Amor Ciego Y Cruel - Chensung NCT

ChenSung 5

—Algún día serás mío.—me dijo Jisung. Un escalofrío recorrió mi cuerpo de pies a cabeza.

Tosí para cortar el ambiente. —Tenemos que ir a clase...—

—Cierto— me dijo.— mira el lado positivo, tu amiguito no es el único que está contento.—me dijo él me dijo riendo.

Cuando me fije en sus pantalones, al ver el bulto que tenía, me puse rojo como un tomate y me dirigí a abrir la puerta de los baños para ir a clase. Cuando entramos en clase todos estaban mirándonos.

—Hey chicos, mirad, han tenido que hacer "cositas" en el baño— dijo uno señalando nuestros pantalones. Todos empezaron a reír, yo fui casi corriendo a mi pupitre y me senté ocultando con mis manos mi cara roja.

No podía pensar en otra cosa, Jisung había dado la cara por mí y ....TAMBIÉN ME BESÓ. ¿De verdad podía gustarle? Su beso me gustó, pero desde su beso a su personalidad había un paso grande. De todas formas, decidí darle otra oportunidad a Jisung. Aunque a mi me seguía gustando Renjun. Hablé de lo que pasó con Jisung con Renjun en el primer recreo y le pareció fatal, pero aún así él estaba dispuesto a apoyarme y a ayudarme en mis decisiones, que en este caso era darle una segunda oportunidad. Eran por ese tipo de cosas que Renjun siempre me había gustado. Después de plantarle cara al resto de la clase, Jisung se quedó solo. Me acerqué a él.

—Chenle, ¿puedo comer con vosotros?— preguntó.

—Sí.— dije.— eso venía a decirte.

Jisung se alegró muchísimo de que le hubiera dicho que sí. Mientras comíamos nos quedamos en un silencio incómodo.

—Si no queréis que esté aquí, no me importa irme.—dijo Jisung

—Por mi bien si te vas.—dijo de golpe Renjun.

Le pegué un codazo a Renjun en el brazo.

—Pero Chenle quiere que estés aquí así que puedes, por ahora. — acabó diciendo Renjun.

Jisung sonrió con lo que dijo y me miró, aunque no era una sonrisa tímida. Parecía otra persona de verdad, bueno, parecía que tenía una personalidad fuerte, pero no de abusón. Por cómo reaccionaba a algunas cosas parecía que de verdad le gustaba. ¿Y si de verdad lo que me dijo era real? Pero de todas formas eso no era excusa para haberme tratado así. No hacía más que comerme el coco con estas cosas, no paraba de darle vueltas y vueltas. Después de comer fuimos otra vez a clase. Las clases fueron calladas y él no me hablaba.

—¿Cómo sé que no me mientes?—le pregunté de repente.

—¿Por qué te besaría entonces?—preguntó

—Para jugarmela. Además siempre me llamabas marica, como si ser gay fuera algo malo...— dije un poco dolido.— y ahora resulta que te gusta un chico.—

—Siento haberte dicho eso... No te la estoy jugando, si pensaría que ser gay sería algo malo y querría joderte lo haría de otra manera.— explicó.

—Ah, bien, así me quedo más tranquilo. —dije riendo con sarcasmo.— Sigo sin poder creerlo, hace unos días me destruías la vida y de repente...— Jisung miró hacia abajo con ojos culpables mientras le hablaba.

—Chenle, mírame a los ojos. Dime, si ves que mienta.—me dijo.

Sus mirada fue muy intensa. Llena de confianza. Tal vez decía la verdad.

—Me gustas.— me dijo.

Me puse muy rojo y dejé de mirarle. Escuché una risita por su parte. No pude evitar sonreír.