Izuku's Dilemma 「ABO!Tododeku AU」

•ू♡Forty Nine

-Necesito que me expliques que fue lo que ocurrió en el gimnasio, Midoriya- el pecoso se mordió el labio, evitando la mirada de su profesor de cabello negro.
-No lo sé, ver a Shoto así despertó algo dentro de mí- confesó, ni siquiera él estaba seguro de lo que había ocurrido.
-Había pasado bastante tiempo desde la última vez que perdiste el control de tu poder, sólo intenta que no se vuelva a repetir- palmeó uno de los hombros de su estudiante antes de indicarle que podía retirarse.

El omega estaba siendo esperado por su alfa y por Toshinori, ambos esperando poder hablar con él por diferentes razones. Rápidamente se dirigió hasta Shoto, preguntándole poco después al hombre que era lo que necesitaba, aunque era casi imposible hablar correctamente con los jóvenes en ese modo. Esperaría el momento correcto, uno donde Todoroki no estuviese presente para así poder hablar acerca de sus quirks. La pareja se despidió del antiguo gran héroe, tomando el camino que los llevaba hacia las escaleras para así poder dirigirse hacia el comedor, puesto que el entrenamiento lo habían hecho la hora antes del almuerzo para que los estudiantes tuviesen ganas para comer.

Cuando las clases finalizaron -y al igual que todo el día-, sus compañeros preguntaron curiosos acerca de lo que había ocurrido durante el entrenamiento, siempre recibiendo la misma respuesta por parte del rizado y unos cuantos gruñidos por parte de su alfa.

-Por fin podemos descansar- comentó Midoriya, dejando sus cosas sobre su cama. -Aunque sólo sea por ahora-
-Izuku- llamó, atrapándolo en un abrazo y apegando sus cuerpos. -¿Alguna vez te he dicho lo mucho que te amo?- el pecoso soltó una pequeña risa de adolescente enamorado.
-Muchas veces-
-Oh-
-Pero me encanta oírlo- se acercó a su labios, cortando finalmente la distancia entre sus bocas para unirse en un dulce beso. -Ve a cambiarte para que estés cómodo-
-Ven conmigo- suplicó, dejando varios besos sobre sus rosados labios.
-Debo cambiarme-
-Te esperaré en mi habitación- murmuró contra su boca, dejando un último beso en ella. -Te amo-
-También te amo- esta vez fue el turno del omega en dejar un beso en los labios de su alfa. -Ve-

Se cambió lo más rápido posible luego de que Todoroki saliese de su habitación, colocándose un buzo y una camiseta holgada que no recordaba haber comprado. Quitándole importancia, abandonó su habitación para dirigirse al elevador, siendo detenido en el camino por sus amigos.

-Deku, sabemos que no debemos entrometernos porque es tu vida, pero ¿Todoroki y tú están bien?- Uraraka lucía preocupada.
-Lo estamos, ¿Por qué la pregunta?- alzó una ceja.
-Bueno, desde que ustedes rompieron no...-
-Espera, espera, Shoto y yo no hemos roto nunca- les aclaró, haciendo que Tenya y Ochako se mirasen preocupados.
-Midoriya... ¿En realidad están bien?- el joven de cabello azul lo examinó con la mirada. -Últimamente no se han comportado como solían hacerlo-
-Es verdad que Shoto y yo estamos más cariñosos el uno con el otro, pero es normal en toda pareja, ¿No?- se cruzó de brazos, pensando en que tal vez sus amigos querían separarlo de su alfa.
-Pero como terminaron las cosas entre ustedes, ni siquiera querían verse y ahora, actuando como si nada...-
-Estamos completamente bien, ¿Si?- aseguró con una sonrisa que tenía la intención de convencerlos. -Ahora si me disculpan, debo ir con mi alfa-
-¿Crees que estén bajo el efecto de algún villano?- preguntó la joven de cabello castaño luego de que las puertas del elevador se cerrasen.
-Esperemos que no-

Izuku entró a la habitación de su pareja, lanzándose sobre él y dejándolo caer en el colchón. Agradecía que Shoto hubiese cambiado su futón por una cama a mitad del segundo año. Acarició el brazo de su pareja mientras era acomodado en la cama, dejando que lo cubriesen con una manta hasta la cintura.

-Nos queda tan poco para graduarnos como héroes...- comentó, nostálgico.
-Es algo triste, ¿No? Tú y yo tenemos varios recuerdos aquí- una pequeña sonrisa se formó en sus labios al recordar el pasado. -Mi mejor recuerdo está en la academia-
-¿Ah, si? ¿Se puede saber cual es?- inquirió a pesar de que conocía perfectamente la respuesta que su amado le daría.
-Si, cuando me ayudaste en el festival deportivo de primer año- contestó mientras le acariciaba el cabello. -Era tan idiota, si no hubiese competido contra ti, seguiría odiando mi lado izquierdo, a mi viejo y tal vez no estaríamos de la forma en la que nos encontramos ahora-
-Ese es uno de mis recuerdos favoritos junto a cuando me cargaste luego de pelear contra Stain... Fue tan vergonzoso- escondió su pecoso rostro en el costado del semi albino, sin lograr detener su sonrisa. -Aunque no hay nada que no recuerde con más cariño que la vez que nos conocimos, incluso cuando fuiste frío conmigo al comienzo de clases-
-En mi defensa, puedo decir que nunca tuve amigos-
-Lo sé, amor-
-Me alegra que hayas sido tú el primero- salió de su improvisado escondite, mirando hacia arriba.
-¿El primero?-
-Fuiste mi primero en varias cosas- el omega no pudo evitar sonrojarse ante las palabras de su alfa y ver el rubor que cubría la mejillas de este tampoco ayudaba. -Dejé de creer en las historias de mi madre y mi hermana cuando era muy pequeño, sentía que no merecía el amor de nadie- dejó salir gran parte del aire que tenía en sus pulmones. -Incluso ahora sigo pensando que no merezco tu amor ni tu preocupación-
-Eres importante para mí, ¿Por qué no te amaría? ¿Por qué no me preocuparía por ti?- finalmente se incorporó para mirarlo a los ojos.
-Porque...-
-Eres más que suficiente para mí, así que no pienses lo contrario- dejó un casto beso en sus labios, sacándole una de esas sonrisas que tanto amaba. -Tú solías decirme eso, ¿Recuerdas? Ahora es mi turno de demostrarte mi amor-

Se quedaron un buen rato haciéndose cumplidos, besándose, abrazándose y mimándose como lo solían hacer al principio de su relación. Izuku amaba los ronroneos provenientes de su alfa, le hacían saber que estaba haciendo las cosas bien. Shoto era obviamente su alfa predestinado, lo había confirmado hace un tiempo, no sólo porque su marca era de un bello color plata, —lo cual siempre era retratado por los libros como el color que tomaría la marca de los predestinados— sino porque se sentía completo con él. Una felicidad enorme inundaba su pecho cada vez que tenían el mínimo contacto y saber que era correspondido siempre fue todo lo que necesitó.

Volvió a recostarse a su lado, pasando su mano por sus húmedos ojos para quitar las lágrimas que se habían formado en ellos debido a los recuerdos que tenía con el joven con heterocromía. Mientras miraba al techo, recordó el gran dilema en el que se encontraba desde que aceptó sus sentimientos por su contrario. Sabía que nunca saldría de él, pero quería intentar llevar a cabo ambas opciones, superar sus enormes miedos y seguir adelante, tal como lo planteaban las palabras del gran All Might.

-Hey, Izuku- llamó, sacándolo de sus pensamientos. Quizás estaba murmurando cosas demasiado fuerte.
-¿Si?-
-Quiero un bebé- toda su sangre se acumuló en su rostro en ese instante.

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