•ू♡Fifty Nine

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Treinta y tres semanas y dos días de embarazo, Shoto los había contado todos. Amaba la panza abultada de su omega, pero amaría más tener a su pequeña entre sus brazos.
Como eran los últimos meses, a él se le habían dado unas vacaciones para cuidar de su pareja durante ese tiempo y también se le darían dos meses extra para cuidar a su hija, todo aquello con paga incluida por parte de ambos héroes.

A él personalmente no le gustaba el color rosa para los objetos de la habitación de su hija, pero su madre y su suegra habían insistido en comprar cosas de ese color, así que ahora se encontraba terminando de acomodar todo lo que Izuku le había pedido que cambiase. Se volteó para buscar la aprobación del pecoso, dándose cuenta de que este se había dormido apoyado en el pequeño sofá de la habitación. Se le derretía el corazón con sólo verlo así, tan lindo y relajado, y aunque no quería despertarlo, debía hacerlo, si dormía sentado podría hacerse daño en la espalda.
Lo abrazó por detrás con delicadeza, poniendo sus manos sobre el vientre de este y luego de susurrar unas cuantas palabras dulces en su oído, logró despertarlo.

-¿Qué ocurre?- preguntó adormilado.
-He terminado-
-¿Ah, si?- miró hacia el frente, emocionándose por lo linda que se veía la habitación. -Se ve perfecto, Shō-
-Sólo quiero lo mejor para mi niña- ronroneó mientras le acariciaba el estómago por sobre la ropa.
-Estoy seguro de que le encantará- colocó una de sus manos sobre las del semi albino, apoyándose en su hombro con una sonrisa. -¿Crees que podemos ir a caminar un rato? Tengo las piernas acalambradas de tanto estar sentado-
-¿Estás seguro? ¿Y si te duelen más las piernas durante la caminata?-
-Estaré bien, amor- le dejó un beso en la mejilla. -Pero primero, ¿Podrías masajearme el vientre? Aiko ha estado pateando bastante y me vendría bien un poquito de tu cariño para reducir el dolor-
-Lo que desees, pastelito-

Luego de un masaje de diez minutos y unos cuantos mimos, la pareja abandonó el departamento para pasear en el parque más cercano, charlando de distintas cosas mientras caminaban tomados de las manos por el lugar. Hubieron unas cuantas personas que perturbaron su tranquilidad pidiéndoles fotos y autógrafos a los héroes, pero todo estuvo bien sin contar eso.
El joven pecoso comenzó a sentirse cansado poco después, así que decidieron volver a su hogar, pasando a comprar unas verduras frescas para la cena. El menor lucía algo incómodo al subir al ascensor y como Shoto ya sabía que significaba esa cara, se apresuró a abrir la puerta del departamento, dejando que su omega entre corriendo para encerrarse en el baño a hacer sus necesidades.

Minutos después apareció nuevamente, con ropa holgada y un cuaderno de notas de maternidad entre sus manos, el cual le había ayudado durante todo su embarazo para saber acerca de los síntomas que su doctor le había anotado. Parecía estar buscando algo en particular, así que dejó a un lado el cuchillo con el que cortaba el repollo y la lechuga de la comida para caminar hasta quedar a su lado.

-¿Qué buscas?-
-Sangré un poquito, así que estoy buscando cual es la razón más probable- contestó sin levantar la mirada. -Quizás se adelante el parto...-
-El bolso está listo, así que cuando sientas contracciones me dices para que vayamos al hospital- el semi albino lucía preocupado, pero las caricias de su omega en su rostro le calmaron un poco.
-Cambiando de tema, ¿Qué estás preparando?- preguntó al notar la verdura a medio picar.
-Estoy preparando shōgayaki-
-Pero no puedo beber sake, es demasiado alcohol aunque sólo sean tres cucharadas, incluso el mirin puede hacerme mal- al parecer, el alfa con heterocromía se había olvidado de ese dato importante.
-Si, lo siento, prepararé otra cosa- sacudió su cabeza, dedicándole una leve sonrisa a su marido. -Guardaré el repollo y...-
-No, no, no, quiero comerlos de ensalada- pidió con un pequeño puchero.
-Bien, uh, saqué carne de cerdo, así que tendré que prepararte katsudon otra vez, sé que no te negarás- amaba ver la felicidad reflejada en los ojos de su pareja, así que volvió a lo que hacía, dándole a probar de vez en cuando un poco de lo que cocinaba.

Izuku's Dilemma 「ABO!Tododeku AU」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora