Izuku's Dilemma 「ABO!Tododeku AU」

ʚ Forty Three ɞ

Fuyumi se vio obligada a contarle toda la verdad a su hermano menor al saber que Toshio le había comentado acerca de la condición que su padre estableció durante el accidente de Izuku. Enji le había pedido al director de la U.A la total restricción de la salida de su hijo debido a que, si se enteraba de lo ocurrido, podría haberse alterado hasta el punto de atacar a cualquiera que se le cruzase en el camino. A través del lazo, el semi albino era capaz de sentir las emociones de su omega, sin embargo, estas no le indicaban nada, ya que en ningún momento hubieron emociones fuertes como temor o tristeza hasta que se enteró de la pérdida del One For All.
El hombre sólo quería evitar una desgracia causada por la parte salvaje de su hijo, siendo ayudado por sus otros hijos, su pareja e incluso su ex esposa, quienes prometieron no hablar del tema. Gracias a sus acciones, las consecuencias no habían sido tan desastrosas, Shoto solamente hizo explotar el camino de la academia tras calentar el domo de hielo que creó en el instante en que se enteró de todo.

Midoriya aclaró las cosas en la academia y aún cuando quiso darse de baja, algo en su interior se lo impidió. Le prometió a Nezu que seguiría esforzándose al máximo, sin profundizar en que había sido un "sin particularidad" casi toda su vida y que estaba acostumbrado a sentirse inútil.
Sus compañeros lo recibieron amablemente en la residencia, tratando de evitar el tema para no ocasionarle dolor al pecoso, el cual agradecía el gesto. Al dirigirse a su habitación, Todoroki lo detuvo, preocupado por su actitud. Atrapó su rostro con sus manos, pero Izuku no quería verlo a los ojos.

-Estoy acostumbrado a esto...- murmuró, poniendo sus manos sobre las del semi albino para quitarlas de su rostro. -Quiero descansar, ¿Crees que podrías dejarme?-
-Sabes que estaré ahí para escucharte- dejó un beso en la frente del omega a modo de despedida.
-Te haré saber cuando te necesite- respondió apagado.

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Tras semanas pasaron bastante rápido, sin embargo Izuku no era capaz de seguir el ritmo de sus compañeros. Casi no recordaba lo difícil que era no tener poder alguno. Todos estaban preocupados por él. Ya no era el mismo chico alegre que tomaba notas de todo lo que creía necesario para cumplir su tarea como héroe. Entrenaba solo durante las noches, hablaba poco y se preocupaba de estudiar para los exámenes escritos para no bajar todo su rendimiento.
Se acercaba su cumpleaños y también un examen práctico bastante importante, por lo que estaban en constante entrenamiento. Se sentía impotente al no poder moverse como antes y de vez en cuando, al tratar de derrotar un objetivo en combate cuerpo a cuerpo, fallaba y se hería, hasta que finalmente, un día, colapsó.
Todoroki fue el primero en acercarse, emitiendo gruñidos amenazantes hacia todo aquel que quisiese acercarse a su omega. Con el pulgar de su mano izquierda secó las lágrimas del pecoso, y con su otra mano, apretó la del contrario, transmitiéndole algo de tranquilidad. Con palabras tiernas, pero que no sobrepasaban el límite de amistad que habían establecido, logró calmarlo.
Lo acompañó hasta la residencia, pero al parecer, su presencia no era necesaria, Midoriya prefería estar con Sakimoto, ya que este se encontraba ahí y cuando vio al omega, este simplemente se abalanzó a sus brazos. Shoto sabía que había perdido, sólo que no quería admitirlo... Hasta ese día. Si podía ver a Izuku sonreír, no le importaba si no era a su lado.

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Estaba completamente envuelto en las sábanas de su cama y cuando abrió los ojos, se dio cuenta de que en la silla de su escritorio se encontraba Mamoru, dormido en una posición bastante incómoda. Se sentó en el colchón sin deshacerse de las sábanas que cubrían su cuerpo y se dedicó a observar al beta dormir. Lo llamó en voz baja, sabía que su moreno amigo era sensible a los sonidos, así que pocos segundos después, sus ojos azules se cruzaron con los verdes del pecoso, quien rió por la cara de sueño de su amigo.
Aún tenía media hora antes de que sonase su despertador, así que le hizo un espacio en la cama al joven castaño, quien aceptó gustoso la oferta y, con el rostro hundido en el colchón, cerró los ojos para descansar hasta que la alarma sonó.
Se despidieron antes de que Aizawa notase la presencia de un desconocido en la residencia, con el joven de rizos agradeciendo por el apoyo de su amigo. Repitió la rutina de todos los días, sintiéndose mal al ver a su ex pareja, pero ignorando el sentimiento de tristeza que lo invadía con su presencia.
El destino parecía querer juntarlos, ya que debieron acompañar al otro hasta el salón de la academia. A Shoto se le hacía extraño que Toshio no hubiese estado esperándolo, sin embargo le prestó más atención al decaído omega de cabello verdoso, tratando de entablar conversaciones que fracasaron totalmente. Si no podían estar juntos, entonces quería ser su amigo, aunque al parecer, Izuku no quería, su comportamiento lo reflejaba. Llegando al salón, recibió a un alegre Toshio entre sus brazos, todo lo contrario al omega que lo acompañaba.