Izuku's Dilemma 「ABO!Tododeku AU」

×Thirty One×

El entrenamiento del tercer día acababa de comenzar y junto a ello otra jornada de terribles dolores musculares para los estudiantes de las clases 1-A y 1-B. Izuku miró de reojo a Aizawa, quien mantenía una de sus manos sobre su más notorio vientre al mismo tiempo que compartía unas cuantas palabras con Vlad. Esperó a que ambos dejasen su charla para poder resolver sus dudas.

-Uh, Profesor Aizawa, All Might... Digo... ¿Los otros profesores no vendrán?- preguntó sintiéndose ligeramente avergonzado al dejar escapar el nombre del Símbolo de la Paz.
-Lo dije antes de que viniésemos a este lugar, para que nuestros enemigos no capten nuestros movimientos debemos tener la menor cantidad de personal posible y con All Might siendo blanco principal de los villanos, no nos pudimos permitir su presencia aquí- le explicó, recordando que también tuvo que dejar a su alfa en la U.A. Estaba algo preocupado por él porque no podía sentirlo a través del lazo. -Para bien o para mal, All Might se mete en esas situaciones sólo para sobresalir- gruñó.

El rizado notó que la conversación debía terminar allí, así que volvió a entrenar hasta que Pixie-Bob anunció que la actividad de esa noche sería un "reto de valentía" entre ambas clases.
Al terminar esa jornada de duro esfuerzo, ambas clases se dirigieron a sus habitaciones para cambiarse y luego ir a preparar su cena. Había perdido a Shoto de vista tras salir de la habitación, pero no pudo buscarlo ya que de inmediato fue obligado a acomodar la leña en los fogones. A lo lejos podía oír los gritos de Katsuki, quien estaba algo más molesto que de costumbre por el hecho de estar peleado con Kirishima y mientras hacía su trabajo, su novio apareció tras él, dándole un pequeño susto.

-¿Querías hablar con All Might o algo así?- preguntó el semi albino, mirando la espalda de su omega.
-Ah, si, quería preguntarle algo sobre Kouta- respondió y al ver la expresión confusa de su alfa se vio en la obligación de decirle que ese era el nombre del niño que había en el campamento. -A él no le gustan los héroes ni los quirks, así que no sé que decirle para cambiar su forma de pensar, pero sé que All Might probablemente encontraría las palabras correctas- se levantó. -¿Qué le dirías tú?-
-Eso depende-
-Bueno, si, pero...-
-Que un desconocido como nosotros llegue a tratar de cambiar su pensar puede parecerle algo molesto, y si de casualidad es del tipo que se deja guiar por las palabras, entonces su odio por los héroes sería superficial- Midoriya miraba atentamente a Todoroki. -Creo que con las palabras... Vienen acciones-
-También pienso que hay poco que un extraño pueda decir para convencerlo- desvió su mirada cuando su alfa lo miró fijamente.
-Aún así, tú eres del tipo que rompe las barreras sin pensarlo dos veces- no sabía si aquello era un alago o una queja.
-¿Perdona?-
-Hagas lo que hagas, Izuku, tú eres alguien que sabe como ayudar a los demás- le sonrió cálidamente. -Lo único que te pido es que no te lastimes-
-No puedo prometer que no me haré daño- la relajada expresión de Shoto se transformó en preocupación.
-¡Hey! ¡No los veo trabajando! ¡Debemos terminar la cena en cuanto antes!- exclamó Tenya a los lejos.

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Se dio comienzo al reto de valentía luego de que Aizawa se llevase a quienes habían reprobado. Haciendo cuentas, Izuku se dio cuenta de que no tenía pareja para el ejercicio, pero aunque Shoto quisiese hacerlo con él, las pussycats no le dejaron, por lo que tuvo que conformarse por ir con Bakugo, el cual aún le reclamaba a Eijirou por reprobar.

Las cosas comenzaron a ponerse extrañas cuando un humo negro se hizo presente dentro del bosque, alertando a las heroínas profesionales que se encontraban supervisando la actividad. En el momento en que Pixie-Bob cayó, las cosas se descontrolaron hasta llegar a un punto de no retorno, pero más importante que ellos, había un niño solitario que podía ser destruido en cuestión de segundos.
Gracias a su quirk, Mandalay fue capaz de alertar a Vlad y Aizawa sobre la situación que ocurría en el bosque. Ignorando su estado aún sabiendo que podía correr un riesgo mayor, el hombre de negra cabellera se echó a correr hacia la salida para rescatar a los alumnos que estaban en el bosque.