La Bella & la Bestia [SQ]

Capítulo 29

Regina rodeó sobre la cama sabiendo que estaba en presencia de un nuevo día. Estaba sola en esa habitación y lo sabía porque no se escuchaba la ducha de fondo.
Acomodó sus manos debajo de las almohadas e intentó volver a dormir. Iba a ser imposible, la claridad ya inundaba la habitación invitándola a salir de la cama. Y justamente fue lo que hizo cuando reunió las fuerzas necesarias para ponerse de pie.
El ambiente frío erizo la piel de Regina y esta frotó sus manos dando más calidez a su cuerpo. No funcionó. Pero una tibia ducha le ayudaría.
Regina caminó hasta el armario y tomó una toalla, seguido de su  ropa para ese día. Entró al baño y prendió la ducha. Mientras esta se templaba, se despojó de mi pijama.
Cinco minutos más tarde mse encontraba secándose el cuerpo con la toalla blanca. Se colocó en jean desgastado junto con el pulóver beige. Salió del baño y se ató las pequeñas botas para luego cepillarse y secarse el cabello. Se maquilló como siempre, sencilla. Y luego se dispuso a pedir el desayuno.

-Muchas gracias.-dijo Regina recibiendo su pedido.- ¿Puede agregarlo a la cuenta de Swan?-preguntó. Después de todo, Emma siempre lo pagaba.

-Claro.-dijo mientras anotaba el apellido en una pequeña libretita.- Que disfrute su desayuno.-sonrió antes de retirarse por el extenso corredor.

Regina se sentó en el sillón y encendió el televisor. Puso su desayuno sobre la mesa y se dispuso a desayunar tranquilamente.
Regina se concentró en ver "E news" mientras tomaba de el jugo de naranja y comía pequeñas tostadas con mermelada de frambuesa.
Un ruido la hizo sobresaltar y tirar el jugo sobre el sillón. Hizo una mueca e insultó por lo bajo mientras volteaba a ver la puerta de la habitación.

-Buen día.-dijo Emma cerrando la puerta con desgano.

-Buen día.-le respondió Regina levantándose del sillón para limpiar lo que había causado.

-¿Qué has hecho?-preguntó la rubia cuando se fue a sentar y no pudo por la mancha naranja.

-Abriste la puerta y me asusté.-gritó desde el baño. La sintió gruñir.- No te quejes, es tu culpa.

-¿La mía?-preguntó Emma tirándose en el sillón más pequeño.

-Si, tu culpa.-dijo Regina frotando el sillón con una toalla húmeda por agua.

-Ja, claro, ahora yo tengo la culpa de abrir la puerta y que te asustes estúpidamente mientras derramas el jugo de naranja.-dijo Emma fastidiada.

-Cállate.

-No me callaré cuando tú me lo pidas, voy a callarme cuando a mi se me de la merecida gana.

-Cállate.

-Cállate tú.-gritó.

-No, tú.-Regina le tiró la toalla por la cabeza y al quitársela respiró hondo intentando calmar sus nervios.- Yo estaba muy bien hasta que tu llegaste.

-¿Acaso anoche tampoco dormiste?-preguntó Emma tirando la toalla al suelo.

-Si, anoche si dormí porque tú no estabas aquí para violarme.

-Discúlpame pero yo en ningún momento quise violarte.-dijo Emma elevando ambas cejas.- Que tú seas una paranoica no es mi culpa.-añadió con enojo en sus palabras.-Detesto que me trates como una psicópata capaz de violar.  

-Eso es lo que eres.-le dijo Regina mientras levantaba los pedazos de vidrio del suelo.

-Primero que todo, no soy una psicópata y segundo nunca te hice nada que tú no quisieras.

-Si, si me haz hecho.

-¿Cómo que?-preguntó la rubia elevando la voz.

-Como por ejemplo, cuando fuimos a la playa y me quede dormida, me tocaste el trasero.-Regina la acusó con un dedo.- Me has besado sin mi permiso, eso también es algo que yo no he querido.-estaba realmente fastidiada.

-Bueno.-dijo Emma mirándola asesinamente.- Tú me has hecho cosas peores.

-¿A si?-preguntó la morena incrédula.

-Si, mucho peores.

-Oh, ya me imagino Emma.-dijo con sarcasmo.- ¿Peor que comprarte en una subasta? ¿Peor que querer violarte? ¿Peor que tocarte? ¿Peor que hacerte la vida imposible?-gritó.- Por que eso es lo que tu has hecho en menos de un mes. Todo eso me has hecho pasar, y como si fuera poco luego preguntas por qué te odio tanto.-Regina tomó una tostada y se la metió en la boca para no seguir hablando. Emma se acomodó en el sillón y la miró.

-Tú me has dejado caliente en la cama dos veces.-hizo una mueca. Regina tragó la tostada para responder.

-Oh, es que eso es peor que todo lo que tu me has hecho.-le dijo pisando con fuerza sobre la alfombra.- ¿Por qué simplemente no me dejas en paz?