No todos los seres humanos son iguales. La mayoría de omegas prefieren ser protegidos por un alfa. Izuku quiere cambiar su cruel destino ya que no quiere convertirse en una máquina de parir cachorros, sin embargo, en su camino se cruza un alfa que a...
Habían pasado exactamente dos meses desde el inicio de clases y exactamente un año desde que Izuku había encontrado su oportunidad de convertirse en héroe en la prestigiosa U.A. Podía decir que todos en el salón eran algo así como sus amigos y que todos se trataban con respeto, pero Katsuki era la excepción. Meses atrás estaría preocupado por conseguir la aprobación de ese chico o incluso de alguna chica tan linda como Uraraka o Yaoyorozu. Ahora sólo tenía la cabeza llena de una sola persona, Shoto Todoroki. Admitía que era enamoradizo, había tenido muchos amores imposibles y un claro ejemplo de ello era el amor que había sentido por Katsuki en algún punto de su vida, y como omega le era casi imposible ocultarlo, aunque agradecía que ahora pudiese controlar más sus sentimientos. Nadie en la clase sabía de sus pequeños sentimientos por el semi albino y aunque cada día intentaba acercarse más a él, Todoroki parecía extrañarse por su comportamiento.
En la clase práctica de All Might no podía dejar de observar al joven de ojos heterocromáticos, quien de vez en cuando se volteaba a devolverle las miradas. Poco escuchó de las palabras que Uraraka e Iida cruzaban durante el almuerzo y todo por mirar a Todoroki, comiendo solo en un rincón de la cafetería. Si no se hubiese terminado su almuerzo posiblemente habría ido a comer con él. El calor de la tarde comenzaba a notarse cada vez más, dando a entender que el verano se acercaba. Bebió de su zumo de naranja que ya estaba tibio mientras miraba por una de las enormes ventanas del pasillo en dirección a la entrada de la academia. Por el rabillo del ojo pudo divisar a Todoroki, así que se puso a seguirlo unos cuantos pasos más atrás, pensando en si debería preguntarle o no lo que había cruzado por su mente durante el almuerzo.
-Midoriya- se detuvo a escasos centímetros del alfa. -¿Por qué me sigues?- -Yo...- había comenzado a ponerse nervioso. No llegaría a ser el héroe número uno poniéndose nervioso por todo. -T-Todoroki... Me preguntaba... Ya que tu quirk es mitad frío, ¿Puedes congelar mi zumo y convertirlo en helado?-
Esperaba no escuchar mal, pero juraba haber oído una pequeña, muy pequeña y corta risa por parte de Todoroki.
-Supongo- los ojos verdes de Izuku brillaron. -¿Podrías...?- sacó un palillo que había pedido extra a Lunch Rush cuando fue a pedir su comida y al ver que Shoto estiraba su mano derecha sin quejarse, llevó a cabo su pequeño e inocente plan.
Tal como esperaba, su zumo ahora era un helado de naranja. Sus ojos brillaban a pesar de que al otro joven le era completamente indiferente aquella acción. Agradeció con una enorme sonrisa llevándose el helado a la boca, disfrutando de la frescura que este le proporcionaba. Todoroki asintió y continuó su camino sin cruzar ninguna palabra más con Midoriya en lo que quedaba de día.
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Dejó su lápiz sobre su cuaderno luego de terminar de resolver el último ejercicio que el profesor Ectoplasm había dejado escritos en el pizarrón.
Ya había pasado un día desde lo ocurrido con Midoriya y aunque no había sido la gran cosa, a Shoto le había parecido algo tierno. En un principio quiso negarse a la petición del omega temiendo que no saliese como esperase a pesar de llevar varios años usando sólo su lado de hielo, pero al final no había terminado con la mano empapada de zumo de naranja. Mientras miraba su mano derecha, nuevas palabras aparecieron en el pizarrón, anunciando de que en dos días habría un examen de matemáticas. Izuku también vio lo escrito y algo estresado llevó sus manos a su cabello, sabía que Katsuki podría enseñarle como resolver los problemas que le complicaban, pero cada día se volvía más y más agresivo con su persona, además, había oído que él y Kirishima estudiarían juntos. Tal vez Iida o Uraraka podían ayudarlo.
La clase terminó y con ello la jornada escolar. Ordenó todas sus cosas con rapidez para alcanzar a sus amigos, sin percatarse que Todoroki estaba a su lado, observándolo en silencio. Se asustó en el momento en que su cabeza chocó en el abdomen del semi albino cuando iba a recoger su mochila y con las mejillas ligeramente rojas, se disculpó parándose de inmediato y agradeciendo que no había chocado en otra parte.
-¿Tienes problemas con los ejercicios?- le sorprendió que Todoroki iniciase una conversación, usualmente era Midoriya quien llegaba a "molestar" al otro. -No... Bueno, algo, hay unas cosas que no entiendo, iba a preguntarle a Kacchan si podía ayudarme, pero en la mañana cuando intenté hablar con él en la entrada por poco termino en el basurero- explicó, enredándose en algunas palabras y hablando cosas que no debería. -Creo que Iida y Uraraka pueden ayudarme- -Ya veo- era difícil saber si Todoroki estaba decepcionado o tenía otro sentimiento con el tono neutral que siempre usaba. -¿Por qué lo preguntabas, Todoroki?- la curiosidad fue más fuerte que él nuevamente. -Por nada- los ojos heterocromáticos ya no miraban al omega. -Nos vemos mañana, Midoriya-
Izuku vio como el semi albino salía del salón como todos los días. Su cabeza acababa de conectar los puntos que no había conectado antes por estar algo nervioso. Uraraka sonrió cuando Izuku salió del salón e intentó entablar una pequeña conversación con él, la cual no llegó más allá de un "Deku" porque el chico de cabello verde se excusó y disculpó, diciendo que no le esperasen a la salida porque volvería solo a casa. Ochaco lucía algo decepcionada. El omega se apresuró a alcanzar a su compañero de clases y en cuanto estuvo cerca, lo detuvo tomando la manga de su chaqueta suavemente, alejando su mano cuando el dueño de la prenda se volteó.
-Todoroki, ¿Puedes ayudarme?-
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