-No gracias Marco. -rechace la comida que me habían dado, ya ni ganas de comer tiene uno pensando en los problemas de todos los días.
Mi nombre es Regina Mills, mi madre Cora nos abandonó cuando yo era pequeña debido a que buscaba una mejor vida y aún a mis 17 años no lo puedo superar. Mi padre Henry es una persona muy buena y comprensiva pero sus años y su enfermedad no ayudaron mucho con mi crianza.
En ese momento estoy sentada en la mesa de mi casa rechazando cada plato que me sirve un amigo de mi padre, no puedo comer sabiendo que la única persona que tengo en este mundo está en sus últimos alientos.
-Vamos, tienes que comer algo Regina.- dijo el de mayor edad sentándose a mi lado.
-No quiero.
-Vas a enfermar como sigas así.-me advirtió.
-¿Qué sentido tiene? Mi padre ya no estará y si me enfermo moriré y seré feliz allá arriba y no aquí sola.
-No seas pesimista.-dijo mientras acomodaba un pelo que caía por mi frente- eres hermosa y me da mucha tristeza verte mal.
-No puedo estar bien si mi padre está al borde de morir y no se con quién me quedaré.
-Con alguien que pueda cuidarte muy bien, eso lo decide la asistente social.
No pudimos seguir hablando ya que la tos incontrolable de mi padre interrumpió la charla.
-Quédate afuera.- me ordenó cerrando la puerta de la habitación de mi padre.
Me senté en el suelo a pensar que iba a ser de mi cuando ya no tuviera a mi papá, cuando todo fuera mi peor pesadilla más que mi vida.
-Lo siento mucho.-dijo Marco abrazándome
-Dime que no murió.-me levanté y corrí hacia donde estaba mi padre tumbado en su cama.-¡No papá!-exclame agarrando su mano-Habla, vamos, no te irás, dime qué te quedarás y que todo estará bien cuando despiertes, si es un sueño.
-No lo es.-dijo Marco sosteniendo mi otra mano.
-¡NO!-grite desbordando en lágrimas.
Todo mi mundo se vino abajo al escuchar esas dos palabras "lo siento".
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Desperté entre cajas y polvo por todas partes.
-¿Qué sucede?-pregunté a un hombre que llevaba una caja.
-Empaqueta tus cosas pequeña.-me dijo sonriendo tiernamente.
Me desesperé, ¿empaquetar? ¿a dónde me va a llevar? Me puse unos jeans y una camiseta de mangas cortas, mis botas y dejé mi cabello suelto.
Salí al pasillo y se llevaban absolutamente todo. ¿Qué ocurría aquí?
-Ven-me dijo una mujer de cabellos oscuros.-Soy Milah y seré quién te llevará con alguien que cuide de ti.
-No-dije apartándome de su lado- yo me quedaré aquí en mi casa.
-Cariño, debes estar con alguien que pueda mantenerte, un mayor.-me advirtió- solo ve por tus cosas.
¡Bien! No le haría un escándalo a la vieja pero ya lo tenía decidido, al cumplir los 18 me iría de la casa en la que estuviera viviendo.
Con dos maletas en mis manos salí a dónde la mujer cogió mis cosas. Anduvimos cerca de 30 minutos y nos detuvimos en un gran salón pintado con bordo por el lado de afuera.
-¿Qué es este lugar?- pregunté mientras ella bajaba mis maletas.
-Solo ven conmigo y trae tus cosas.
Perfecto, no solo soy huérfana si no que también estoy con una completa extraña y me iré a vivir con otros extraños.
Entramos y me hizo subir a una habitación.
-Es ella-le anunció a dos hombres y una mujer que se encontraban allí.
-Hola-salude con gracia y uno de los hombres tomó mi mano y depositó un beso en ella.
-Hola pequeña.-me dijo la mujer desde su sillón.
-Hola-saludo sin siquiera mirarme el otro hombre al lado de la mujer.
-Deja tus cosas aquí.-señalo un rincón y ponte algo de ropa presentable, luego baja.
Salieron todos se la habitación, dejándome completamente sola. Abrí mi maleta y saqué un vestido acampanado negro, unas sandalias y dejé mi cabello suelto. No sé que pasa aquí pero debo estar "presentable". Cerré mi maleta nuevamente y bajé.
Me encontré con mucha gente sentada en sillas blancas de plástico y un hombre al frente hablando.-Oh aquí estás.-dijo Milah tomándome del brazo.
Me llevó tras una cortina y me dijo que cuando dijeran mi nombre debería salir a dónde el hombre hablaba.
-Regina Mills- nombraron finalmente y me levanté para ir hacia allí.
Me sentaron en una silla frente a todos, toda esa gente me intimidaban ya que todos estaban observandome.
-100 dólares-dijo una mujer del fondo.
¿Me están subastando? Oh por dios, pensé que me adoptarían no que me subastarían.
-¿Qué?- dije fuertemente y dos hombres de seguridad se pararon a mis costados.
Ya no tendría escape alguno.
-$300- dijo uno más al costado.
-$350- ¿Qué tan poco valgo? pensé
-$500.
-$800-nombró una mujer más atrás.
Ya iban por el $1000 y no sé cuándo acabaría.
-$5000- se levantó una mujer rubia de unos 25 años para 30 y alzó la mano
Se quedó todo en silencio.
-¿Nadie más?-dijo el hombre del frente.-VENDIDA.
Ok, ahora sí se venía lo peor.
La gente comenzó a retirarse y rogaba porque aquella mujer no apareciera.-Hey espera-me dijo se mal modo cuando comencé a caminar para irme de ahí.-tu te vienes conmigo.
Solo me hicieron buscar mis maletas y subirme al coche con ella.
-Bien-dijo encendiendo el motor.-nos vamos.
Me quedé callada todo el camino, no tenía intenciones de hablar con una mujer.
-¿Cómo te llamas?- preguntó ella.
-Regina ¿y tu?
-Emma...-dijo sin despegar los ojos del camino.-Emma Swan.
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La Bella & la Bestia [SQ]
FanfictionQue feo es cuando la persona que más amas es la persona más fría del mundo, que feo cuando le intentas demostrar tu amor y te echa de su vida a patadas, que feo que tu seas presa de sus castigos y malas costumbres. La historia NO es mía, es una adap...