Izuku's Dilemma 「ABO!Tododeku AU」

EXTRA: FIRST YEARS OF LIFE

Aiko cumplía su primer año y a pesar de que ella no lo había pedido, sus padres se dedicaron a prepararle una buena fiesta de cumpleaños. Algunos de sus ex-compañeros de la U.A estaban invitados al cumpleaños, ansiosos de conocer a la pequeña integrante de la familia Todoroki.

-¿Te gustan los globos, Aiko?- la niña sonrió en respuesta, tomando el globo verde que le extendía su padre. Ella hablaba poco, no porque no pudiese, sino que tenía la misma manía de su abuela de hablar sólo cuando era necesario.
-¿Está bien así, Izuku?- preguntó el semi albino, llamando la atención de su marido.

La pequeña pelirroja miró fijamente a sus padres ordenando el patio de la casa de un piso que habían comprado hacía poco. Los pétalos del cerezo del jardín se enredaron en su cabello cuando el viento sopló fuertemente, llevándose con ellos el globo que tenía en sus brazos. Normalmente habría hecho un pequeño berrinche por lo recién ocurrido, sin embargo, ella parecía estar triste.
Se dejó caer en el pasto, comenzando a jugar con sus pequeñas manitos, ignorando lo que ocurría a su alrededor. Para ser una niña pequeña, era bastante inteligente y entendía a la perfección las palabras pronunciadas por su tío a través del teléfono. Era consciente de que esa era una fecha importante, por eso le entristecía el hecho de que Katsuo no asistiese a su fiesta. Izuku había querido explicarle la situación con dibujos, pero por más que le repitiesen que su amigo estaba enfermo, ella seguía estando triste.

Intentó poner su mejor sonrisa ante los amigos de sus padres, congeniando con el hijo de uno de ellos, aunque su cara seguía siendo seria ante las demás actividades. Recibió varios cumplidos por parte de los adultos, sobre todo de Mina, quien fue quien logró sacarle una sonrisa pequeña a Aiko.
Al momento de los regalos se sintió peor, llegando a llorar ante los invitados. Shoto no pudo soportarlo más. Le entregó una caja que le ayudó a abrir, encontrando dentro de la misma un gatopan de peluche y junto a este, una hoja con un dibujo de niño pequeño plasmado en el papel al lado de unas letras casi ilegibles.

"Mi papá me regañó porque yo quería regalarte pan de melón
-Katsuo"

Aiko abrazó con fuerza el peluche, sintiéndose feliz, disfrutando finalmente de su fiesta de cumpleaños, sobre todo porque sabía que a su amigo no le gustaría verla triste.

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-¡Feliz cumpleaños, Aiko!- la niña saltó a los brazos de su padre cuando este entró por la puerta. -Lamento no haber podido realizar una fiesta en tu honor-
-No quiero fiestas- respondió, aferrándose al pecoso. -¿Y papá?-
-Fue a comprar algo para beber- respondió, caminando con ella en brazos hasta la salida trasera, encontrando a sus padres ahí. -Gracias por cuidar de Aiko-
-No es nada, joven Izuku, adoramos a la pequeña Aiko- sonrió el hombre rubio, acariciando los rizos rojizos de su nieta. -Dos años ya, el tiempo vuela-

Los minutos pasaron hasta que Shoto apareció acompañado de sus familiares y un par de amigos de la familia, entre ellos, Katsuo.
La niña de ojos verde grisáceo se soltó de los brazos de su padre corriendo hasta el niño de cabello castaño, lanzándolo al suelo al abalanzarse sobre él.

-Aiko... Me aplastas...- pero la niña pelirroja sólo quería abrazarlo. No lo había visto en mucho tiempo y muy pocas veces hablaban por skype con la supervisión de sus padres, por lo que tenerlo a su lado le llenaba de alegría.
-Nosotras también queremos un abrazo- comentaron las gemelas de seis años, uniéndose a su prima y su amigo.