Amor Ciego Y Cruel - Chensung NCT

ChenSung 9

Al siguiente día, Jisung me despertó otra vez con sus suaves y adictivas caricias.

—Buenos días, chino durmiente— dijo sonriendo de una manera muy tierna.

—Buenos días coreano madrugador— dije. Jisung empezó a reírse mucho porque no se lo esperaba.

—¿Al final vas a venir a el insti de artes?—preguntó.

—No, no quiero ir...— dije yo.

La verdad, es que el día anterior antes de dormirme estuve pensando en eso. Mi autoestima había subido, y cantar era algo que siempre me había gustado, además casi nadie tiene la suerte que he tenido yo. Debería de aprovecharlo. Esta vez daré la cara contra esos chicos, no dejaré que nadie más se meta conmigo. Aún así seguía sin estar completamente seguro de querer hacerlo, era un gran dilema. Por eso mismo decidí esperar un mes más o menos para decidirlo.

—¿Estás seguro?—preguntó él.

—Sí— contesté yo.

—Entonces, ¿Qué vas a hacer cuando me vaya?—preguntó.

—Pues... iré a casa de Renjun si me dejan sus padres y si no a mi casa.— dije.

—Ah, bien. Si me entero de algo importante de la clase de canto te lo digo.— me anunció.

—Vale, gracias.— dije sonriendo.

—Por cierto... madre mía tu cuerpo...— dijo sonriendo pícaramente.

Me levanté y me miré en el espejo de cuerpo entero que tenía Jisung en su habitación y me quedé de piedra. Tenía muchísimos chupetones oscuros. Como mi piel era muy clarita se notaban muchísimo. Vi que Jisung estaba detrás de mí mirándome de arriba abajo así que otra vez me atacó la vergüenza y cogí mi camiseta rápido para ponermela y que dejara de mirarme.

—Hoy no he preparado nada especial para desayunar...—dijo él en modo de disculpa.

—No era necesario de todas formas—dije riendo para que no se sintiera culpable.

Fuimos a su cocina y nos preparamos una taza con leche y colacao y le echamos unos cereales de chocolate que estaban muy buenos. Jisung miraba su reloj de vez en cuando.

—¿Vas tarde otra vez?— pregunté rompiendo el silencio.

—Sí...— dijo rascando su nuca y riendo.

—Pues vete, corre— le dije.—Ya recojo yo todo.— le dije.

—¿Estás seguro?— preguntó.

—Sí sí, corre— dije yo.

Él se fue corriendo a su habitación quitándose la camiseta por el camino. Recogí todo lo de la mesa y lo metí al lavavajillas. Fui a la habitación donde cambié de ropa completamente. Fui al salón donde estaba esperando a que llegara Jisung que apareció corriendo por el pasillo. Me puse de pie y él abrió la puerta. Pasé y cerró la puerta con las llaves muy rápido y antes de salir corriendo dio un pequeño beso en la frente.

—Hasta luego, Lele— dijo él.

Todavía no estaba acostumbrado a que él utilizara ese apodo conmigo, pero me encantaba. Cada vez que lo decía me sonrojaba y sonreía como tonto. Me gustaba demasiado que me llamara así. "Lele" sonaba genial y cariñoso me hacía sentir bien.

—Hasta luego, dalo todo! Fighting— dije yo gritando al ver lo lejos que estaba.

Cuando desapareció de mi vista, cogí el móvil y llamé a Renjun.

—Chenle, tenemos que hablar! Ya estás viniendo para aquí!— dijo Renjun.

—Eso te iba a preguntar, a ver si podía pasar por tu casa.— dije riendo.