Amor Ciego Y Cruel - Chensung NCT

ChenSung 10

Por suerte mi hermano no hizo nada y Jisung y yo seguimos juntos durante un mes. Él decidió ir más despacio ya que aunque lo disfruté creyó que era mejor esperar. Así que durante ese mes estuvimos viendo pelis en su casa, paseando por el parque, comiendo en locales de comida basura... En el instituto todo seguía igual, parecía que no importaba que tuviéramos algo, aunque tampoco estaba seguro de que lo supieran. Yo lo demostraba con normalidad, es decir, no hacía nada para que lo supieran pero tampoco lo ocultaba, si quería darle la mano se la daba...

Una vez más estábamos en su casa, tumbados en su cama viendo otra peli. Cuando acabamos la película le miré y le dije lo mucho que lo quería.

—Te quiero muchísimo, Jisung... No sé qué haría sin ti...— dije.

—Pues todo— dijo riendo— tú eres capaz de hacer todo, Lele—

—Lo sé, lo sé... no haces más que repetirlo— dije riendo.

Me puse encima de él como alguna otra vez y me senté en sus piernas lo más arriba que pude. Jisung me daba mucha confianza, además al haber avanzado más lento, hacía que me sintiera más cómodo, pero quería avanzar como el día en el que me dejó el cuerpo lleno de marcas. Me acerqué a él y le besé luego besé su cuello y fuí bajando más. Todavía no me veía preparado para dar un paso más grande pero si lo estaba para ese pequeño paso. Le quité la camiseta y él se puso más recto en la cama para besarme mejor.

—Quiero hacer lo de el mes pasado— le dije.

Él quiso quitarme la camiseta pero no le dejé ya que esta vez quería que él también disfrutara. Así que besé su cuello lentamente y él puso sus manos en mi culo atrayendome más a él. Fui bajando más y más e hice lo mismo que él hizo aquel día conmigo. Luego cambiamos de posición y fue él el que me besaba, volvio a volverme loco con sus besos e intensos chupetones. Después de un buen rato besandonos y excitandonos, Jisung empezó a hacerme unas caricias tan suaves que no podía evitar gemir, ya que tenía una gran sensibilidad en la piel. Nos miramos y volvimos a besarnos.

—Creo que tengo que ir yendo a mi casa...— dije dando un último beso en sus labios.

Me levanté de la cama cogí mi camiseta y me la puse, pero no antes de mirar si había dejado marcas otra vez.

—Te acompaño a casa— dijo él.

—No, mi hermano no puede verte conmigo, bueno, es mejor que no lo haga...—

—No quiero dejarte solo, es muy tarde, Lele...— dijo él.

— No va a pasar nada, tranquilo.—dije riendo aunque seguía teniendo un trauma por la violación.

Aún así Jisung se puso su camiseta y salió conmigo a la calle para acompañarme. Él decía que si mi hermano no le veía no iba a pasar nada, así que como creía que tenía razón dejé que me acompañara. Cuando llegamos a mi casa miré a Jisung y lo besé.

—Buenas noches, Lele— dijo él de forma cariñosa.

De verdad me encantaba cuando me llamaba así, era muy tierno. Me sonrojé y le sonreí.

—Me encanta cuando sonríes y te sonrojas así— dijo sonriendo él también.

—Es que me encanta que me llames "Lele" —admití.

—Lo sé, por eso lo hago— dijo riendo— además de que a mí también me gusta llamarte así, es más kawaii— dijo él.

—Yo no soy kawaii— dije haciendo un puchero.

—No lo demuestras— dijo él riendo y abrazandome.

Me besó y se marchó a su casa andando. Entré en casa y pasé a mi habitación. Me cambié de ropa y cuando lo hice, mi hermano entró, fue una suerte que no viera los chupetones.