

—Recuerda que fumar es malo. ¿Quién de todos te ha obligado?—preguntó él.

—El nuevo, Jisung.— le dije mientras limpiaba mis lágrimas.

—¿Ese chico de antes? Parecía buen chaval. Más le vale no encontrarse conmigo por la calle.— me dijo.

Taeyong y yo siempre nos contabamos todo, siempre confiamos el uno en el otro. Me abrazó y acarició mi pelo, Taeyong parecía más madre que mi propia madre.

—Siento no haber estado para ayudarte hermanito.— me dijo Taeyong.

— No ha sido tu culpa. Gracias por confiar en mí.—le agradecí.

—Tenemos que explicarle esto a mamá.— me dijo él.

—No, prefiero que no lo hagas.— le dije.

—Pero ¿por qué?—

—Será peor para mí, creeme.— le aseguré.

—Vale, pero no quiero que me ocultes nada. — dijo no muy convencido.