Amor Ciego Y Cruel - Chensung NCT

ChenSung 6

Los días pasaron y pasaron, más rápido que antes ya que la gente no se reía tanto de mi. Además Jisung hacía que se me dibujara una sonrisa en la cara cada día. Cada vez me gustaba más Jisung. No sabía si era atracción lo que sentía hacia él, o era algo más. En dos meses las cosas cambiaron tanto que parecía mentira que hubiera sufrido bullying. Jisung y Renjun me protegían y poco a poco fui cogiendo confianza en mí mismo. Después de aquel beso en mi casa, Jisung dejó de lanzarse y de decirme que le gustaba y cosas así. Yo llegué a la conclusión de que a parte de atraccion, me gustaba, pero me daba vergüenza decirle lo que pensaba ya que no parecía que sintiera nada por mí. A lo mejor dejé de gustarle. De todas formas, lo que sentía hacia Renjun se fue reduciendo hasta el punto de sentir amor pero de amistad. Mi deseo por volver a sentir los labios de Jisung aumentaban, pero seguía sin ser capaz de expresarme. Renjun lo sabía, sabía que él me gustaba ya que al final decidí admitirle que era homosexual. Lo bueno es que a él le pareció bien que estuviera con Jisung, ya que se portaba muy bien conmigo y me hacía sonreír cada día.

—¿Hoy vienes a mi casa?— me preguntó Jisung.

—Por mi bien, espero que mis padres no me digan nada, aunque ya saben que los viernes suelo quedar.— le dije.

—Pues perfecto.—

—¿Le avisamos a Renjun?— pregunté.

—Emmm.... no, mis padres solo me dejan llevar a una persona.— Dijo.

—Estás mintiendo— dije sonriendo ya que se notaba que estaba mintiendo.

El hecho de que iba a estar en casa de Jisung me ponía muy nervioso.

—Vaaaale, me has pillado... si quieres dile.— me dijo.

No estaba preparado para estar con Jisung a solas en su casa, prefería estar con Renjun el primer día y después pues a solas o lo que fuera.

—Renjun, Jisung dice que a ver si quieres ir a su casa.— le dije susurrando para que el profesor no me escuchara.

—¿Vas a ir tú?— preguntó.

—Sí.— le dije.

— Entonces no voy— Dijo Renjun.

Era obvio que Renjun quería que él y yo estuviéramos a solas.

—¿Por qué no vienes?— le pregunté.

—Tengo que decorar mi tortuga.— me dijo.

—Pero si no tienes tortuga!— le dije con el ceño fruncido.

Renjun rió y se giró para mirar al profesor.

—¿Y bien? ¿Qué dice?— preguntó Jisung.

—Que no puede ir porque tiene que decorar su tortuga.— dije rodando los ojos y riendo.

—Entonces vamos cuando salgamos.— me dijo él después de reír por lo que le contesté.

—Sí...— dije algo nervioso.

Jisung sonrió de oreja a oreja y yo sentía los papos ardiendo. Cuando acabamos el insufrible instituto, recogí mis cosas y las metí en la mochila que solía llevar a clase. Jisung estaba hablando con algún amigo de otra clase. Se me acercó Renjun.

—¿Qué tal? ¿Estás nervioso? Es tu momento... Tienes que lanzarte...— me dijo susurrando y poniendo una cara pervertida.

—¿Estás loco? No creo que le guste.— le dije.

—¿Él no te besó sin pedir permiso?— preguntó él.

—Sí... pero esto es diferente...—