Izuku's Dilemma 「ABO!Tododeku AU」

•ू♡Fifty Eight

Tuvo que levantarse temprano para ir al supermercado a reponer las cosas que Izuku había devorado para saciar sus antojos y también comprar otras cosas que eran necesarias para el departamento y comida para el gato que habían adoptado
Mientras empujaba el carrito por los pasillos del local recibió varios mensajes de su esposo, preguntado si podía comprar distintos postres para degustar luego del almuerzo y como a él le gustaba cumplir los gustos de su pequeño pecoso, se dirigió hacia la zona de pastelería para buscar los dulces que tanto le gustaban a este.
Casi llenó el carro de compra con todo lo de la lista y los pasteles que le llevaba a su omega, y al ver el montón de bolsas que guardaban las cosas agradeció haber comprado un auto hace unas semanas. Izuku estaba cerca de cumplir los siete meses de embarazo, así que había un bolso en los asientos traseros con todo lo necesario para cuando llegase el momento del parto. Eran padres primerizos, era obvio que estarían así de emocionados y nerviosos porque todo saliese bien.
Acomodó todo lo que pudo con cuidado en la parte trasera del auto y lo que no dejó ahí lo dejó en el asiento del copiloto, tratando de apurarse debido al constante sonido que su móvil emitía, dando a entender que alguien estaba llamándolo. Pensó que algo había pasado con su pareja, así que sacó el móvil de su bolsillo, sin embargo no pudo contestar.
Se alivió un poco al ver en la pantalla que sólo era Natsuo, aunque se preocupó pensando en que algo le podría haber ocurrido a su madre. Deslizó su dedo por la pantalla para llamarlo de vuelta, pero el nombre de su hermano apareció antes de que pudiese hacerlo él.

-¿Natsuo? ¿Qué ocurre? ¿Le ocurrió algo a mamá?- preguntó luego de acercarse el móvil al oído y cerrar la puerta del auto.
-No, no, mamá está bien, ¿Dónde estás?-
-Uh, en el supermercado, ¿Por qué?- se extrañó ante la pregunta.
-Touya estuvo hace poco aquí en mi casa, ya sabes, le gusta molestar a Toshio, pero como no lo dejé entrar dijo que iría a tu departamento a molestar a Izuku-
-¿Qué?-
-¿Izuku no te contó lo que ocurrió la última vez que toda la familia estuvo junta? Deberías volver a tu casa rápido, ya sabes de lo que Touya es capaz-
-Si, gracias, hablamos luego-

Subió al auto rápidamente y salió del estacionamiento, conduciendo por las calles con el ceño fruncido y la mandíbula apretada, clavando sus cortas uñas en el volante del vehículo. Durante el trayecto, marcó a su pareja unas cuantas veces, siendo redirigido al buzón de voz todas las veces, lo que le hizo preocuparse más.

Sin importarle las compras, estacionó su auto en el estacionamiento subterráneo del edificio en el que vivían, corriendo hasta el ascensor en donde no dejó de presionar el botón como si eso fuese a hacer que se moviese más rápido. Cuando el contador del ascensor marcó el "tres" salió corriendo hasta su departamento, notando el aroma de otro alfa en su interior.
Encontró a su omega sentado en el suelo, con el ex-villano a su lado... Jugando con peluches.

-Ah, Shō, bienvenido... ¿Y las compras?- el joven con heterocromía tenía una expresión de completa sorpresa y confusión ante las acciones de su hermano.
-Mamá te mandó saludos- comentó el adulto de cabello teñido, sin mirarlo.
-¿Qué haces aquí, Touya?- preguntó, gruñendo levemente.
-Vine a visitar a mi cuñado, ¿No puedo?- volteó su rostro luego de dejar el último peluche sobre los rizos del pecoso.
-Deberías estar en el hospital, no eres estable- el alfa de ojos azules bufó.
-Es fin de semana, tengo permitido salir-
-Natsuo me dijo que fuiste a molestar a Toshio y que como él no te dejó entrar a su casa, viniste a molestar a mi Izuku- apretó los puños, viendo como el adulto volvía a jugar con los pandas de peluche. -Si forzaste a Izuku...-
-De hecho, Shoto, yo lo dejé entrar- comentó con timidez. -Touya le trajo estos peluches a nuestra bebé-
-¿Y por qué están jugando con ellos?- notó que su marido estaba celoso por su comportamiento con el otro alfa, aunque no debía ser así porque si Touya dejaba de tomar sus pastillas, volvería a ser omega.
-Porque te estabas demorando mucho y me estaba aburriendo... Lo siento- bajó la voz, con los ojos cristalizados por la alteración de sus hormonas.
-No deberías sentirte amenazado, Shoto, ni tú ni Natsuo, ustedes saben muy bien que voy detrás del pajarraco que se revuelca con el viejo... Por lo menos hasta que me diga donde está el otro bastardo- suspiró, procediendo a levantarse.
-Eso no quita que hayas coqueteado a Toshio y que probablemente lo estés haciendo con Izuku- caminó hasta el pecoso, agachándose a su lado para abrazarlo. -¿Te hizo algo?- este negó moviendo su cabeza de lado a lado. -Touya, vete-
-No tienes que ser así con él, Shō, sólo me trajo un regalo- pero su alfa no lo escuchaba, sólo se centraba en gruñirle a su hermano.
-Me iré, me iré- repitió. -Si algún día detienen un bastardo de cabello celeste, ya saben donde encontrarme-
-Shō, tengo hambre- afirmó el pecoso, luego de que Touya abandonase el lugar.
-Ah, si, iré a buscar las cosas-